Director: Hiroshi Ikehata.
Reparto: Rina Kawaguchi, Ryota Suzuki, Kohei Amasaki, Kaito Ishikawa, Tomori Kusunoki, Mikako Komatsu, Rie Takahashi, Konomi Kohara, Yoshitsugu Matsuoka, Miyuki Sawashiro, Jun Fukuyama, Rie Kugimiya, Kuno Kimberley, Noriko Hidaka, Kenta Miyake, Jun Fukushima, Hikaru Midorikawa, Nana Mizuki.
Episodios: 25.
Duración: 25 minutos cada uno.
Estreno: 30 de julio – 5 de octubre de 2025 (Japón, España).
Igual que sucede en el manga de Kenta Shinohara, el anime de Witch Watch hace convivir dos almas en los 25 episodios de su temporada inaugural. Una vence desde el principio, sería absurdo negarlo, pero las dos están presentes en la serfie. La ganadora es la cómica, la divertida, la jovial, la que habla de la relación que se entabla entre un grupo de adolescentes que se reúnen en una casa sin adultos y en torno a una joven bruja para protegerla, convirtiéndose en sus a veces involuntarios conejillos de indias cuando quiere usar su magia para ayudar. Y muy por debajo de ella está la seria, la que habla del clásico enfrentamiento entre las fuerzas del bien y del mal, la que coloca a Nico, así se llama la bruja, en un rol inesperado, el de una hechicera que nace cada cien años y que tiene dones especiales. Y esa parte proporciona algunos momentos de lo más intensos hacia el ecuador de la temporada, episodios que abren muchas puertas, algo fundamental cuando se trata de adaptar un manga. Pero, lo hemos dicho, triunfa la comedia, y eso hace que buena parte de la serie suceda entre anécdotas divertidas que sirven para que las relaciones entre los personajes vayan a avanzando, al menos apuntando indicios acerca del futuro, sin buscar una mayor trascendencia en la mitología que construido en sus momentos más atractivos.
Esa última afirmación quizá pueda llevar a equivoco en todo caso sobre los aciertos y errores de la serie. Witch Watch no falla apostando por una vía más cómica porque sabe explorarla con bastante eficacia. La serie, aunque tiene vertientes que decide no explorar, es divertida por su historia, por sus anécdotas, por su mismo enfoque, sobre el que nunca hay ninguna duda, y por el ritmo endiablado que tiene, con unos diálogos frenéticos que casi se van solapando de una manera dinámica y por momentos cargada de un nivel de locura francamente simpático. Podemos preguntarnos, en el manga o aquí, cómo habría resultado esta serie convertida en la historia de solo dos personajes, el de la bruja y su guardián también adolescente e interés romántico a la par, o como mucho de tres, por aquello de añadir algo de tensión amorosa, pero lo cierto es que Witch Watch no deja de crecer hasta los cinco o los seis personajes que podemos considerar de notable relevancia, introduciéndolos con bastante habilidad. Puede que ahí esté una explicación certera de por qué la serie apuesta por la comedia, porque es muy complicado ser justo con tantos personajes en una trama de mayor drama, alejada de episodios de comedia en los que vale todo, desde la convivencia a los trucos de magia más absurdos pasando por canales en redes sociales o la vida en el Instituto.
La estructura por la que apuesta Witch Watch, llegando a mostrar más de una historia en el episodio, es la confirmación de su espíritu más claro: nada es lo suficientemente pequeño como para no tener presencia en las aventuras de Nico y sus amigos. Y lo realmente llamativo es lo bien que se asoma a aspectos de la vida adolescente que podrían pasar desapercibidos, pero que están ahí. El escenario de fantasía ayuda a que todo sea más divertido, claro, porque la magia descontrolada siempre da mucho juego, y lo bueno es que la serie no tiene ningún complejo en ese sentido, abraza su nivel de ocurrencia con una naturalidad notable, con trucos de magia de efectos rocambolescos, rompiendo cualquier límite para esa habilidad y apostando, siempre, por el lado más divertido. La serie llega a tocar, lo hemos dicho, momentos de mayor dramatismo, y cuando se multiplican los episodios consecutivos de comedia absoluta se llegan a echar de menos, eso es cierto, pero se acepta Witch Watch como lo que es con suma facilidad, un divertimento ligero con posibilidades de transformación cuando lo necesita, con personajes que tienen dinámicas muy simpáticas y con una absoluta predominancia de lo adolescente a la hora de crear situaciones, momentos, tramas y hasta el fondo de la historia.
En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.