Guion: Frédéric Duval.
Dibujo: Didier Cassegrain.
Páginas: 136.
Precio: 29,590 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Julio 2024.
Cuando dos autores repiten juntos y lo hacen además repitiendo algunas características de su obra anterior, las comparaciones son inevitables. Nenúfares negros (aquí, su reseña), nos dejó claro que Fred Duval y Didier Cassegrain tenían una enorme habilidad para crear una historia de misterio inteligente y relacionada con el mundo del arte, una lectura que funcionaba francamente bien. En No sueltes mi mano, por tanto, la apuesta genera expectativas y lo primero que podemos decir de esta adaptación de la novela de Michel Bussi es que las cumple con creces. El cómic no tarda ni dos páginas en meternos en un ambiente noir de lo más clásico, pero desde un escenario completamente diferente, y establece su misterio para que lo vayamos desarrollando en el marco de una huida, de una carrera contra el reloj. Es distinta a Nenúfares negros, no hay que pensar que se trata de un relato cómodo para los autores por el simple hecho de ser una investigación criminal, y precisamente por eso se agradece todavía más el trabajo de los autores. Mismo género, sí, pero esfuerzo distinto. Así que, por mucho que la etiqueta de “Por los autores de Nenúfares negros” sea un elemento distintivo en la portada, lógico desde un punto de vista del márketing, la lectura de esta nuevo trabajo sorprenderá porque así está planteado su misterio.
Sin conocer la novela original, siempre hay un terreno en el que es difícil valorar cuánto hay del trabajo de Bussi y cuánto del de Duval en esta adaptación, pero no será aquí donde restemos valor a un escritor por el simple hecho de no ser el creador natural de la trama. Al contrario, es fácil percibir que las diferencias lógicas de lenguaje entre una novela y un cómic no afectan en absoluto al buen resultado de este No sueltes mi mano que tenemos aquí. Duval siempre se ha mostrado como un escritor hábil, y en este trabajo domina muy bien el tiempo y el ritmo, cuestiones esenciales para que un misterio funcione. Es una obra con mucho diálogo, y quizá lo más sorprendente en este sentido son las conversaciones que tienen el padre y la niña que son objeto de la persecución policial. Hay en ellas una enorme cantidad de información, y aunque el protagonismo parezca irse, con lógica, hacia la agente que ocupa la portada, lo cierto es que esas escenas son la clave real de todo el misterio. En realidad es todo, porque está todo muy bien integrado, porque Duval disemina muy bien la información que necesita la historia en cada momento para que el lector esté siempre atento y dispuesto a seguir leyendo con pasión. Hay ciertos tópicos, sí, pero todo lo que aparece en las páginas de este cómic es lo suficientemente carismático como para que lo asumamos sin problema.
Si decíamos al principio que no tardamos ni dos páginas en tirarnos a la piscina, haya o no agua, es en parte por el espléndido trabajo de Cassengrande. Esa introducción es una pequeña oda al género, la presentación de un misterio que aún no se ha disparado, el anzuelo necesario para que piquemos sin remedio y una escena que desborda sensualidad y expectación por lo que puede pasar a partes iguales. Hablábamos también de carisma, y los personajes lo tienen. Cassegrande encuentra el aspecto perfecto para cada uno de ellos, sin miedo a alejarse de los clichés del género en algunos casos y entendiendo muy bien las escenas de diálogo, muchas, que no dejan de ser la concatenación de bustos parlantes. Eso, mezclado con el gran uso del paradisíaco escenario de la Isla de la Reunión en la que tiene lugar la historia, permite que disfrutemos mucho con el dibujo de una obra que cumple con absolutamente todo lo que promete. Buen misterio, notables personajes, un escenario exótico y un misterio que se resuelve con coherencia y justo antes del clímax final. Cumple con los cánones del thriller, lo que ya es una conclusión envidiable, pero lo que No sueltes mi mano ofrece por encima de todo es un muy buen viaje, y eso es algo que podemos concluir antes incluso de llegar al final del libro y conozcamos las respuestas a todas las preguntas.
Dupuis publicó originalmente Ne lâche pas ma main en mayo de 2023.
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