‘Lulú. Mujer desnuda’, de Étienne Davodeau

Editorial: La Cúpula.

Guión: Étienne Davodeau.

Dibujo: Étienne Davodeau.

Páginas: 164.

Precio: 24,50 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Abril 2014.

Étienne Davodeau arranca Lulú. Mujer desnuda asegurando que la historia que narra es pura ficción y que las coincidencias con la realidad son puro azar. Aunque la advertencia la haga el autor, sería bueno que la hicieran también los lectores, los críticos, todos los que se acerquen a esta obra. Porque el relato rezuma tanta sinceridad, verdad, sencillez y sentimiento que, efectivamente, puede pasar sin problemas por una historia real. Davodeau, un experto cronista social, se transforma aquí en un cronista del alma. Y para complicar aún más su trabajo, del alma femenina, optando además por una mujer que se aleja de las protagonistas habituales de cualquier historia de ficción. Se trata de una mujer de unos cuarenta años, madre de tres hijos, esposa de un hombre alcoholico y poco comprensivo, tratando de volver al mercado laboral después de años dedicada a su familia. Y al no lograrlo, algo cambia en su mente y decide no volver a casa. Decide vivir una aventura. No necesariamente en el plano sexual, que también, sino en el vital. Decide volver a ser ella misma. O quizá sea más acertado decir que decide ser ella misma por primera vez. La historia es valiente y decidida, todo un canto a la vida y un grito de rebeldía ante las convenciones sociales.

Y Davodeau, además, usa una estructura circular que hace que la historia crezca todavía más. Porque arranca en el final del relato y porque éste está contado por todos sus amigos y por su hija mayor, nunca por la protagonista. Es decir, que el relato se va tejiendo a base de flashbacks en torno a una reunión nocturna sobre la que planea un ambiente triste y melancólico. El autor francés avanza en torno a una tragicomedia espléndida. Es, efectivamente, un relato sobre la vida, y la vida no siempre es feliz, como tampoco es siempre amarga. En las semanas que narra Mujer desnuda, Lulú vive prácticamente de todo y se descubre como una persona nueva, una que es capaz de sorprender a todas las personas que creían conocerla, a sus amigos, a su marido y a su hija. Todos reconocen a Lulú en las historias que van contando, pero al mismo tiempo se dan cuenta de que nunca la habían visto así. Con eso, Davodeau logra algo terriblemente difícil, que es hacer creíble a una mujer que repentinamente ha cambiado. El lector reconoce a la Lulú que ven sus amigos, pero también a la que él está viendo en esos flashbacks. Y describe cada situación con una precisión y una sinceridad envidiables.

Como dibujante, Davodeau puede presumir de dos habilidades. La primera, su regularidad. Nunca dibuja nada que desentone en el tono de sus historias, no hay malas viñetas, no se ven decisiones equivocadas y todos los personajes son siempre reconocibles. Quizá no sea un dibujante memorable, pero la sencillez de su trazo le permite ir tan lejos como quiera para transmitir sus historias, lo que no es poca cosa. La segunda cualidad es la sinceridad. Esta  es vital porque precisamente lo que quiere contar es una historia que desborde realismo desde el punto de vista más íntimo y personal, y para eso un autor ha de ser obligatoriamente sincero. Las figuras de Davodeau lo son con la misma intensidad que sus palabras, y eso hace que nada distraiga de lo importante de Lulú. Mujer desnuda, el retrato de sus personajes y en especial de la mujer que da título a la obra. Y la narración, que siempre es mejor de lo que puede parecer en un primer vistazo. Davodeau, que utiliza mucho texto para que la historia avance, se muestra además como un maestro a la hora de gestionar los silencios. Esa es una de las muchas formas en las que consigue que esta novela gráfica en dos partes sea tan tierna y agridulce como pretende serlo. Una obra a descubrir y a recomendar.

Futuropolis publicó originalmente los dos volúmenes de Lulu Femme Nue en noviembre de 2008 y marzo de 2010, y el recopilatorio en enero de 2013. Antes de esta edición integral, La Cúpula ya publicó los dos volúmenes de Lulú. Mujer desnuda en marzo y mayo de 2010. Esta edición no tiene contenido extra.