Editorial: Norma.
Guión: Juan Díaz Canales.
Dibujo: Rubén Pellejero.
Páginas: 96.
Precio: 19,50 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Octubre 2015.
Hugo Pratt nos dejó en 1995, con tan solo 68 años y seguramente mucho Corto Maltés en la cabeza. El último álbum del personaje vio la luz en 1992. Y han tenido que pasar 23 años para que este mito del cómic europeo vuelva a ponerse de actualidad, curiosamente de la mano de dos autores españoles, Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero, que han tenido el valor de afrontar la titánica tarea de estar a la altura del brutal legado de Pratt. No es una operación nueva, ni mucho menos, ya que hemos visto en los últimos años como otras grandes figuras del tebeo francófono volvía a cobrar vida más allá de sus creadores, algo habitual en Estados Unidos pero que en Europa cuesta bastante más. En esta ocasión, Bajo el sol de medianoche confirma dos cosas. En primer lugar, que tanto Díaz Canales como Pellejero son dos estupendos autores, curtidos en mil batallas, y que saben perfectamente qué tienen entre manos. En segundo lugar, que sin los nombres de estos dos autores en la portada y dándole este álbum a un lector que haya leído otras aventuras de Corto Maltés de forma aleatoria, podríamos comprobar que hay una continuidad formal y de estilo bastante notable. De esta forma, Bajo el sol de medianoche no es un punto y aparte sino una continuación natural de una serie, que no de una historia, que rompe las barreras del tiempo y de la autoría.
Lejos de querer saltarse las normas de Pratt, que quiso que su personaje desapareciera en la Guerra Civil española, Díaz Canales busca momentos por narrar en la trayectoria de Corto Maltés y sitúa la acción en 1915, diez años antes que su último álbum, Mu, y precisamente después de los acontecimientos del primero que se publicó, La balada del mar salado, de 1975. La gran ventaja con la que juega el escritor es que sólo hay doce álbumes firmados por Pratt, lo que le da mucho margen para encontrar momentos y situaciones que se adapten a sus propósitos. En este caso, lleva al mítico marino a cumplir un encargo de su amigo Jack London, el escritor. De esta manera, el tributo a la época está servido, pero también un guiño aún más claro a la vertiente aventurera y viajera de la serie, indispensable para sentirnos dentro del mundo de Corto, con sus cortantes diálogos y su enorme seguridad. Díaz Canales adopta una narración clásica, que sabe disponer de los elementos más característicos de Corto Maltés, aprovechando las virtudes del personaje y de la época, haciendo que los exóticos y cambiantes escenarios forman parte integral de la historia y no sean sólo excusas. Y se puede pensar que con algo más de riesgo, algo más de un Díaz Canales que no intentara seguir al pie de la letra los dictados imaginados de Pratt, la historia habría crecido, pero la aproximación es notable.
Sucede lo mismo con el dibujo de Rubén Pellejero, pero no estamos ante un calco. No se pretende aquí lo mismo que, por ejemplo, con Astérix. Didier Conrad quiso en Astérix y los pictos (aquí, su reseña) y El papiro del César (aquí, su reseña) que su arte se mimetizara con el de Albert Uderzo. Pellejero, siendo enormemente respetuoso con la línea de Pratt, sigue siendo un Pellejero reconocible. Falta también algo de riesgo, pero no por comodidad, sino por fidelidad. No hubiera sido inteligente un cambio radical con respecto al dibujo de Pratt ya en el primer álbum del que se encarga Pellejero, y aún así en la parte gráfica sí se distingue algo más que el creador de Corto Maltés no está detrás de esta aventura. Con una espléndida iluminación y una puesta en escena notable, el ilustrador nos hace sentirnos dentro de la historia y hay mucho esfuerzo en que la sencillez se convierta en la mejor arma del dibujo de Pellejero. Bajo el sol de medianoche es una inmejorable oportunidad de descubrir y de redescubrir a Corto Maltés. Tan importante es lo primero como lo segundo, porque Díaz Canales y Pellejero han sabido crear un álbum apto para aficionados, para nostálgicos y para lectores ávidos de descubrir a un personaje que, siendo para ellos nuevo, es historia del cómic. Historia viva de nuevo y por fin.
Casterman publicó originalmente Corto Maltese. Sous le soleil de minuit de forma simultánea a la edición española, en octubre de 2015. El contenido extra lo forman un portafolio comentado de bocetos y un artículo sobre el regreso de Corto Maltés con declaraciones de Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero.