Guion: Alan Moore, Rick Veitch, Dave Gibbons.
Dibujo: Rick Veitch, David Lloyd, Russ Heath, John Severin, Frank Cho.
Páginas: 352.
Precio: 35 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Noviembre 2021.
Si el de Alan Moore es un nombre que impone tanto, pocas demostraciones más claras encontraremos que el contenido de Camisa Gris. El arranque de este libro son las historias que escribió para Tomorrow Stories para un personaje que no deja de ser una suerte de sosias del Spirit de Will Eisner, cuyos pasos sigue también en alguna de las narraciones breves que crea. Y a partir de ahí, lo que vemos es todo lo que se ha hecho con este héroe, el protector de Indigo City, pero ya sin el especial carácter de Alan Moore detrás de sus andanzas. Con Moore, vemos brillo, quizá incluso más del que realmente exista porque su influjo es poderoso, pero sin Moore, incluso aunque sea Rick Veitch quien mande después de ser el creador visual el personaje, hace algo más de frío. Es difícil resistirse a jugar con un juguete de Alan Moore, y de hecho el reparto de nombres que hay en este volumen es de primer nivel incluso cuando el británico coge la puerta para irse en busca de otros pastos más verdes, pero también es complicado no entender que lo más destacado de Camisa Gris está, precisamente en el concepto con el que nace su héroe, una historia más bien de sus villanos estructurada en historias cortas, rápidas y directas, funcionales y bien escritas, que cumplen con todos los cometidos que se marcan.
Y el fundamental no es otro que ser parte de una antología periódica, la de Tomorrow Stories. En este volumen eso queda solo para el recuerdo o para la imaginación que se pueda desbocar viendo las portadas de la serie, de las que Camisa Gris apenas protagoniza alguna. Moore quiso hacer su parodia del noir superheroico, y lo cierto es que encontró una diversidad simpática y abierta, una en la que un héroe con tantas resonancias podía tener tintes de originalidad narrativa. Lo hemos dicho, el punto de vista es el del malo, pero no son estos unos villanos pensados realmente para que alguien los recoja después y monte una mitología a lo Batman o Dick Tracy, aunque sean la obvia inspiración, sino para que sirvan para un momento muy concreto. La estructura es parte del éxito de Camisa Gris, y quizá esto es algo que comprobamos de una manera más certera precisamente cuando Moore se aleja de la serie. Y no es que Veitch o Dave Gibbons no sepan narrar, ni mucho menos, pero sus esfuerzos no llegan tan lejos como lo que seguramente para Moore no requiere tanto. No es tampoco que Camisa Gris sea una de las obras más destacadas de Moore, pero sí se nota su mano en estos pequeños relatos, por separado, leídos todos juntos, en el contexto de Tomorrow Stories y también como arranque de esta antología propia.
Pero se va Moore y la cosa funciona ya más en lo visual que en lo narrativo. Si lo miramos de una manera desapasionada, cuesta mucho menos acordarse de unos de los relatos cortos iniciales que de las historias posteriores, aunque aparentemente tengan más ambición sobre el papel. Y por eso, a partir de ahí, el disfrute fundamental es el visual. Y es que a Veitch hay que reconocer que sabe encontrar personajes interesantes y divertidos, que entiende bien el tono irónico que tiene noir de Moore e incluso lo que él mismo se plantea. No hay tampoco un mal reparto de dibujantes para completar el cuadro, por lo que por esa vía pocas quejas podemos expresar. Camisa Gris nos deja un universo visual muy rico, que sabe jugar desde una asumida e incluso buscada falta de originalidad rompedora para que sus revisiones de ideas lanzadas en otras mitologías clásicas del cómic tengan esa apariencia de divertida frescura que buscan en todo momento las historias del personaje. Y al final, teniendo en cuenta como decíamos que uno lee nombres de mucha trascendencia en la portada, Camisa Gris suena a uno de esos tebeos que casi podrían clasificarse como de culto por lo interesante que se intuye que son en su formación y en su desarrollo y por un potencial que no siempre se ve del todo explotado, pero siempre dejando ese buen rato que se propone. Con Moore y, aunque menos, sin él.
El volumen contiene material de los doce números de Tomorrow Stories, los números seis números de Greyshirt: Indigo Sunset y material del, America’s Best Comics Special, publicados originalmente por America’s Best Comics entre octubre de 1999 y abril de 2002. El único contenido extra son las cubiertas originales.
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