CÓMIC PARA TODOS

‘Lucky Luke’ 1, de René Goscinny y Morris

Editorial: Norma.

Guion: René Goscinny.

Dibujo: Morris.

Páginas: 256.

Precio: 45 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero 2025.

En el cómic francobelga hay un marcado nivel de autoría, que muchas veces no se ha dado en grandes personajes procedentes de otras partes del globo. En algunas ocasiones, eso ha hecho que iconos más que reconocibles tengan la misma vida que sus creadores, pero en otras ocasiones ha dado lugar a colaboraciones maravillosas. Con Lucky Luke pasó esto segundo. Morris dio el pistoletazo de salida de sus aventuras en 1946, pero no fue hasta una década más tarde, con la incorporación como guionista de René Goscinny, después cocreador de Astérix, que el personaje alcanzó su mejor nivel. A partir del noveno álbum, Lucky Luke dio un salto espectacular, con unas aventuras divertidas, originales, rocambolescas en muchos sentidos, pero que a la vez eran la caricatura perfecta del western más clásico, cogiendo todos los elementos necesarios para que esa comedia funcionara, desde la construcción del ferrocarril pasando por los ladrones de bancos o los indios. Es fascinante ver cómo Lucky Luke se va convirtiendo en ese compendio de un género que el cómic francobelga ha sabido tratar casi mejor que el cine norteamericano, que ya parece haberse olvidado de él, cómo entiende Goscinny al personaje y cómo Morris lo disfruta desde el dibujo para dar vida a los álbumes que forman este primer volumen integral de esa etapa mítica.

A la hora de valorar lo que hizo Goscinny, hay que tener en cuenta que el personaje ya tenía una trayectoria previa, y que su trabajo tenía que relacionarse con eso de alguna manera. Obviamente, el control de Morris era importante, pero ideas como recuperar a los Dalton a través de sus primos, después de que los originales murieran ahorcados, es una de esas genialidades maravillosas de esta etapa. De Lucky Luke sacamos muchos elementos positivos, pero sobre todo funciona el ritmo, dinámico, vivo, siempre con algo en movimiento, sin importar demasiado las reglas de la realidad (si hay que excavar túneles en el suelo para poner las vías del tren, se excavan), sin miedo al humor absurdo dentro de este formidable retrato de un pistolero que jamás alcanza a nadie con sus disparos porque su precisión con el revólver es maravillosa y su cómic es para todos los públicos. De la misma manera que funciona el retrato de Lucky Luke, siempre con la poquita información que tenemos sobre él o su pasado, cada álbum va incorporando personajes memorables, que son los que de verdad le sirven a Goscinny para crear el mundo del pistolero y tocar todos los temas que le interesan, llevando sus historias más allá del western y abrazando, por ejemplo, la política. Es todo tan variado y diverso que es imposible aburrirse.

Morris ya tenía definido visualmente al personaje (aunque no dejen de notarse ciertos cambios por el camino), por lo que, en realidad, el mérito de estos álbumes no pasa con el protagonista, sino por dar vida a esta ingente cantidad de momentos alocados que tienen los guiones de Goscinny. Morris es un muy buen narrador de comedia, y sabe jugar con los arquetipos, que explota hasta la saciedad, desde el aspecto de carroñero del enterrador hasta la sobria seriedad de los indios, pasando por supuesto por la divertidísima caricatura de los Dalton. Y si las aventuras que hay en este libro tienen tanto valor por su protagonista como por los antagonistas o invitados, de la manera en la que Morris da forma a estos segundos hay que decir que tiene todo el carisma que necesitan para que cada álbum tenga una personalidad propia, más allá del hilo conductor que necesariamente es Lucky Luke. La colaboración entre Goscinny y Morris fue asentándose, fue configurando lo mejor de un personaje que ya era querido y ambos demostraron que trabajaban muy bien juntos. Este Lucky Luke es todo un clásico del cómic francobelga que ha llegado hasta nuestros días con tanta forma como pudo demostrar hace ya tantas décadas. La diversión que propone es atemporal, aunque podamos contextualizarlo para entender de cuándo procede.

El volumen incluye los álbumes noveno a decimocuarto de Lucky Luke, Des raIls sur la prairie, Lucky Luke contre Joss Jamon, Les couisins Dalton, Le juge y Ruée sur L’Oklahoma, publicados originalmente en álbum por Dupuis entre enero de 1957 y enero de 1960. El contenido extra lo forman una introducción de Jorge García y las portadas originales de Morris.

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Esta entrada fue publicada en 19 marzo, 2025 por en Dupuis, Morris, Norma, René Goscinny y etiquetada con , , .

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