‘Sandman 5. Juego a ser tú’, de Neil Gaiman

Editorial: ECC.

Guión: Neil Gaiman.

Dibujo: Shawn McManus, Coleen Doran, Bryan Talbot y Stan Woch.

Páginas: 192.

Precio: 17,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero 2014.

Con este quinto volumen, Sandman llega a la mitad del camino. Y lo hace demostrando no sólo la versatilidad de Neil Gaiman, algo que se convirtió en el primer gran mensaje de la serie desde su comienzo, sino la enorme personalidad que hay en cada uno de los volúmenes que componen la historia completa. Juego a ser tú no tiene nada que ver con ninguno de los cuatro anteriores. Quizá se pueda decir que tiene algunas características comunes con el segundo de ellos, La casa de muñecas, pero es tan nuevo, tan diferente, tan original, que eso se convierte en la anécdota. Lo importante, nuevamente, es la genialidad como fabulista que derrocha Gaiman en esta historia. Incluso como fabulista siniestro, porque algunos de los elementos que toca tienen más que ver con la brujería que con la magia. ¿Y acaso no tienen los cuentos un lado oscuro que los hace más atractivos? Pues eso es lo que recoge el autor británico para hacer de Sandman una de las historias más atractivas de los años 90, auténtico emblema del sello Vertigo y su consolidación personal como uno de los guionistas más representativos del cómic adulto. Y además con una impresionante capacidad para colocar elementos que nunca caducan en un mundo terriblemente contemporáneo.

Justo eso es, en realidad, lo que hace Juego a ser tú. Mezclar un cuento fantasioso protagonizado por animales humanizados, un entorno realista con cinco mujeres de carne y hueso, excéntricas y diferentes entre sí, y el universo del Sueño que Gaiman estaba construyendo poco a poco. Es Sandman pero, al mismo tiempo, es sólo Juego a ser tú. Y de esa forma, los lectores de la serie quedan más que satisfechos pero también sirve este relato para enganchar a nuevos lectores. Porque Barbie, la protagonista, llega a este volumen desde números anteriores, pero no es tan importante haberlos leído y Gaiman sabe cómo hacer que los nuevos lectores estén cómodos en una historia que introduce con habilidad en esos tres mundos que mezcla: con misterio para el de fantasía, con cotidianidad para el realista y con magia para el de Morfeo. A partir de ahí, de la decimotercera página del primer número, arranca una espléndida montaña rusa en la que todo acaba encajando a la perfección y que Gaiman cierra con un maravilloso epílogo que concluye con una frase parcialmente aplicable a Sandman: «Y si hay moraleja, no sé cuál es». Porque Sandman es justo eso, un viaje, un sueño, una emoción. ¿Un mensaje claro? Eso depende de cada lector y Juego a ser tú incide en ese aspecto con fuerza.

El estilo de Shawn McManus, a medio camino entre la abierta caricatura y un realismo lleno de matices, es perfecto para Sandman. O, en ese intento de que cada volumen de la serie tenga una personalidad propia, habría que decir que es perfecto para esta historia de Sandman. Viendo que es capaz de mostrar con tanta facilidad lo más mágico y lo más truculento de la fantasía que plantea Gaiman como los aspectos más realistas (incluyendo desnudos parciales), el único reproche que se puede poner a nivel gráfico es el número que McManus realiza colaborando con otros dos ilustradores, Bryan Talboy y Stan Woch. No porque no sea bueno, sino porque en cierta medida rompe una unidad visual que, aún teniendo un estilo muy diferente, no se había quebrado con el número que dibuja completamente Colleen Doran, el tercero de los seis de que consta este arco argumental. Juego a ser tú vuelve a ser otra muestra de la genialidad de Gaiman y de lo especial que es Sandman. Sea la primera o la enésima lectura la que permita esta nueva edición, no es difícil imaginar por qué Sandman es uno de los grandes títulos que permitieron a tanto público ajeno a los cómics acercarse a este medio por primera vez para comprender sus posibilidades.

El libro incluye los números 32 a 37 de Sandman, publicados originalmente por DC a través de su sello Vertigo entre noviembre de 1991 y mayo de 1992. Como contenido extra, el volumen presenta una introducción de Alisa Kwitney, editora adjunta de la serie, las portadas de Dave McKean y un portafolio de ilustraciones del personaje a cargo de Eddie Campbell, Rick Berry, Michael Zulli, Geoff Darrow, Simon Bisley, Jamie Hewlett, Mark Chiarello, Alex Ross, Bill Koeb, Mike Mignola, Malcolm Jones III, Kelley Jones, Jon J, Muth y Jeff Smith.