‘El libro de los cinco anillos’, de Kôji Kondô

Editorial: Quaterni.

Guión: Kôji Kondô.

Dibujo: Kôji Kondô.

Páginas: 216.

Precio: 14,50 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Octubre 2017.

Miyamoto Musashi escribió en el siglo XVII El libro de los cinco anillos, un tratado sobre estrategia militar que, en realidad, muchos han visto como una lección para la vida en general. Su influencia en la cultura japonesa es muy importante, y por eso no es extraño que el manga se haya fijado en esta obra. Lo que no es tan habitual es que esta versión de Kôji Kondô sea la segunda que nos llega a España en muy poco tiempo, después de que hace tres años nos llegara la que hicieron Sean Michael Wilson y Chie Kutsuwada (aquí, su reseña). La de Kondô, no obstante, tiene un mayor trabajo narrativo. Más que abordar el contenido de la obra de Musashi, lo que nos cuenta es cómo lo escribió Musashi, sin desdeñar por ello las propias enseñanzas del tratado. De esta manera, Kondô logra que la historia fluya, que tengan tanta importancia en ella el autor original y sus discípulos, que son en realidad quienes nos van conduciendo por el relato, los que propician que las enseñanzas del tratado cobren sentido. El mangaka parte de la anécdota para llegar a la enseñanza general y, de alguna manera, rinde así tributo a la parte más didáctica del libro al que se acerca. El libro de los cinco anillos rompe así el principal recelo que podría despertar a priori, y es que un tratado y una historia no son lo mismo. Kondô lo entiende y por eso su manga es tan entretenido.

La introducción que tiene el volumen, antes de adentrarse en la adaptación de cada uno de los cinco volúmenes de que se compone la obra original, nos marca el paso. Esto no es el tratado llevado a viñetas. Es una historia sobre ese tratado. Por eso engancha con tanta facilidad, con sus saltos en el tiempo, mostrando a su protagonista, en realidad casi un secundario, en varios momentos de su vida. Sus partes componen un todo y, en realidad como todo tratado que se precie, han de leerse en su totalidad para comprender la generalidad. Kondö se vuelca con todos sus personajes y hace que cada una de las partes tenga una importancia capital. Va construyendo no solo ya una historia, sino incluso su desenlace, lo que permite comprobar que admira profundamente el material en el que se basa. Siempre que se adapta algo tiene que ser así, pero cuando es un libro tan profundo y significativo como este, mucho más. Kondô no busca interpretarlo, sino construir a su alrededor. Carga su contenido de mitología, al reconstruir el mítico combate que, de alguna manera, sirve para edificarlo, y de realismo por las pequeñas anécdotas que revisten de contenido a cada capítulo antes de derivar hacia la enseñanza pura. El libro de los cinco anillos se convierte así en una expansión gozosa, muy entretenida y que a la vez mantiene la filosofía que le da vida.

El dibujo de Kondô también contribuye bastante a que todas esas sensaciones positivas confluyan en el juicio sobre su trabajo general. Visualmente, destaca por dos razones. Por un lado, con un trazo muy claro, consigue que el movimiento sea tremendamente fluido en las escenas de combate, algo que es fundamental ya que estamos hablando de un tratado que aborda las artes marciales. Por otro, y conecta con el anterior, su puesta en escena es fantástica. Las perspectivas forzadas que utiliza en algunos momentos hacen que sume espectacularidad a una propuesta que también es digna de alabar por el carisma del que dota a todos sus personajes, a quienes es fácil comprender ya desde un primer vistazo sin necesidad de caer en arquetipos. Que nadie se deje intimidar por el título, porque esta revisión de El libro de los cinco anillos es una que permite que cualquier tipo de público pueda disfrutarla. Está pensada para convencer desde sus personajes y desde la historia, no solo con sus enseñanzas. Y como ambas facetas se fusionan con mucha naturalidad, la valoración de este manga tiene que ser bastante positiva. Kondô ha encontrado una manera muy accesible de abordar una obra densa y profunda, manteniendo su carga filosófica, un cierto contenido poético y un ritmo bastante intenso, y eso no es algo fácil de conseguir

Home Sha publicó originalmente Go Rin no sho en 2010. El libro no tiene contenido extra.