‘Merel’, de Clara Lodewick

Editorial: Garbuix.

Guion: Clara Lodewick.

Dibujo: Clara Lodewick.

Páginas: 160.

Precio: 24,95 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Enero 2024.

Incluso quienes no la hayan vivido, saben que la vida rural puede ser complicada. La comunidad se mueve de una manera contundente, y si eso en ocasiones puede ser una bendición, en otras desemboca en un tormento importante. Merel va hacia la segunda vía, mostrándonos la vida en un pueblo de Flandes y siguiendo los pasos de una mujer de cuarentaytantos años que de la noche a la mañana se convierte en una apestada en el pueblo sin haber hecho nada para merecerlo y después de una broma interpretada con desatino. Metel, que así se llama esa mujer, pasa a ser despreciada por casi todos y el retrato costumbrista deja paso a algo mucho más intenso, a un desprecio nacido de las habladurías en el que las consecuencias no importan. Peto Merel, en todo caso, no un drama puro, sino más bien una historia de confianzas cambiantes. Algunas volátiles e inmerecidas, otras consistentes y en crecimiento a raíz de los acontecimientos que van teniendo lugar en el pueblo. Es la historia que ha escogido Clara Lodewick para su debut y es una en la que ha sabido mostrar el envoltorio que necesita la historia pero también las emociones que sirven para entender a todos los personajes, hombres y mujeres, niños y adultos por igual, porque entre todos se construye un microcosmos sugerente y completo.

Ese es el gran logro de Merel, que consigue con relativa facilidad que todas sus piezas encajen con mucha naturalidad. Es la historia de su protagonista, eso está claro desde que el título de la obra coge su propio nombre, pero hay bastantes más puntos de atención en la obra. Lo hemos dicho, la intención es la de mostrar todo un universo cerrado, el de la comunidad de la que hablamos, y para conseguirlo Lodewick tiene que trazar toda la cronología del pueblo, ocupaciones para todos, familias que tengan sentido y que ayuden a comprender los lazos que hay entre todos los personajes. Ahí está la clave de Merel, en el que todo desprende mucha verosimilitud, en que las emociones se colocan por encima de cualquier otro aspecto y en el que cada personaje encuentra una voz personal y creíble, muy acertada y adecuada al papel que cada uno juega en esta comunidad y, teniendo en cuenta la. Importancia que tienen algunos niños, también la edad. No es fácil que el protagonismo de una historia como esta recaiga en una mujer de esa edad a veces tan penalizada por la sociedad. Merel no va de eso, pero tambien pesa y crece por ese lado. Lo fundamental, en todo caso, es la atmósfera, que el lector sienta la rabia que produce la situación contada, la manera en la que cuida los detalles, en el lenguaje, en cómo cambian las cosas.

Parece que son muchos elementos a abarcar y que eso nos tendría que llevar a un relato complejo y hasta enrevesado, pero la verdad es que la mayor virtud de Lodewick es la sencillez. Lo es escribiendo y lo es también en el dibujo, siempre claro, de tonalidades que podríamos calificar hasta como delicadas, con especial interés en que todo se entienda con facilidad y al primer vistazo, como si hubiera miedo a romper esa atmósfera de la que hablamos, una que habla por sí sola casi como si fuera un personaje más. Si hablamos de lo bien que Lodewick sabe dar voz a sus personajes, pasa lo mismo con el aspecto. No necesita tirar de arquetipos trillados para que todos ellos funcionen en los roles que les asigna, papeles que por cierto van cambiando pero con naturalidad. Merel es, en ese sentido, una obra que encierra mucha belleza pero que a la vez no tiene miedo alguno a asomarse a lo más turbio del comportamiento humano en sociedad. Su forma de adentrarse en las habladurías y los rencores como motor de la vida diaria es muy interesante, y desde luego es una notable carta de presentación de una autoría que da la sensación de entender muy bien el alma de personajes muy diversos entre sí y de un lugar concreto y cerrado que parece que conoce de primera mano.

Dupuis publicó originalmente Merel en agosto de 2022.

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