‘Karolus Magnus. El emperador de los bárbaros’, de Jean-Claude Bartoll y Eon

Editorial: Yermo.

Guion: Jean-Claude Bartoll.

Dibujo: Eon.

Páginas: 152.

Precio: 36 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Septiembre 2025.

La Historia es una espada de Damocles gigantesca que pende sobre cualquier creación que quiera tener una mínima base histórica. El rigor se ha convertido en un juicio salvaje, casi definitivo, sobre incontables obras, sobre todo literarias y, por encima de todo, cinematográficas. Ha llegado un punto en el que la libertad creativa no tiene ya terreno libre de crítica. Pero en el cómic no se da ese fenómeno. O, al menos, no resulta tan decisivo como en otras artes. Si lo fuera, probablemente Karolus Magnus. El emperador de los bárbaros no tendría sentido. Hay que entender el trabajo de Jean-Claude Bartoll y Eon como una fabulación abiertamente imaginativa de la historia de Carlomagno, y no de ninguna otra manera, porque de lo contrario vamos a estar tirándonos de los pelos de manera continua. Y ojo, son decisiones conscientes por parte de los autores, no hay fallo alguno en lo que nos cuentan. Mucho caos, eso sí, incluso una pretendida irregularidad que hace que el ritmo no sea constante e incluso que vivamos la lectura de los tres álbumes que conforman este volumen integral sin la necesidad de llegar a un final claro, contundente buscado… y, sí, histórico. Es más, Karolus Magnus puede darnos la sensación de darnos salida en un momento que no resulta definitivo y recordándonos que hay personajes con el mismo peso que el protagonista.

Quizá ahí esté la fuerza de Karolus Magnus, en la sorpresa buscada, en la ausencia de escenarios claros de confort o estructuras clásicas, por mucho que sea una serie en tres actos, en un buscado caos que, aunque pueda desconcertar en algunos momentos, quiere ser reflejo de la época que retrata y del personaje central que escoge. Bartoll busca todo esto porque entiende que es la mejor manera de que nos adentremos en un mundo que mezcla guerra, barbarie, alianzas y política casi como si todo fuera parte de un mismo todo, y que necesita de un cierto grado de fantasía para hacer que lo histórico luzca desde su punto de vista. No es, por tanto, una lección de Historia, sino un relato atrevido, que no tiene miedo en saltarse los libros de texto en aras de otros objetivos que, hay que decirlo, logra con cierta heterodoxia que, obviamente, marca mucho el público objetivo al que va dirigido el cómic. Hay un cierto juego de engaño en ese sentido, porque el formato, la presentación, incluso el arranque, encaja en los cánones del cómic histórico, pero pronto Bartoll nos saca de dudas y nos encamina en la dirección que quiere. Y eso, al final, hace que la lectura sea tan entretenida como pretende serlo, con su justo nivel de violencia, intriga y desarrollo de personajes, sin necesidad de prestar atención a otras consideraciones.

Donde las pretensiones son más claras es en el dibujo de Eon. Ahí sí podemos enlazar sin miedo con la tradición del BD histórico, con la construcción de personajes carismáticos y de escenarios espectaculares, y todo luce francamente bien a pesar de mantener esa tradición de este cómic europeo de no usar viñetas de gran tamaño. Hay en su dibujo una intensidad sobresaliente, y eso es algo que se ve con claridad en las miradas. Puede abusar un tanto de ese recurso, pero es tan atractivo que se entiende que lo utilice con tanta frecuencia para que la historia fluya incluso con más facilidad a través de esa conexión visual que de la grandilocuencia de escenarios o combates. Y eso es quizá algo que marca bastante la lectura de Karolus Magnus, porque hace que nos metamos en situación desde un punto de vista novedoso, el de los propios personajes a los que estamos siguiendo, más allá de la precisión histórica de la que ya hemos hablado. Karolus Magnus es, por tanto, uno de esos tebeos que entran por los ojos, como si la pureza histórica fuera uno de sus valores, pero en realidad llevándonos a territorios mucho más salvajes, algo que, de hecho, ya nos anuncia la portada (las portadas de los tres álbumes), incluso algunos de los primeros momentos de este atractivo viaje.

El volumen incluye los tres álbumes de Karolus Magnus, publicados originalmente por Soleil en mayo de 2021, febrero de 2023 y febrero de 2025. El único contenido extra lo forman las cubiertas originales.

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