‘Olympia’, de Bastien Vivès, Florent Ruppert y Jérôme Mulot

Editorial: Diábolo.

Guión: Bastien Vivès, Florent Ruppert y Jérôme Mulot.

Dibujo: Bastien Vivès, Florent Ruppert y Jérôme Mulot.

Páginas: 130.

Precio: 19,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Octubre 2015.

Procede advertir que, aunque no lo indique en el libro salvo en los créditos interiores, Olympia es la segunda parte de La gran odalisca. Pero como Bastien Vivès, Florent Ruppert y Jérôme Mulot escriben tan bien, imprimen tanto realismo, tanta diversión y tanto ritmo a su historia de ladrones que desde la primera página se borra de la mente el hecho de que es una secuela y casi no hace ni falta haber leído aquella primera obra. Algo tendrá Vivès si consigue que un trío de autores funcione tan bien con semejante facilidad, porque lo hace aquí siguiendo las vicisitudes de Alex, Carole y Sam pero también con la extraordinaria Last Man (aquí, reseña de su primer número), historias que nada tienen que ver en tono ni escenario, tampoco en género o en personalidad de sus protagonistas pero que tienen como característica común que se leen a una velocidad de vértigo. El enrome realismo que desprenden las tres protagonistas, tres mujeres de hoy en día a pesar del camino que han escogido para ganarse la vida, hace que esta sea una de las mejores historias de acción modernas protagonizada por féminas. Olvidémonos de personajes sexualizados o idiotizados, las mujeres de Vivès, Ruppert y Mulot son de carne y hueso hasta las últimas consecuencias y están tan bien escritas que parece imposible no disfrutar con ellas de la mejor de las maneras.

Lo más grande de Olympia está en que ninguno de esos dos elementos supera al otro, sino que se adaptan con una naturalidad sencillamente espectacular. Es, en primer lugar, una historia de robos divertida y dinámica, en la que sobresalen todos los elementos tradicionales del subgénero, tanto el plan para cometer el audaz atraco como las motivaciones personales por las que los ladrones, ladronas en este caso, tienen que trazar dicho plan. No hay tacha alguna por este lado, porque la construcción de la historia es meticulosa, sin obviar la tensión, la comedia y la espectacularidad necesarias para que el relato funcione de principio a fin. En segundo lugar, es un auténtico libro de texto sobre cómo escribir personajes femeninos, sin necesidad de convertirse en una reivindicación de género ni un manual feminista, y sin caer por supuesto en la feminización de arquetipos masculinos o en la idealización de sus sueños eróticos. Alex, Carole y Sam son mujeres, tan atractivas en lo físico como reales en todo, en sus cuerpos pero también en su manera de ser, de actuar, de pensar y de hablar. Olympia no es una historia masculina protagonizada por mujeres. Es, sencillamente, una de esas pequeñas maravillas que te hace pensar por qué es tan difícil que el cine consiga personajes así para sus grandes blockbusters.

El estilo de dibujo de Olympia, continuación natural de La gran odalisca, es muy del gusto de Vicès, algo que se puede comprobar comparándolo con sus otras obras corales o las que produce individualmente. Trazo sencillo, a veces casi esquemático, pero con un sentido del movimiento y de la acción que oscila entre lo notable y lo sobresaliente. Quizá la alusión al cine del anterior párrafo merezca la pena también extenderla al dibujo, porque Vivès, Ruppert y Mulot, desde la más que sugerente portada del libro (y que es, en realidad, un precioso guiño a un diálogo que hay en la historia más que la habitual descripción de una escena concreta), consiguen imprimir un movimiento increíble a cada secuencia, incluso a las que no apuestan por una secuencia más realista. Es otro rasgo más que acentúa la verosimilitud de la historia. No importa que el clímax derive en una alocada huida, no hay nada imposible de creer con lo bien narrado que está. Olympia es uno de esos tebeos, como La gran odalisca, que se devoran más que leerse, que se disfrutan sin complejos y que demuestran que no hay límites, ni formales ni argumentales, a la hora de dar buenos papeles a personajes femeninos. Como no abundan, es obligado destacarlo, pero el día en que eso ya no haga falta Olympia seguirá siendo un tebeo vibrante y brillante.

Dupuis publicó La grande Odalisque 2. Olympia de forma simultánea a su lanzamiento en España, en noviembre de 2015. El libro no tiene contenido extra.