Guión: Eve Mae.
Dibujo: Eve Mae.
Páginas: 168.
Precio: 22 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Julio 2015.
De vez en cuando, en España se ven unos atisbos de industria del cómic que parecen abrir nuevos caminos que ya se vienen transitando desde hace años en otros medios y en otros países. Hacker épico es la primera novela gráfica de Eve Mae, una autora tan joven como interesante que ya ha tenido la oportunidad de trabajar para Marvel, lo que ya de por sí es una buena carta de presentación. Pero es, además, la adaptación de una novela que, entre otras cosas, es también española. Difícil de ver en nuestro país, y por eso la satisfacción es mayor durante la lectura y en su posterior reflexión. Eve Mae consigue sobre todo que los personajes, y en especial su protagonista, Ángel, tengan el carisma necesario para sostener la historia, tanto desde un punto de vista psicológico (algo que es un tanto que de alguna manera podría apuntarse la novela en la que se basa el cómic) como desde el aspecto visual. Aceptado el continuo lenguaje técnico e informático que puebla las páginas de la historia, Eve Mae sabe imprimir un buen ritmo a su narrativa y convence mucho más cuanto más detalles es capaz de poner en las viñetas, también en la recreación de escenarios reales, que es otra de las características de esta historia, un buen thriller informático y político que se lee con mucha facilidad a pesar de su extensión.
Sólo hay un detalle que ralentiza ligeramente el ritmo de la historia, y se ve con más facilidad en las primeras páginas. Eve Mae quiere evitar el narrador omnisciente y los cartuchos de texto y por ello vuelca toda la información en Ángel, en sus pensamientos y en sus palabras. Ahí es posible que pierda algo de ritmo la narración y de realismo la historia, pero en cuanto que los secundarios asumen su papel, en especial Marcos, ese problema se diluye hasta desaparecer. Es verdad que no era una cuestión fácil de evitar ya desde el origen, porque Ángel asume muchos movimientos en solitario necesitados de explicación, pero la fórmula escogida no es perfecta. Es el único lunar posible, porque una vez la historia arranca de verdad es fácil encontrar el carisma que Eve Mae da a los personajes y a la situación que narra. No hay grandes hallazgos narrativos, porque la historia sigue los cánones bastante habituales del género, pero su desarrollo es bastante notable y creíble, con las suficientes pinceladas de thriller político pero sin llegar a convertirse en un tratado sobre corrupción política, algo que no quiere ser. Lo que busca, y consigue, es ofrecer una historia de misterio y acción de base realista y de personajes que generen empatía desde el primer minuto, y eso fluye con facildiad desde la introducción del interés romántico de Yolanda, a la vez desencadenante de la trama.
Como ilustradora, Eve Mae apuesta generalmente por una estructura de página bastante clásica, y lo cierto es que cuando la rompe consigue efectos muy impresionantes e incluso las mejores páginas de la novela gráfica, como cuando Ángel entra en el piso de Yolanda, en la pesadilla del protagonista o en el viaje en coche de Marcos bajo la lluvia. De hecho, esa es una de las muestras de que la complejidad es algo que le sienta francamente bien a sus lápices. Cuando los escenarios son más complejos (y eso es algo que se vincula a la recreación de lugares reales como la Gran Vía de Madrid, otro de los aciertos de Hacker épico), el dibujo de Eve Mae parece mucho más maduro e interesante que cuando apuesta por una sencillez casi minimalista en los fondos. Los personajes funcionan francamente bien, y los grises que aplica a la página ayudan a construir la atmósfera que necesita la historia. Hacker épico cumple así con las dosis de entretenimiento para las que está pensado. Una historia intensa, unos personajes realistas, un toque de actualidad tanto por el lado político como por el informáticos y un buen acabado gráfico hacen que sea una de esas lecturas de escapismo que se agradecen precisamente por la honestidad con la que se construyen, puede que con sencillez pero desde luego sin trampas.
El único contenido extra lo forman sendas introducciones de Chema Alonso y los autores del libro en el que se basa el cómic, Alejandro Ramos y Rodrigo Yepes. Hacker épico se puede comprar en la web de la editorial, este el enlace para acceder a la tienda.