‘Relatos fantasmagóricos de las montañas’, de Junpei Azumi

Editorial: ECC.

Guión: Junpei Azumi.

Dibujo: Junji Ito, Mimika Ito, Akemi Inokawa, Daisuke Imai, Akihito Yoshitomi.

Páginas: 192.

Precio: 13,95 euros.

Presentación: Rústica con sobrecubierta.

Publicación: Marzo 2020.

El terror japonés tiene algo que engancha con una facilidad tremenda. Y es algo bastante difícil de describir o de destacar. Puede ser su pausa, o un aspecto reconocible de sus fantasmas y criaturas de la noche. Es complicado, sí, pero aquí seguimos. Relatos fantasmagóricos de las montañas es una buena muestra de ello. Junpei Azumi sigue al pie de la letra con una exactitud pasmosa lo que dice el título de la obra, fantasmas y montañas. No hay, en realidad, ningún elemento rompedor o novedoso en lo que propone, pero sí un uso muy hábil de todo. Él escribe cinco relatos para otros tantos dibujantes diferentes, y lo hace dejándose llevar por el amor a las leyendas aterradoras y, sin duda, al escenario en el que acontecen. Merece la pena este recorrido a cualquier amante del terror porque, como toda buena antología necesita, tiene una variedad notable sin necesidad de salirse de las necesidades temáticas que se autoimpone para escribir. Como se trata de pasar un mal buen rato, llegamos a la conclusión evidente de que este volumen logra sus objetivos con creces, es una buena manifestación del manga de terror moderno que no necesita recurrir a lo explícito o a lo físicamente desagradable para conseguir las sensaciones que busca. ¿Podemos por ello considerarlo como un terror más accesible, más abierto a un público amplio? Seguramente sí.

La clave está en que Azumi basa sus historias en el tono de leyenda. De hecho, en muchos momentos tenemos un narrador que hace de mediador entre los momentos aterradores y el presente de los protagonistas. Es decir, pone una frontera, un límite, un aviso de que no tenemos nada de que preocuparnos porque estamos asistiendo a acontecimientos pasados. Eso nos pone en guardia, sí, pero desde sensaciones diferentes. Es una manera inteligente de contar terror y eso se aprecia en todos los relatos. También la versatilidad de Azumi, que sabe moverse tanto en momentos con mucho diálogo como en escenas mudas, que sabe también introducir fantasmas aterradores por su aspecto o por sus pretensiones como también con apariciones mucho más amables, que desde luego generan inquietud por su carácter sobrenatural pero que no necesita ir más allá para convencer. El mismo escenario ayuda además a que los cuentos de terror de Azumi, porque eso es exactamente lo que nos está ofreciendo, tengan un carácter muy especial. La mayoría de sus relatos solo podrían acontecer aquí, en las laderas de una montaña, y eso hace que su trabajo sea bastante completo, puesto que sabe adaptar una idea a un entorno, cosa que no siempre hace el terror y que en este caso está muy conseguido.

Cinco relatos y, como decíamos, cinco dibujantes de estilos muy diferentes entre sí. Quizá es el más conocido de todos sea Junji Ito, y probablemente hasta sea la excusa para la publicación de este volumen. Pocos como él han definido el aterrador aspecto de un fantasma en la mitología japonesa, y aquí se beneficia de tener el más turbio de los relatos de este libro. Azumi también acierta al entregar el segundo relato a Daisuke Imai, porque su estilo de dibujo está más apegado a la realidad, y la suya es una historia en la que no llegamos a ver nada sobrenatural, solo lo sentimos acompañando a sus protagonistas. Mimika Ito se ocupa del tercer segmento y lo hace poniendo énfasis en el entorno, en el detalle de los escenarios y en la fuerza de todo lo que rodea al protagonista, real o aterrador. Akihito Yoshitomi, dibujante del cuarto relato, es quizá quien mejor expresa el terror con su puesta en escena y quien apuesta por tonos más oscuros. El relato que cierra el libro lo dibuja Akemi Inokawa, buen trabajo también buscando una equilibrada mezcla entre terror más o menos gráfico y realidad. Este análisis del dibujo habla del equilibrio que hay en estos Relatos fantasmagóricos de las montañas. No es fácil que una antología de cuentos cortos pueda presumir de esa característica, pero Azumi ha acotado muy bien su propuesta para lograrlo.

Asahi Shimbun publicó originalmente las historias de Yama Kaidan entre septiembre de 2014 y marzo de 2017. El único contenido extra es una entrevista con Junpei Azumi y Mimika Ito.