Guión: Juan Díaz Canales.
Dibujo: Rubén Pellejero.
Páginas: 76.
Precio: 24 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Octubre 2017.
Tiene que ser intimidante que pongan en tus manos el destino de un personaje mítico más de dos décadas después de que su creador firmara la última de sus aventuras conocidas. Y es, sin duda, un juego peligroso. Puede salir bien, y que tu nombre se asocie con el personaje de una manera amable y reconocida, pero también está el riesgo de que la cosa salga mal y caiga una cruz sobre ti que te aleje no ya de ese personaje sino de otras posibilidades. Cuando Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero asumieron el legado de Corto Maltés con Bajo el sol de medianoche (aquí, su reseña), se pusieron en esa situación. Y salieron airosos. Mejor que eso, incluso. Por eso llega la segunda oportunidad de lucirse con el personaje, Equatoria, y da la sensación de que han sabido dar un paso hacia adelante y mejorar el resultado del primer álbum. Quizá no sea tanto por la historia que urden, la búsqueda del espejo del Preste Juan, sino por el retrato que hacen del protagonista, especialmente en el primer tercio del libro, y por el formidable escenario africano, lidiando con el colonialismo de comienzos del siglo XX, que son los dos elementos que destacan con muchísima fuerza. Los nombres de los autores eran todo un aval antes incluso de empezar la lectura, pero el resultado de sus dos primeras tentativas con Corto Maltés nos lleva a pensar que este es el comienzo de una gran amistad con el personaje.
Probablemente es Díaz Canales quien más note que estamos ya ante el segundo álbum y que tiene a sus espaldas el buen recibimiento del primero. Escribe con más soltura y dinamismo, se permite el lujo de colocar escenas para disfrutar del carácter de Corto Maltés, de su afilada lengua, de su magnetismo, y hace que eso, su conversación inicial con la bella Aída, se convierta en el gancho claro y definitivo para que estemos dentro de la historia incluso sin saber en ese punto de qué va la cosa. Díaz Canales sigue con mimo la guía de Hugo Pratt y nos sirve en bandeja un relato muy bien documentado, dinámico e inteligente, con una colección de personajes más contenida que en su primera tentativa y por tanto con más carisma. Y eso además hace que los temas que quiere tocar queden expuestos de una manera más clara y completa. Y sobre todo es muy atractivo ver cómo la historia la van conduciendo dos mujeres, la mencionada Aída y la rebautizada Afra, dos mujeres que sacan de Corto elementos muy distintos pero a la vez complementarios. Ellas dos, siempre con su relación con el protagonista porque sin él no tendrían la misma relevancia (y eso es una magia narrativa que consiguen los buenos escritores), consiguen estar un escalón por encima que la historia de fondo y erigirse en lo más interesante de Equatoria.
Si decíamos que Díaz Canales parece haberse quitado un peso de encima mayor que Pellejero es porque el dibujante lo tenía, siempre entre comillas, un poco más fácil. Es más fácil entender el continuismo visual que el narrativo, al menos forma parte de una comprensión más directa, y Bajo el sol de medianoche entraba en el juego de esa manera. En Equatoria se mantiene esa continuidad y lo hace de una manera sobresaliente. En muchos momentos da la impresión de que, por el tipo de historia que se nos cuenta, destaca más en el blanco y negro de la edición especial que se ha hecho de este álbum que en la coloreada, la más comercial y difundida, pero en las dos se puede disfrutar de una manera muy interesante del dibujo de Pellejero, certero y eficaz en todo momento, tanto en la puesta en escena como sobre todo en las sutilezas emocionales que denotan las expresiones de los personajes. La forma en la que da vida a Corto con semejante economía de esfuerzos y líneas es impresionante, y no hay más que ver el final de su última escena con Afra para convencerse de ello. Por todas estas razones, es fácil concluir que Equatoria mejora el ya buen resultado de Bajo el sol de medianoche, es el verdadero pistoletazo de salida del Corto Maltés de Díaz Canales y Pellejero y un álbum más que recomendable, se tenga o no experiencia con el personaje.
Casterman publicó originalmente Corto Maltes. Équatoria en septiembre de 2017. No tiene contenido extra.
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