Guion: Rodney Barnes.
Dibujo: Ramón Rosanas.
Páginas: 120.
Precio: 20 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Septiembre 2025.
Por si alguien lo dudaba, Star Wars es infinito. Incluso el Star Wars temporalmente acotado que ya conocemos entre los acontecimientos del Episodio I (aquí, su crítica) y el por ahora noveno y último (aquí, su crítica). Hoy parece que el periodo que más llama la atención es el que va después de La venganza de los Sith (aquí, su crítica), entre otras cosas porque permite que nos encontremos con Caballeros Jedi de los que no hemos oído hablar nunca para vivir aventuras imposibles frente a Darth Vader y el ya establecido Imperio. Inquisidores, y el título ya lo deja claro, va por ahí. Y no lo hace como una antología, como otras que hemos visto, para mostrarnos a diferentes Inquisidores, sino con una misión concreta encomendada por Vader: matar a un Jedi llamado Tensu Run. Y aquí es donde la miniserie escrita por Rodney Barnes encuentra un camino fresco que seguir, porque es un Jedi muy alejado del diseño tradicional. Ramón Rosanas le da un aspecto casi de contrabandista, y eso hace que sus apariciones sean bastante estimulantes. Si a eso añadimos las de Vader, primero como fuerza atemorizadora con su simple presencia y después como algo más, la lectura es bastante atractiva para cualquier seguidor de la franquicia, con los elementos que uno espera de las habituales luchas entre las fuerzas del bien y las del mal.
No es sencilla la tarea a la que se enfrenta Barnes por dos razones evidentes. Juega con personajes, los Inquisidores, que por naturaleza tienen que ocupar un segundo plano: son los enviados por Vader para las misiones que él mismo no quiere llevar a cabo, y eso, claro, minimiza un tanto su papel y su figura. La segunda, el héroe es un desconocido para el lector en muchas ocasiones, aquí desde luego lo es. Pero hay que reconocerle que sabe darle la vuelta a estos dos problemas para entregar un cómic de Star Wars bastante entretenido y que acaba teniendo la lógica que se espera. Es verdad que es una fórmula que se agota en sí misma y que no puede ir más allá de la miniserie ocasional, porque repetir su fórmula implicaría una pérdida de credibilidad terrible del más imponente de sus iconos, Vader, por supuesto, pero aquí y ahora funciona como una de esas lecturas puntuales y episódicas, casi más una anécdota en la historia del Imperio y de los Jedi que algo de una trascendencia capital, pero a la vez es uno de esos episodios que uno asume que tienen que producirse y que no está nada mal ver. Barnes, desde luego, sabe aprovechar las virtudes del relato y minimizar los problemas, más de base por el escenario escogido que narrativos, sabiendo ofrecer aire fresco en un entorno bastante conocido.
El dibujo de Rosanas cumple con lo que se le pide: la inmersión absoluta en el mundo de Star Wars. Y lo hace desde la siempre complicada vía de ser fiel a lo que ya conocemos, se asume con referentes fotográficos, que es la apuesta más tradicional que hace Marvel con Star Wars, pero también con diseños propios. Y ahí destaca Tensu Run, porque sabe aunar en él el aspecto de un Jedi con el de un cazarrecompensas, es un Han Solo de presencia solemne, es un aventurero condenado a vivir en una etapa de oscuridad. Y el personaje funciona, eso es indudable, como lo hacen casi todos los momentos en los que se dispara la acción, desde la más clásica de los combates de sables de luz hasta esos instantes en los que hay una clara violencia gráfica, la que se espera de los Inquisidores, personajes creados para cazar y matar. Rosanas sabe ser clásico sin evitar ideas más modernas, y sirve un dibujo en el que el efecto del láser queda bastante bien. Encontrar un terreno que pueda resultar fresco en el sobreexplotado universo de Star Wars es algo que ya casi podemos considerar imposible, pero saber manejarse en él es algo necesario y exigible. Barnes y Rosanas lo consiguen en Inquisidores porque interpretan bien el tiempo de la cronología en el que encaja su historia y, sobre todo, a sus protagonistas, aun con algún diálogo de Vader que suena algo forzado.
El volumen incluye los cuatro números de Star Wars: Inquisitors, publicados originalmente por Marvel entre julio y octubre de 2024. El contenido extra lo forman las portadas de Nick Bradshaw, Alex Maleev, Chris Sprouse, Karl Story, Walter Simonson, Laura Martín, Jeremy Wilson, Carlo Pagulayan, Paulo Siqueira, diseños de Ramón Rosanas y páginas entintadas.