‘Vampirella, de Pepe González’ 3

2Editorial: Planeta Cómic.

Guión: Bill DuBay, Rich Margopoulos.

Dibujo: Pepe González.

Páginas: 264.

Precio: 30 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Noviembre 2019.

Es indiscutible el valor de coleccionismo que tiene esta serie de volúmenes de la Vampirella de Pepe González que finaliza con esta tercera entrega. No es solo por el hecho de tratarse de un cómic indudablemente vinculado a una forma muy distinta a la actual de entender su lenguaje y la misma industria, sino también por la excelsa belleza que tienen las ilustraciones de González, esa que proviene de un detalle que los ritmos de publicación actuales, y más en las grandes editoriales, hace prácticamente imposible de replicar hoy en día. Se puede decir sin miedo que Vampirella pocas o ninguna vez ha lucido mejor de lo que la hemos visto en estos tres libros (aquí y aquí, reseñas de los dos primeros), nunca ha sido un animal tan bello, una criatura tan fantástica y una mujer tan sexual, todo ello mezclado con arte y talento por parte de González. Las historias eran dispares, las había cargadas de una ingenuidad tremenda que era capaz de reducir el carisma de su protagonista casi al límite de lo físico, y algunas de gran poder narrativo, sobre todo las que se acercaban sin miedo a la fantasía y a la ciencia ficción, las que hacían de Vampirella una heroína en un entorno de género y también una superviviente de un planeta desaparecido. Dicho de otra manera, las que aportaban algo más que simples opciones para que González desplegara el atractivo físico de la protagonista.

Lo que está claro es que el material de este libro es muy variado y ecléctico, como la misma época en la que vieron la luz estos cómics. Tan pronto vemos a Vampirella luchando por su vida en su planeta, Drakulon, como divirtiéndose con Pantha en Hollywood, haciéndose un hueco como estrella cinematográfica. Y qué duda cabe, es más atractivo lo primero porque confiere a Vampirella una dimensión diferente y hasta hipnótica. Lo fantástico le da lustre, y cuando además el tono abraza la melancolía el resultado es notable. Incluso los relatos son muchos más interesantes cuando recuperan protagonismo figuras clásicas en la serie como Adam y Van Helsing. Casi todo es bastante ingenuo, en realidad, pero incluso dentro de ese tono hay historias en las que se atisba un intento de hacer que Vampirella sea un personaje que se pueda tomar en serio o, por lo menos, que vaya más allá de su encanto visual, que resulta innegable y más cuando hay un maestro como González con los lápices en la mano. Vampirella, en todo caso, demuestra en las historias de este volumen, también en las que se incluyen para los completistas con la titulación diferente a la original con la que se publicó tiempo después en la misma revista, que es un personaje versátil: luchadora, detective, estrella del cine, superviviente, amable siempre pero despiadada cuando toca.

Y de una belleza deslumbrante. Dibuja González, así que no puede ser de otra manera. Puede que la nostalgia añada algo más al elogio que merecen estas páginas, pero es un menú muy suculento. El ilustrador tiene un dominio tremendo sobre todo lo que dibuja. No dejemos que el poder hipnótico de Vampirella haga que sólo nos fijemos en el delicado y firme trazo que González da a la figura femenina, que ya es una contundente razón para el deleite más puro de estos libros, porque hay mucho más en su trabajo. Su dominio de estilos distintos hace que en la misma historia podamos disfrutar de una secuencia de acción con una Vampirella casi abocetada y en la misma página de un delicioso retrato de cualidad casi fotográficas. Su puesta en escena es brillante y las poses en las que dibuja a Vampirella, tanto dentro de la historia como en portadas o portadillas se convierten en un elemento más de gozo. La Vampirella de Pepe González, los tres volúmenes, son una continua invitación a perderse entre la maestría del ilustrador. Sus historias son buena muestra de lo que se podía sacar del personaje en su época y en su medio, la revista en blanco y negro. Y aunque no sea la cúspide del personaje seguramente es donde se puede ver a Vampirella en su forma más auténtica, porque se trata de una hija de su época, ya increíble entonces y que ahora probablemente sería imposible.

El volumen incluye historias publicadas en los números 65 a 68, 71, 72, 75, 76, 82, 94 a 97, 100, 101, 103 a 107, 111 y 112 de Vampirella Magazine, publicados originalmente entre diciembre de 1977 y marzo de 1983y recopilados después por Dynamite. El único contenido extra es una galería de portadas.

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