Guión: Kieron Gillen.
Dibujo: Salvador Larroca.
Páginas: 32.
Precio: 2,50 euros.
Presentación: Grapa.
Publicación: Octubre 2015.
Hay dos problemas en este sexto número de Darth Vader. El primero es que la historia se asoma a los mismos terrenos pantanosos de la nueva trilogía de George Lucas. Si acontece antes de lo que habíamos visto, ¿cómo es posible que la tecnología parezca mucho más avanzada? Sucede cuando Vader se enfrenta a una serie de ciborgs armados con sables de luz que se acercan mucho más al General Grievous que a la propia evolución de Anakin Skywalker cuando abrazó el Lado Oscuro. El segundo, que la mejor escena de todo lo que llevamos en la serie, la que invita a poneros en pie y aplaudir, con mucha más fuerza si el lector es aficionado del Star Wars más clásico, ya la hemos visto en la serie madre de la franquicia desde que regresó a Marvel. Eso, un clímax emocional, sustituye al espectacular que podría demandar cierta parte del público, y haberlo visto ya supone un obstáculo para su más absoluto disfrute. Lástima, porque Kieron Gillen y Salvador Larroca parecen sacarle más partido a ese instante del que ya le sacaron Jason Aaron y John Cassaday, precisamente recuperando recuerdos esenciales de Anakin, que coinciden con algunas escenas de La venganza de los Sith, y que suponen una fusión espléndida del cuerpo emocional de este Darth Vader con los acontecimientos que vimos en El Imperio contraataca.
De esta manera, vuelve a hacerse patente que la pretensión del Star Wars de Marvel es reivindicar la trilogía clásica, un claro intento de reforzar esa nostalgia por la que se apuesta en este resurgir de la Fuerza desde que Lucasfilm es propiedad de Disney, pero sin dejar de lado en absoluto a la segunda trilogía que rodó Lucas. Larroca se convierte en un dibujante perfecto para crear esa mezcla, con una versión de Darth Vader que sigue siendo excepcional. De nuevo al evaluar su trabajo hay que poner en duda la mezcla de tecnologías clásicas y modernas, pero Larroca logra que el conjunto funcione francamente bien. Donde está menos logrado este número es en las expresiones humanas, especialmente en las del Emperador, que no terminan de convencer en algunas viñetas sobre todo en comparación con lo bien que el español ejecuta rostros no humanos. Lástima que los secundarios encabezados por Aphra, que han tenido momentos de gloria en números anteriores hayan quedado tan al margen del corazón central de este aparente cierre de un primer arco argumental que, eso sí, es más emocional que físico. Darth Vader, con todo, sigue caminando con paso firme, sabiendo explorar rincones del universo de Star Wars que resultan apetecibles para cualquier aficionado, tanto los clásicos como los que busquen ahora una entrada asequible a la saga.
Marvel publicó originalmente el número 6 de Star Wars: Darth Vader en junio de 2015. El único contenido extra es la portada de Adi Granov.