Televisión – ‘Übel Blatt’

Título original: Übel Blatt.

Director: Matsuo Asami, Ryō Nakamura, Takuya Sawada.

Reparto: Yūya Hirose, Hina Tachibana, Toshiki Masuda, Hitomi Ueda, Yui Kanari, Kenichirō Matsuda, Kōsuke Toriumi, Natsumi Fujiwara, Ryōta Suzuki, Kazuhiko Inoue, Taiten Kusunoki, Naoya Uchida, Gen Satō, Kenji Hamada, Tomohiro Ōno, Kaori Maeda, Shiori Sugiura, Mitsuki Nakamura, Yukari Shimotsuki, Kenji Nomura, Shinnosuke Tokudome.

Episodios: 12.

Duración: 24 minutos.

Estreno: 11 de enero / 29 de marzo de 2025 (Japón).

Siempre que un cómic o un anime recibe una adaptación cinematográfica o televisiva se desata una doble corriente. Por un lado, la emoción de disfrutar una nueva versión de una historia emocionante. Por otro, el miedo a que la adaptación no esté a la altura. Übel Blatt, el manga (aquí, reseña de su primer volumen) tiene un encanto considerable, una mitología interesante y una acción irrefutable. ¿Y su anime televisivo? Pues la verdad es que se queda a medio camino en casi todo. A pesar de que el lenguaje audiovisual permite añadir una espectacularidad que la página impresa no tiene, en este caso el manga está muy por encima del anime en este sentido. El Übel Blatt de Etorōji Shiono impresiona, intriga, convence, es una notable historia de venganza en el que se mezclan un gusto por la fantasía épica y por la mitología germánica que funciona muy bien. Esas ideas están presentes en la serie, por supuesto, pero presentadas de una manera bastante inconexa, propiciando muy poca empatía hacia una historia que si algo necesita es justo eso. Übel Blatt es la historia de un asesino de héroes y necesita que nos creamos su historia, pero en el anime eso parece dar igual, se da por sentado que Köinzell es el bueno, sin más importancia a su historia, a su regreso de entre los muertos y a las relaciones que va trazando para lograr su objetivo.

Ni siquiera funciona demasiado bien la idea de progresión que hay en Übel Blatt, que es el relato de una vendetta contra siete autoproclamados héroes. Cuando se llega al final de la temporada, no importa demasiado ni con cuántos se ha enfrentado, ni con cuáles, puesto que no hay elementos demasiado personales, aunque se intenta, que sustenten la construcción del relato. Por supuesto, las batallas son espectaculares y saben lucir el impacto de las revelaciones que se van produciendo en la trama, pero el manga tiene mucho más espíritu que el anime, todo parece mejor enlazado y explicado. No es que se pueda decir abiertamente que el Übel Blatt de la pequeña pantalla sea fallido, no lo es, tiene un claro componente de entretenimiento que funciona moderadamente bien, pero no llega tan lejos como lo hace la versión impresa de la que parte. En ese sentido, el margen de mejora que tiene el anime en tanto en cuanto sea capaz de aprovechar los mejores elementos que tiene el manga es hoy por hoy la mejor baza de una serie que nace establecida y que no hace demasiado esfuerzo en marcar diferencias con respecto al material de referencia, salvo para cortar elementos, incluso podríamos decir que para suavizarlos, y desde luego para sintetizarlos de tal manera que los acaba desnaturalizando parcialmente.

Y ese es el gran problema que tienen las adaptaciones, que aparentan ser literales cuando en realidad no lo son. En Übel Blatt, desde luego, pasa, y por eso esta versión no enamora como podía hacerlo el original. Tampoco es que la animación sea deslumbrante, sino más bien la justa para que todo vaya avanzando, no hay en esa tímida mezcla de animación por ordenador y anime tradicional demasiadas tomas o secuencias que puedan verse como vanguardistas o rompedoras. No hay un estilo visual demasiado distintivo, pero sí uno funcional, los diseños, muy próximos a los del manga, sirven para que el esfuerzo de entrar en este mundo sea mínimo para el espectador, sobre todo para el que ya conoce la mitología de Übel Blatt, pero tampoco hay nada que quite el aliente. Resumiendo, como hace la propia serie, parece razonable pensar que el aficionado del manga le resultará un producto bastante escaso y al espectador neófito le puede convencer algo más con la amplia apertura que tiene para próximas temporadas. La primera aprueba, pero no lo hace por mucho, porque no termina de entender porque Übel Blatt era un manga sumamente entretenido y en cierto sentido también atrevido. Hay margen para solventar problemas y acercarse más al original, eso es cierto, pero es un trabajo que tendría que haberse hecho desde la presentación.

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