‘La receta de la magia’, de Paula Cheshire

Editorial: Grafito.

Guion: Paula Cheshire.

Dibujo: Paula Cheshire.

Páginas: 128.

Precio: 18 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Octubre 2025.

Es de agradecer que un autor sepa salir de su zona de confort, o al menos de esa zona que le ha permitido llegar a los lectores, y ofrecer algo completamente diferente a lo que se pueda esperar. A Paula Cheshire la conocimos con obras que afrontaban temas complejos y personales, con El duelo (aquí, su reseña) y Me das ansiedad (aquí, su reseña). Y si alguien espera ver lo mismo en La receta de la magia se va a llevar una buena sorpresa, porque es un cambio de registro absoluto. Se acabaron (por ahora) las historias narradas en primera persona, ahora toca una fantasía amable, casi juvenil, desenfadada y simpática, una que sigue los pasos de una joven bruja recién licenciada que se enfrenta a su primer gran trabajo, limpiar una aldea de la invasión de unas setas aparentemente imparables. Lo divertido de la visión de Cheshire es que entronca con la realidad más actual, la de cualquier joven recién licenciado que se lanza al mundo sin tener ni idea de lo que es y de lo que supone, con chistes llenos de gracia que nos harán pensar en la realidad, pero sin sacarnos nunca de este mundo imaginado en el que las brujas no solo no son malvadas, sino que son auténticas profesionales de lo suyo. Si hay o no componentes autobiográficos en Lana, que así se llama la bruja protagonista, es algo que solo Cheshire sabrá a ciencia cierta, pero lo que está claro es hay cercanía.

El mérito de La receta de la magia está ahí, en saber construir personajes, historia y mundo sin que parezca que ninguno de los tres está por encima de los otros dos. Es la historia de Lana, sí, es la de una bruja que quiere abrirse camino en el mundo profesional y es la de un universo en el que es posible que unas setas invadan un pueblo hasta fagocitarlo. Todo junto, mezclado, introducido en una batidora para dar como resultado un tebeo simpático y muy fácil de leer, con pequeñas segundas lecturas por debajo de la aventura que hacen que sea para públicos más amplios de lo que en principio vistazo muchos pudieran pensar. Y es que Cheshire no habla solo para un público infantil o juvenil. Lo hace, además, con un buen ritmo, creando dinámicas entre las protagonistas que son divertidas e interesantes. De hecho, ese es uno de los grandes aciertos de La receta de la magia, que sabe acompañar muy bien el protagonismo de su personaje principal, haciendo que la búsqueda de una de las tres mujeres que forman parte del grupo que ya se nos anticipa en la cubierta no ralentice para nada la acción, sino que esté integrada plenamente en la historia. Todo fluye con bastante naturalidad, lo que hace que esta sea una lectura sencilla de abordar y apetecible de repetir una vez se haya degustado por primera vez.

Cheshire tiene un estilo de dibujo muy amable y divertido, una caricatura que funciona bien y una imaginación que le permite llevar casi cualquier cosa a sus viñetas. Eso, en una autora a la que hemos conocido acercándose a los problemas de su propia mente, es algo a valorar por el cambio que ya decíamos que supone. Ser versátil hoy en día es un valor innegable en el mundo del cómic, y serlo además manteniendo un estilo reconocible lo es mucho más. La sencillez de su línea sigue ahí, pero es evidente que hay en La receta de la magia un trabajo previo notable para diseñar criaturas y espacios que hagan que su fantasía sea abordable. Su fuerte, en todo caso, está en lo que ya nos había demostrado que domina: los personajes y su expresividad, que al final es lo que permite que nos metamos de lleno con los protagonistas en sus aventuras. La de La receta de la magia es muy completa, de una extensión más que adecuada para pasar un buen rato con ella, accesible para públicos muy distintos. Es un paso más para Cheshire y uno que, como se recibe con tanto agrado, no tiene por qué ponernos en la disposición de escoger un registro adecuado para su autora. Este es tan válido como el de El duelo, aunque asumamos que aquella es una lectura más trascendente que esta. ¿Pero quién puede decir que no a un buen rato de diversión que nos haga olvidar los problemas?

El cómic se puede adquirir en preventa en este enlace.

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