‘Barnstormers. Una balada de amor y asesinato’, de Scott Snyder y Tula Lotay

Editorial: Norma.

Guion: Scott Snyder.

Dibujo: Tula Lotay.

Páginas: 160.

Precio: 27 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Octubre 2025.

Es curioso cómo funciona la psicología de los títulos, y más aún cuando hablamos de traducciones de obras creadas en otras lenguas. Barnstormers es un título contundente, llamativo, sonoro, que probablemente habrá lectores que no sepan traducir de una manera certera. Podemos hacernos una idea viendo la portada, sí, pero lo aclaremos en todo caso. Un barnstormer es un piloto de acrobacias. Pero ahora fijémonos en el subtítulo: Una balada de amor y asesinato. Aunque no tengamos ni idea de por dónde van los tiros del título, el subtítulo nos ha ganado. Y si firman Scott Snyder y, sobre todo, Tula Lotay, más todavía. Barnstormers es una historia francamente buena, dinámica, entretenida, con buenos diálogos y personajes construidos con mucho acierto, incluso aunque podamos sentir cierta irrealidad en algunos momentos de una historia que, entre otros objetivos, busca evocar una época concreta, el final de los años 20 en Estados Unidos. Pero es una historia, por encima de cualquier otra consideración, dibujada de una manera bestial. Lotay deja páginas que hipnotizan, que embelesan, que maravillan, y da un tono a Barnstormers que, siendo fiel a lo que busca Snyder, no podemos negar que engrandece el conjunto de una manera que quizá el escritor ni siquiera había imaginado.

Si pensamos en más referencias, casi podríamos tener la tentación de que esto es una suerte de Bonnie & Clyde del aire, pero Snyder no cae en un tópico tan simple. Historia de amor, sí, también algún que otro lugar común sobre todo en la presentación de los personajes, pero hasta ahí las referencias claras. Barnstormers se mueve a gusto en sus dos espíritus. Por un lado, es una muy buena historia de su época, refleja bien la sociedad y la cultura de hace un siglo, con todo lo que estaba sucediendo entonces en Estados Unidos a muchos niveles. Por otro, es el relato romántico que busca ser, uno que se sale de la norma, que introduce de una manera intensa a sus personajes y que, a diferencia de lo que pasa en otros relatos que puedan partir de premisas cercanas, hace que evolucionen. Hawk y Tillie no acaban la obra siendo los mismos personajes que conocemos en las primeras páginas de Barnstormers, y eso es algo que motiva mucho en la lectura, porque es un proceso que vamos sintiendo casi como propio. Entendemos sus decisiones, o nos rebelamos contra ellas, pero desde luego alcanzando un grado emocional muy alto, que al final es lo que se pretende, más allá de todos los componentes históricos y del nicho al que se acerca, que además están y con una documentación precisa y muy bien aplicada.

No es sencillo el trabajo que le toca a Lotay, porque pasa por hacer creíble una historia que, siendo brillante como lo es, puede correr el peligro de caer en terrenos pantanosos. Si no lo hace es, al margen de por la labor de Snyder, por la enorme belleza que imprime Lotay a sus ilustraciones. Si esta tenía que ser una historia de amor, lo dice el subtítulo, no podía tener un retrato más fascinante. Los primeros planos de Lotay son bestiales, el apabullante atractivo físico de los dos protagonistas es innegable, y de ahí deriva una sexualidad latente que la ilustradora convierte en algo palpable, casi físico. Y luego está la parte de los aviones, claro, que es lo que justifica el título y buena parte de la historia del cómic. Se puede intuir que por ese lado el triunfo es igualmente maravilloso, hay fidelidad visual, obvio, completando un viaje en el tiempo magnífico, pero también hay movimiento y adrenalina, sensaciones que se experimentan al mismo nivel que la belleza, el peligro o la tensión del relato. No queremos infravalorar el guion de Snyder, se nota que está muy a gusto en el escenario escogido, pero si Barnstormers genera el efecto que produce es porque Lotay se exhibe de una forma superlativa, haciéndonos sentir el aire en nuestro rostro como si estuviéramos de pie en una de las alas de ese viejo avión de acrobacias.

El volumen incluye los cinco números de Barnstormers, publicados originalmente en digital por Comixology entre julio de 2022 y abril de 2023 y por Dark Horse en papel desde julio de 2023. El contenido extra lo forman las cubiertas originales de Tula Lotay, Dave Johnson, Fábio Moon, Massimo Carnevale, Jill Thompson, Dan Panosian, Jenny Frison y Phil Noto, y un portafolio de bocetos de Lotay.

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