‘La Torre Oscura. El largo camino a casa’

Editorial: Random House Mondadori / DeBolsillo.

Guión: Peter David (argumento de Robin Furth).

Dibujo: Jae Lee.

Páginas: 144.

Precio: 14,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Abril 2009.

El largo camino a casa es la segunda parte de la ampliación en el cómic de La Torre Oscura, la saga literaria que Stephen King inició en 1982. Como en la primera entrega, Peter David se encarga del guión basándose en una historia de Robin Furth, con dibujos de Jae Lee y color de Richard Isanove. Con las mismas constantes visuales de la primera historia, El nacimiento del pistolero, esta entrega consigue mejorar los buenos detalles del título anterior. En sentido estricto, ésta es una secuela directa de El nacimiento del pistolero, pues recoge la narración de las andanzas de Roland Deschain donde acabó la primera historia. No obstante, quizá pueda ser más acertado considerarla como la segunda mitad del mismo relato. Y es una segunda mitad que, si bien mantiene el mismo aspecto visual de su predecesora, va mucho más allá que aquella en otros terrenos. Lo primero que se puede decir de El largo camino a casa es que mejora mucho el ritmo de El nacimiento del pistolero. Las presentaciones ya están hechas y Peter David puede desarrollar un guión mucho más movido y espectacular, más directo al grano y más pendiente de la historia que de que el lector no se pierda. Por ello, hay más narración visual, más splash-pages y menos narración en off, igualmente valiosa cuando está presente pero menos necesaria como apoyo a la historia.

Esa mejora en el ritmo viene también dada porque esta segunda miniserie tiene apenas cinco números, por los ocho que compusieron la primera. Desde su hermoso inicio, que sirve como epitafio a Susan Delgado, el principal personaje femenino de El nacimiento del pistolero, hasta el ominoso y abierto final. Peter David convierte en un magnífico guión la historia de Robin Furth, mejorando lo que ambos habían logrado en la primera miniserie. Y es que esta vez el mérito es todo suyo, y no tanto de Stephen King, creador de La Torre Oscura, pues los acontecimientos narrados en El largo camino a casa prácticamente no aparecen en las novelas. De esta manera, el cómic consigue el doble objetivo de permanecer fiel al material original, lo que siempre permitirá a los lectores de las novelas acercarse a las versión en viñetas, e innovar para que el lector pueda disfrutar con una historia original. David ofrece una formidable narración doble: por un lado sigue a Roland en el mundo encantado del Pomelo de Maerlyn y por otro Alain Johns y Cuthbert Allgood cargan con él huyendo hacia Gilead de los Cazadores del Gran Ataud.

Si en el guión esta doble historia está contada con maestría, lo mismo se puede decir de su traslación a imágenes, sobre todo por parte del colorista Richard Isanove, quien da tonalidades muy diferentes a estos dos mundos, los rojos del interior del Pomelo y los grises y negros del mundo real, formando un bellísimo contraste que, con el continuo cambio de uno a otro, da aún más ritmo a la historia. Jae Lee vuelve a desplegar un dibujo espectacular, con la única y ya conocida pega de que apuesta demasiado por sombrear los rostros de sus protagonistas, restando capacidad emotiva a sus personajes. Lee, en todo caso, se mueve como pez en el agua retratando mundos y criaturas fantásticas, por lo que, dado que esta entrega está repleta de escenarios y criaturas imaginativas, no es descabellado decir que en esta miniserie mejora el trabajo que había hecho en la primera. El largo camino a casa consigue definir mucho mejor los personajes que apenas aparecían bosquejados en El nacimiento del pistolero, sobre todo los componentes del ka-tet de Roland, Alain y Cuthbert. También están mejor delimitados tanto los enemigos como la misión de Roland. E, incluso, a pesar de su brevedad y gracias a la evocadora escena inicial, el amor del pistolero hacia Susan Delgado, más apresuradamente retratado en la primera entrega a pesar de ser una de las tramas centrales.

Marvel Comics publicó los cinco números de El largo camino a casa, la segunda miniserie basada en el universo de La Torre Oscura, entre mayo y septiembre de 2008, un año después del éxito que cosechó con El nacimiento del pistolero. En el volumen editado por Debolsillo, de Random House Mondadori,  aparecen las ilustraciones de cubierta de los cinco números originales de Marvel, todas ellas dibujada por Lee. Faltan, como en El nacimiento del pistolero, las portadas alternativas, algunas con bocetos del propio Lee y otras a cargo de artistas como Lee Bermejo, Ron Garney o Mike Deodato Jr.