‘Pepe’, de Carlos Giménez

Editorial: Reservoir Books.

Guion: Carlos Giménez.

Dibujo: Carlos Giménez.

Páginas: 428.

Precio: 49,90 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Octubre 2025.

No es corriente que un genio del cómic se convierta en biógrafo en viñetas de otro talento inconmensurable de este mismo mundo, y quizá por eso, cuando sucede algo así, nos vemos arrojados a un mundo maravilloso, independientemente de que en la historia pueda haber más sombras que luces, sobre todo al adentrarse en el mundo más personal del protagonista. Pepe encaja en esa definición. Pepe es Pepe González, el dibujante que hizo que todo el mundo sepa hoy en día quién es Vampirella (aquí, aquí y aquí, sus reseñas) incluso sin haber leído jamás un cómic de uno de los personajes más destacables de la Warren. Y quien se encarga de contarnos su vida es Carlos Giménez, el creador de Paracuellos. No hace falta mucha más presentación para llegar a la conclusión de que Pepe es un tebeo soberbio, esencial no solo para conocer a su figura central, sino también para entender cómo se hacía el cómic hace no tanto tiempo. Y sí, esta edición total es perfecta porque nos permite leer el viaje de Pepe de una manera más completa. Fueron cinco álbumes, pero es una misma historia, realmente el único factor claro para dividirla es el paso del tiempo. Pepe es una vida.  Como hemos dicho, la de un genio. Y está contada con pasión, con sinceridad y también con la sensación de que hay un Pepe González que nadie pudo conocer del todo, algo que el propio Giménez admite.

Quizá ahí está la fuerza del conjunto, en el que se asume que es una parte de la biografía de Pepe González, la que sus amigos y su gente cercana pudo ver y contar. Podemos debatir si el cambio de nombres influye en la percepción del lector, pero se entiende por las razones de Giménez, por querer contar única y exclusivamente la vida de Pepe González. Es, de alguna forma, su medio para decirnos que esta es una historia muy personal. La genialidad está en cómo consigue que el cosmos que crea gire siempre en torno a él, incluso cuando son hechos que nacen en lo ajeno. Puede parecer un caos narrativo, en el sentido de que se acumulan peripecias y vivencias que están guiados únicamente por la cronología y no por cuestiones temáticas o de otra índole, pero es justo eso lo que ejecuta la magia. La capacidad que tiene Giménez de retratar a su personaje, que es mucho más que un personaje, es fascinante. Adoras a Pepe casi sin quererlo, sin darte cuenta, asumiendo sus flaquezas como ser humano, viendo y a veces también intuyendo su enorme talento artístico, y lamentando como los suyos que su capacidad con un lápiz en la mano no le granjeara todo lo que habría merecido. Pepe no es una loa, no es un retrato de la parte brillante de su personalidad. No, ni mucho menos. Y esa forma de explicar cómo era una persona es lo que necesita una biografía para ser creíble.

Giménez ha conseguido que su estilo se adapte a historias muy distintas, pero en el fondo el efecto que consigue siempre es el mismo: cariño por los personajes por encima de todo. Su retrato de Pepe González, y la manera en la que evoluciona, es espléndido. Siempre en blanco y negro, siempre con una caricatura espléndidamente aplicada a una realidad que podemos tocar. Y eso que buena parte de su trabajo se basa en planos cortos, no solo del personaje central, sino de todos los que pasan por su vida. Y sí, tiene una enorme capacidad para transmitir lo que se siente en un ambiente de trabajo del mundo de los tebeos, con la seguridad que desprende Pepe por lo fácil que parecía todo para él, con un espléndido contraste con su aversión al trabajo. Si se mira, se ve tal cantidad de emociones en los personajes de Giménez que parece imposible no aceptar la genialidad de lo que estamos leyendo, la gran cantidad de matices que hay, las emociones, las vivencias. Pepe es una maravilla, y además una imperecedera, que da igual que se lea en el momento, que se lea ahora o que se descubra dentro de diez, quince o veinte años. Pocos tebeos hablan tan bien del tebeo y de lo que ha sido como este. Y leerlo del tirón ayuda a asimilarlo, es la manera definitiva de apreciar un cómic incomparable.

Pepe se publicó originalmente entre 2012 y 2015. El contenido extra lo forman una introducción de Carlos Giménez, un apéndice de Carlos González Pérez, las portadas originales de Giménez y sendos postfacios de distintas ediciones a cargo del autor.