‘Dead Body Road’, de Justin Jordan y Matteo Scalera

Editorial: Planeta Cómic.

Guión: Justin Jordan.

Dibujo: Matteo Scalera.

Páginas: 152.

Precio: 15,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero 2015.

Lo que cuenta Justin Jordan en Dead Body Road es una historia de venganza. Nada terriblemente original, ni por la forma ni por el fondo, ni por el entorno ni por los personajes, pero sí algo muy efectivo, porque este tipo de historias funcionan casi sin querer. En la segunda página se ve el cadáver de la persona que el protagonista de la historia quiere vengar, después de aparecer en la tercera página por primera vez. Y a partir de ahí se desata la acción los diálogos con chispa, las muertes violentas y las alucinantes persecuciones de coches. Eso último, destacado hasta la saciedad en los textos de Jordan que acompañan a esta edición, es lo que hace que Dead Body Road no sea una historia más. Matteo Scalera lo borda. Da un movimiento a esas secuencias automovilísticas que no son nada habituales en el mundo del cómic, hace que el lector vibre, que sienta la velocidad, que se vea inmerso en esa situación límite y que se le dispare la adrenalina. Y todo ello sin efectos de sonido, sin 24 fotogramas por segundo, sin el poder del cine. Lograr esas sensaciones en un tebeo, con su bidimensionalidad, es algo verdaderamente asombroso. Scalera lo hace y por eso Dead Body Road sobresale de la media. Luego pueden gustar más o menos los personajes del efectivo guión de Jordan, pero eso es más que suficiente para disfrutar de la lectura.

Más allá de la presencia del logotipo, no hay muchas referencias en el volumen a que Dead Body Road es un título de Skybound, el sello creado por Robert Kirkman para Image. Y en el fondo es interesante conocer esa procedencia, que explica parcialmente la ausencia de límites en las pretensiones de Jordan. Lo mejor de su trabajo pasa por ir directo al grano. La venganza y la violencia están presentes desde la primera página y llegan hasta la última, donde la perspectiva cambia por completo pero de la forma más natural posible, redondeando las ambiciones temáticas de la historia, incluyendo la redención, que es lo se cuela con más facilidad entre la ausencia de límites del relato. Lo que está fuera del marco que ha escogido Jordan no le interesa al escritor, no hay un pasado, no hay flashbacks, no hay explicaciones de los vínculos previos. Y eso, lejos de sumir a la historia en un caos o en una ausencia de motivación, da al tebeo una capacidad de concreción muy divertida, que encaja francamente bien con la versión casi bufa que hay de algunos de los momentos más desagradables. Dead Body Road es exactamente lo que anticipa su curioso títulos, una carretera llena de cadáveres. Nada más. Pero también nada menos, porque eso no supone menoscabar en ningún caso el resultado del tebeo, entretenidísimo de principio a fin.

Con esa descripción, no obstante, también queda claro que sus principales éxitos están en su parte gráfica. Insistir en la forma en que dibuja las persecuciones en carretera que hay en el tebeo es fundamental para entender el soberbio trabajo de Matteo Scalera. Y como hay varias, a cada cual más salvaje y divertida, no hay casualidades en este dibujo. Además, Scalera traslada esa sensación frenética a las escenas de pelea, haciendo que los movimientos de sus personajes sea tan activo como el de sus vehículos. Y aunque la velocidad sea la principal característica a destacar en las ilustraciones, lo cierto es que también destaca el enorme carisma con el que impregna a sus protagonistas, a los que deja algunos rasgos con una cierta suciedad de trazo que ayudan a crear la atmósfera truculenta que necesita el tebeo. No hay buenos tipos en Dead Body Road y el dibujo contribuye a afianzar ese pensamiento. Dibujar la mezquindad, en grados tan diferentes como distintos son los personajes que desfilan por el tebeo, y que eso parezca real no es un trabajo nada fácil. Scalera es el arma más poderosa de esta miniserie, trepidante, con divertidísimos toques macarras y sin más pretensiones que las de forjar un thriller potente y entretenido que explota lo que funciona en el género a nivel narrativo y de personajes para dejar que los grandes hallazgos se condensen en sus ilustraciones.

El volumen incluye los seis números de Dead Body Road, publicados originalmente por Image entre diciembre de 2013 y mayo de 2014. El contenido extra del libro lo forman las portadas originales de Matteo Scalera, una introducción del director editorial de Slybound, Sean Mackiewicz y varios textos del guionista de la obra, Justin Jordan.