Uno de los autores a los que pudimos entrevistas en Expocómic es el dibujante Alberto Jiménez Alburquerque. Su último trabajo publicado en España es Ella (aquí, su reseña), la adaptación de la conocida novela de Henry Rider Haggard, que se adapta fenomenal a su estilo detallado y algo caricaturesco, pero si por algo se le está empezando a conocer de verdad en el mundo del cómic es por una serie escrita por Charles Soule, Letter 44, sobre todo en Estados Unidos (en España parece que nos queda muy poquito para verla). Es un dibujante espléndido y un tipo con el que da gusto charlar. Aquí lo hacemos sobre todo sobre Ella, sobre cómo creo esta apetecible historia de aventuras, y de paso nos cuenta alguna cosa sobre su pequeña participación en Bandette (aquí, su reseña) y sobre lo que ocupa su tiempo ahora mismo.
¿Cómo recibes el encargo de hacer Ella y cómo fue el trabajo, el proceso, los plazos, etc.?
Yo ya estaba trabajando con Soleil, ya había hecho cuatro álbumes y una historia corta con ellos. Una vez terminé el último álbum pregunté qué es lo siguiente, y el editor me propuso el proyecto ya con guionista, guión aprobado y estaban buscando dibujante. Yo terminé el álbum y empecé directamente con el primero de Ella. Plazos, los normales en Francia: un álbum por año y si vas más rápido mejor. Sin problemas, un periodo de adaptación de diez o doce páginas en las que el editor y yo estuvimos encontrando un estilo para la serie y nada más. Después de esas diez primeras páginas fue todo rodado, muy bien.
¿Habías leído la novela de Haggard en que se basa o visto alguna de las adaptaciones al cine que se han hecho, en especial la de la Hammer de 1965 con Ursula Andress y Peter Cushing?
No. Conocía a Haggard por supuesto, pero no había leído la novela y no había visto las películas, ni la serie de los 60. Y no quise verlas, porque no quería influencias externas y que nadie dijera que esto se parece un poquito a tal cosa. Como no quería ese tipo de suspicacias, preferí no verlas y si algo se parece a la original es pura casualidad. De hecho, nadie me lo ha dicho.
¿Qué influencias tuviste entonces para crear este mundo?
Influencias como tal, un poco lo que todo dibujante: otros dibujantes, otros tebeos. En cuanto a películas, tenía un aire muy de aventuras, entonces las películas de aventuras que me gustan, sobre todo las de Indiana Jones. Luego haces búsqueda de documentación, la época, vestimenta y demás. El proceso de documentación habitual, mirar mucho África, paisajes africanos. Desgraciadamente a través de Internet, ya me gustaría a mí haber viajado a África para tomar referencias.
Teniendo en cuenta que Chouraqui es también un director de cine, no sé si eso implica que te diera más directrices a nivel visual.
Nada, él me pasó el guión, un guión técnico normal, dividido en páginas y viñetas y nada más. Con él no he tenido un contacto muy, muy estrecho y no ha sido diferente a trabajar con otros guionistas, la verdad. Ha sido el proceso habitual que he vivido hasta ahora, no sé si por suerte o por desgracia. Yo he hecho lo que más o menos veía y él aprobaba las páginas, yo siempre envío las páginas para el aprobado del editor y del guionista, y siempre ha estado contento con el resultado. Así es como hemos ido funcionando. El guión del primer número lo recibí entero, el segundo y el tercero lo fui recibiendo por partes.
Has hablado antes de ir definiendo el estilo, y hay un detalle que me parece interesante. Es una historia en la que la belleza física del personaje femenino principal lo marca todo. Teniendo tú un estilo que tiene un toque de caricatura, ¿eso supone un reto o una dificultad añadida?
Para mí fue más reto dibujar un álbum y medio de un personaje con un velo que un personaje bello. No sé si he dibujado a una protagonista femenina bella o no, para mi gusto sí, evidentemente, y espero que para el lector también, pero al final ya sabes que lo de la belleza depende mucho. Lo he hecho a mi gusto realmente, lo que yo considero que en cómic queda bonito. Dentro de lo que soy capaz de hacer, claro, veo bonitas muchas otras cosas pero no hago esos estilos. Dentro de mi estilo, sí. Pero el reto para mí es buscar expresiones, formas de expresarse para un personaje que lleva tapada la cara durante ochenta o noventa páginas de 150, eso es mucho más complicado.
Me encantan los escenarios que dibujas en Ella, me parece que toda la historia tiene una ambientación espectacular, tanto las escenas urbanas como las que ocurren en la selva o en las cuevas. ¿Cuánto es documentación y cuánto es intuición?
Para los paisajes urbanos del Londres de finales del XIX busqué documentación, sobre todo online, sí que busqué referencias. Espero haber sido lo más fiel posible, que al final es lo que intentamos hacer. También es verdad que metes las referencias en tu estilo, no he dibujado cada ladrillo y cada grieta, pero sí que he intentado poner las cosas en su sitio. En la primera página sale la catedral de San Pablo y es la catedral de San Pablo, no me la he inventado. Los paisajes africanos no están inventados, he buscado referencias fotográficas, pero al final te dan un poco más de juego, porque es sabana, es bosque, es desierto, y eso te da un poco más de juego para poder hacer tus estilos, tus giros propios. Si haces trampa es más difícil que te pillen que si haces trampa en una ciudad que existe de verdad. Aunque no he hecho trampa, ¿eh?
Hay otro detalle que me sorprende, y es que Ella es una historia cargada de épica e igual hacer muchas viñetas grandes es caer en esas trampas que mencionas, pero tú no lo haces. Sí en la parte del final, pero en general trabajas con viñetas muy pequeñas y no con muchas splash pages…
Me encantaría que hubiera más splash pages. De hecho, el primer número tiene dos y cuando las vi en el guión yo alucinaba, porque pensé que no había visto eso en un cómic francés más que a unos pocos autores de mucho renombre que se lo pueden permitir. Me lo pasé como un enano haciéndolas, pero es verdad que al final el cómic francés sigue unos códigos muy diferentes al del cómic norteamericano, sobre todo hace unos años. Hoy en día se están adaptando más y abriéndose a otros estilos. Pero las viñetas pequeñas son un infierno, porque son pequeñas pero tienes que poner todas las rayas, ¿sabes? Al final, el cómic francés sale una vez al año y entonces el lector francés quiere que ese tebeo que se compra y sale una vez al año tenga mucho detalle, mucho texto, mucho que leer, para que la espera de un año merezca la pena. Te tienes que adaptar. Yo vengo de una cultura de cómic americano, aunque lleve diez años trabajando en el mercado francés, y adaptarme a ese tipo de narrativa me costó bastante, pero el mercado te obliga. Tienes que adaptarte a lo que te pide el lector.
Como dibujante, ¿diste alguna indicación sobre el color o es todo trabajo de Sandrine Cordurie? ¿Qué te parece el resultado final?
Me gusta respetar mucho la creatividad de los demás miembros del equipo. La colorista tenía directrices muy claras de parte del editor. Yo en algún momento he visto alguna cosa que he dicho «oye, mira, Sandrine, mírame esto o mira lo otro», pero normalmente dejo hacer porque sé que ella sabe más que yo de lo que está haciendo. Puedo tener un gusto más o menos próximo al suyo, pero sé que lo que hace lo hace sabiendo lo que hace. Dejar hacer a menos que haya algo que me rechine mucho. Las directrices de color venían de arriba, órdenes del jefe, yo no tengo nada que ver.
Has trabajado para la industria europea, con Soleil, y para la americana, sobre todo con Oni Press. ¿Diferencias? ¿Ventajas de una sobre la otra?
A nivel artístico la verdad es que ninguna. He tenido mucha libertad en ambas, no he tenido problemas graves de impagos, de pérdida de páginas… Nada. Oni Press es una empresa muy pequeñita comparada con los grandes gigantes, es una editorial bastante familiar y en ese trato con el autor también son así. Soleil igual no tanto, aunque dentro de Soleil cada editor tiene como su propia familia, por decirlo así. Tú no dices que trabajas para Soleil, dices que trabajas para Jean-Luc Istin. Entonces ya saben que estás en un ámbito familiar de ciertos autores, de cierto estilo de dibujo, de cierto estilo de cómic. Y Oni Press es un poco parecido en ese aspecto, porque son cuatro o cinco personas las que llevan la empresa. Fui al lanzamiento a Nueva York el año pasado de la serie y prácticamente conocí a todas las personas con las que había estado hablando por e-mail y les puse cara a todos. Al final es un trato bastante cercano y bastante próximo en casi todos los casos.
Tengo que preguntarte también por el relato corto que hiciste para Bandette. No siempre puede un autor colar su firma en un libro que tiene la etiqueta de “ganador de un premio Eisner”…
Me lo pasé como con las splash pages. Yo conozco a Paul (Tobin) y a Colleen (Coover) personalmente, soy colega de Steve Lieber y estuve allí tres semanas en Portland, compartiendo estudio con ellos y surgió una relación con él bastante especial. Él desde el primer momento me dijo que quería trabajar conmigo. Cuando me propuso hacer tres páginas para su tebeo online dije «dónde firmo». Lo del Eisner, yo no tengo nada que ver, claro, me hace una ilusión tremenda, me alegro un montón por ellos porque son gente de puta madre, que se lo curran muchísimo y que hacen un tebeo muy entretenido. Me dieron la oportunidad de trabajar con ellos, de hacer lo que quisiera, y me lo pasé muy bien. De hecho, en una de las páginas están ellos caricaturizados dentro de mi estilo, están Paul y Colleen, los otros miembros del estudio. Son pequeños guiños de colegueo que demuestran que trabajas muy a gusto y estás muy, muy, muy bien con ellos. Son gente maravillosa.
Y para acabar, ¿en qué estás trabajando ahora? ¿Cuál es el próximo tebeo tuyo que vamos a ver por aquí?
Sigo con Oni, sigo con Letter 44, va para adelante, ahora mismo estoy a mitad del número 15. Parece que está funcionando razonablemente bien para ser de una editorial pequeña. Sé que el guionista tiene mucho que ver, que Charles Soule tiene mucho tirón en el mercado y eso ayuda mucho a la serie, pero al final es lo que hace que pueda seguir trabajando, por suerte, con él y con la editorial. Va a salir publicado en Francia a mediados del año que viene, posiblemente en España, así que estupendo. Aparte, mantengo el contacto y el trabajo con el mercado francés, estoy haciendo un álbum para Glénat, estoy a punto de terminarlo, es el tomo 2 de una serie que el dibujante dejó en el tomo uno. Se llama Inca. Hizo el tomo 1 y no sé qué pasó, que no siguió y me ofrecieron el tomo 2. Es lo que tengo de momento, un cómic mensual en Estados Unidos y el álbum en Francia cuando voy pudiendo tener tiempo.