‘La novia de Minami-kun’, de Shungico Uchida

Editorial: Ponent Mon / Catarata.

Guion: Shungico Uchida.

Dibujo: Shungico Uchida.

Páginas: 192.

Precio: 23 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Octubre 2023.

Desde Los viajes de Gulliver hasta El increíble hombre menguante, la diferencia de tamaño entre los protagonistas ha sido una fuente interesante de ideas para crear historias de ficción. La novia de Minami-kun es la aportación a este respecto de Shungico Uchida, y es una que intriga sobremanera por la naturalidad con la que aborda la imposible situación de una adolescente que de repente ve reducido su tamaño al de una muñeca y decide refugiarse en casa de su novio igualmente menor de edad. Y ese es quizá el mayor valor que tiene, el hecho de que nos muestra una relación de pareja en un momento muy concreto, con los impedimentos y miedos habituales de esas edades, pero bajo unas circunstancias muy específicas y anormales. Lo hace, además, con un tono muy, muy intrigante. No es una historia costumbrista, aunque juegue a serlo por momentos. Tampoco es una fantasía pura y dura, aunque lógicamente tiene elementos obvios que nos conducen a ese terreno, del que tampoco quiere dar demasiadas explicaciones que lleven la historia por otros derroteros. Y tiene un final de lo más impredecible, lo que le da un aire todavía más distinto de lo que uno se puede imaginar desde la muy atractiva cubierta, que se convierte en el primer elemento que convence para lanzarse a esta aventura.

Puede que aventura no sea el mejor término para definir La novia de Minami-kun, no, porque se trata más bien de una experiencia. Una de pareja, sí, de una pareja abiertamente normal, sin demasiados rasgos extraordinarios, pero también una de ir afrontando problemas. Algunos los solventa Uchida con cierta ingenuidad, pero otros encuentran soluciones de lo más imaginativas, realistas en extremo para una situación inusual, y consigue además que resuenen en los problemas más cotidianos para una pareja adolescente, incluyendo los celos o las primeras sensaciones sexuales, pero también en cosas tan mundanas como adaptar la ropa de la joven a su nuevo tamaño o problemas como la ropa interior o la gestión de la higiene íntima. En ese sentido, el manga tiene una habilidad tremenda para llevarnos un día a día más o menos realista de los dos muchachos, tan realista como podría serlo en la normalidad, desde una base absolutamente fantástica. Convence, además, porque la narración es siempre desde el punto de vista de los dos personajes, casi con un tono teatral que se agradece, y esto permite que nos podamos poner en su piel en cada momento. Por eso hablamos de experiencia, porque Uchida quiere que pensemos al mismo ritmo que los protagonistas y con sus mismos argumentos, para que entendamos el escenario y, por qué no decirlo, nos pongamos a prueba al mismo tiempo que los personajes.

El dibujo es bastante sencillo en ese sentido, como si no quisiera estorbar el debate interno de los personajes y de los lectores, que se produce casi al mismo tiempo, con un nivel de detalle que elude en todo momento. La novia de Minami-kun quiere centrarse en los protagonistas y en lo que cada momento significa dentro del drama, y en ese sentido su puesta en escena es bastante irreprochable. Sobre todo porque es muy fácil sentir empatía con los personajes incluso desde su mismo diseño. Y no porque Uchida quiera forzar sensaciones bastante obvias, algo que por ejemplo podría haber conseguido con escenas de desnudos o sexuales, que en realidad muestra de una manera muy contenida, sino porque explota muy bien lo cotidiano, algo que contrapone, por ejemplo, con otra compañera de clase que es la chica deseada por todos, despertando sensaciones distintas desde su aparición. De hecho, ese es el punto fuerte del manga en todos los sentidos, que todo parece verosímil, incluso que una chica pueda quedarse en ese reducido tamaño y desparecer socialmente. La novia de Minami-kun es un manga extraño, y abraza esa condición sin miedo, lo turbio que aparece nace de lo real, pero al mismo tiempo es uno que engancha, por su planteamiento, por sus personajes y por su inesperada conclusión.

Minami kun no koibito se publicó originalmente en 2004.

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