CÓMIC PARA TODOS

‘El otro mundo’, de Enrique Bonet y Joaquín López Cruces

Editorial: Astiberri.

Guion: Enrique Bonet.

Dibujo: Joaquín López Cruces.

Páginas: 128.

Precio: 20 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Octubre 2025.

Una de las asignaturas pendientes de los estudios de Historia que se dan en los institutos, desde hace tiempo y seguramente llegando hacia nuestros días, es la de llegar hasta la España más reconocible, la del siglo XX, más allá de la Guerra Civil. Cuesta que los jóvenes, y los ya no tan jóvenes, sepan de muchos acontecimientos que son necesarios en el saber y de escenarios que sucedieron y que han caído en el olvido. El otro mundo va un poco por esa línea, no tanto porque narren algo decisivo de la Historia de España, sino porque entra de lleno en el terreno de lo desconocido, de lo no explicado, de lo olvidado. Concretamente de unas misiones pedagógicas que se emprendieron en 1933 para llevar cultura a los pueblos, una base que permite a Enrique Bonet y Joaquín López Cruces hablarnos de un choque social y cultural muy marcado con tremas que tienen una apreciable resonancia en nuestros días. Y eso es algo que hay que valorar, porque no siempre es fácil contra la historia del pasado pensando en el presente, y aquí se hace, facilitando al lector el aterrizaje en unas situaciones de las que habría sido sencillo despegarse por el marco temporal en el que tienen lugar, incluso por el espacial, por ese pueblo por el que parece no pasar el tiempo hasta que llegan los de fuera y revolucionan tantas cosas.

Siendo el escenario de El otro mundo uno tan aparentemente cerrado, precisamente la apertura al mundo exterior se configura como uno de sus temas con claridad, son muchos los aspectos que toca y son muchos los personajes que lucen un protagonismo interesante. Hay un gran trabajo en ese sentido, pensando además en el espacio del que se dota Bonet para escribir el guion, apenas un centenar de páginas. Y hay un mensaje claramente inspirador, que no parte de un retrato amable, al contrario, y es significativo además que haya una cierta hostilidad contra las dos mujeres del relato, la niña extraña, a la que nadie quiere entender, y la mujer adulta a la que se acusa de todos los males desde las habladurías y la irracionalidad. El choque cultural y social es evidente gracias a ellas dos, y sin embargo no son ellas quienes nos introducen en la historia, lo hace un cura, lo cual da una idea de la enorme diversidad de El otro mundo. El toque de fantasía, que tiene mucho más que ver con las creencias religiosas y espirituales locales que con un deseo de trasladar la historia de género, al igual que el maravilloso homenaje a Charles Chaplin son detalles que terminan de redondear una historia interesante por su fondo, pero también por su forma, por esa base histórica que le sirve de trasfondo, pero también por los personajes con los que le da vida.

López Cruces aporta un estilo de dibujo sobrio que casi nos hace pensar por momentos que estamos viendo un documental, uno que sabe capturar la esencia de la España de finales del primer tercio del siglo XX, una realidad apagada en la que se cuelan elementos de color muy bien escogidos, los femeninos, que son los que abren las puertas a un nuevo mundo, ese otro mundo del que se habla en el título. Utilizar el término documental es adecuado, pero no limita el dibujo. Sí, en muchas escenas da la sensación de que los autores ponen una cámara para dejar que sean los habitantes y los visitantes de este pueblo los que hablen y actúen, pero López Cruces no tiene miedo alguno en romper ese encuadre cuando lo necesita, y eso ocurre con la imaginación, con la de los sueños, pero también con la del cine. Y aunque pueda dar una sensación de cierta frialdad en las expresiones, por la sencillez del trazo que utiliza, lo cierto es que transmite una barbaridad con el lenguaje corporal y con la puesta en escena, lo cual se ve cuando la historia prescinde momentáneamente de los diálogos. El otro mundo se cierra así como una obra que abre puertas, que recuerda hechos que han quedado enterrados por la historia y que pone en valor ese necesario choque cultural que resulta vital para avanzar, para que lo hagan, precisamente, los más necesitados de hacerlo.

El contenido extra lo forman un dosier sobre las misiones pedagógicas y un portafolio de bocetos de Joaquín López Cruces.

Elotromundo-08

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Esta entrada fue publicada en 24 septiembre, 2025 por en Astiberri, Enrique Bonet, Joaquín López Cruces y etiquetada con , , .

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