Título original: Captain America: The First Avenger.
Director: Joe Johnston.
Reparto: Chris Evans, Hayley Atwell, Hugo Weaving, Sebastian Stan, Tommy Lee Jones, Dominic Cooper, Neal McDonough, Stanley Tucci.
Guión: Christopher Markus y Stephen McFeely.
Música: Alan Silvestri.
Duración: 124 minutos.
Distribuidora: Disney.
Estreno: 22 de julio de 2011 (Estados Unidos), 5 de agosto de 2011 (España).
Capitán América. El primer Vengador llegó a los cines como el último aperitivo basado en un personaje de Marvel Comics antes de Los Vengadores, que se estrenó en mayo de 2012. Y es una de las claves temáticas, argumentales y visuales de la posterior película de Joss Whedon. Joe Johnston dirigió un gran espectáculo de aventuras con toques de fantasía y ciencia ficción, con un espléndido reparto, encabezado por Chris Evans, Hugo Weaving y Tommy Lee Jones, con un guión sólido y unos deslumbrantes efectos especiales. Cabe recordar que antes de que los superhéroes se convirtieron en uno de los argumentos de moda en Hollywood, Capitán América ya fue una película. Dirigida por Albert Pyun en 1990, con Matt Salinger interpretando al héroe y Scott Paulin dando vida a su rival, Craneo Rojo, es uno de los títulos más olvidables y nefastos del cine de superhéroes. El personaje demandaba una adaptación de más nivel. Iron Man y su secuela (de Jon Favreau), El increíble Hulk (dirigida por Louis Leterrier para olvidar el decepcionante intento de Ang Lee en Hulk) y Thor (de Kenneth Branagh) fueron los precedentes de Capitán América. Todas ellas se mueven en parámetros cercanos y en un tono similar. Y todas comparten un hilo argumental común, que ha venido apuntándose en las escenas tras los títulos de crédito que tienen todas estas películas. El objetivo es crear, como en el cómic en los años 60, un universo único y pionero.
El comienzo de Capitán América muestra dos personajes antagónicos. Por un lado, Johann Schmidt (Hugo Weaving) es una figura poderosa que ansía más poder del que ya tiene, más dominio, buscando reliquias de gran poder, en principio para los nazis pero en realidad para satisfacer sus propias ansias. Por el otro, Steve Rogers es un joven enclenque que intenta sin éxito alistarse en el Ejército para poder unirse a la lucha. Hasta que da con un científico que ha desertado de la Alemania nazí y que ve en él posibilidades para convertirle en el primer sujeto en formar parte de un programa para crear supersoldados, el mismo que experimentó con Schmidt en su país. Joe Johnston, director entre otras de entretenidas películas de aventuras como Rocketeer (una buena base argumental para ésta, por su procedencia de un cómic y por ser una película que se ambienta prácticamente en la misma época) o Jumani, al igual que de la infame El hombre lobo (principal temor del aficionado, pues esa fue su anterior película), consigue un espectacular producto veraniego de mucha categoría. A grandes piezas de acción une un magnífico desarrollo de los personajes, según el trepidante guión de Christopher Markus y Stephen McFeely (responsables, entre otras, de las tres entregas de Las Crónicas de Narnia), que muestra un gran respeto, con las lógicas modificaciones para actualizar el personaje, el origen del Capitán América.
Chris Evans, tras haber dado vida a un personaje de cómic diametralmente opuesto a éste, la Antorcha Humana de las dos flojas pero de algún modo entretenidas películas de Los 4 Fantásticos, aprueba con nota en el reto de dar vida al Capitán América y también al Steve Rogers mucho más delgado y menos musculoso de la primera mitad de la película. Porque es a Evans a quien se ve siempre en pantalla, reducido digitalmente por los magos de los efectos especiales de Hollywood, que llevan años consiguiendo lo imposible. El trabajo de maquillaje es igualmente espectacular, permitiendo que Hugo Weaving sea perfectamente reconocible como Craneo Rojo. Weaving, que ya dio vida a un villano memorable en la saga de Matrix, está espléndido, aunque él mismo reniegue prácticamente de su aparición en este filme y haya mostrado más bien poco interés en retomar el personaje. Y está tan bien como el resto del reparto, que incluye nombres destacados como los de Tommy Lee Jones (ganador del Oscar por El fugitivo), Toby Jones (La niebla) o Stanley Tucci (The Lovely Bones). La chica, siempre presente en una película de cómic, es Hayley Atwell (vista en La duquesa o El sueño de Cassandra), y cumple con creces, logrando un hueco en el panteón de heroínas Marvel incluso sin tener que vestir un traje de látex.
Capitán América. El primer Vengador es una sencilla pero magnífica película de guerra, pues su historia acontece en el marco de la Segunda Guerra Mundial, pero también un muy buen relato de fantasía, que entronca no sólo con las demás películas de superhéroes Marvel (con guiños constantes, sobre todo, a Iron Man y Thor) sino con las ficciones que tienen a los nazis como villanos ya vistas en películas como las de la saga de Indiana Jones o Hellboy. La película tiene grandes escenas de acción, y un emocionante final, grandes y carismáticos personajes y un envidiable sentido del ritmo. Además, tiene el acierto de saber reírse de sí misma y del exagerado sentido patriótico en que podría haber caído un personaje como el Capitán América, en las escenas en el que el soldado se convierte en un elemento más de la propaganda americana para vender bonos de guerra. Es un notable final del extenso prólogo en cinco películas de la esperada gran película sobre el universo Marvel. Y por supuesto hay que atender al habitual cameo de Stan Lee y la participación de Samuel L. Jackson en la acostumbrada escena postcréditos del cine de Marvel, pensando ya en la película de Los Vengadores, cuyo primer avance también se puede ver como cierre de este filme.
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