‘Henshin’, de Ken Niimura

Editorial: Astiberri.

Guion: Ken Niimura.

Dibujo: Ken Niimura.

Páginas: 328.

Precio: 22 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Junio 2025.

Para los que necesiten conocer esos detalles, se aclara en la contracubierta del libro, Henshin significa transformación. Que Ken Niimurra haya escogido esa palabra como título de esta antología tiene toda la lógica, pero no es solo eso. Sus personajes se transforman, sí, hay puntos culminantes en cada uno de los trece relatos que forman el libro, pero también son historias de supervivencia. Esos momentos invitan a todos sus personajes (¡el propio autor es uno de ellos en varias de ellas!) a sobrevivir, a adaptarse, a emprender caminos que de otra forma no habrían cogido. Y eso permite a Niimura algo muy especial, crear una suerte de universo compartido para sus protagonistas, que comparten algo más que la ciudad de Tokio como escenario. Hay antologías que pueden dar una cierta sensación de batiburrillo, de cajón desastre, pero Henshin no, es distinta, estas trece historias consiguen una familiaridad algo inexplicable, y más si tenemos en cuenta que alguno de los puntos de partida que tienen pueden ser bastante rocambolescos. Pero al final, y eso es lo que importa, la sensación es la de haber pasado por una lectura tremendamente cómoda, muy emocional y con una enorme capacidad de empatía generada para comprender a personajes de todo tipo, los más cercanos, pero también los más extremos.

Y esa es la gracia de Henshin. Nos podríamos parar a analizar cada uno de los trece relatos que componen el libro, pero es que, antes incluso de que algún personaje empiece a repetir presencia y protagonismo, ya tenemos la sensación de que todo está pasando en un mismo lugar, en un mismo tiempo, en una suerte de niimuraverso en el que no hay más que girar la cámara para encontrar otro rincón de interés. Y ojo, que las historias que imagina, empezando por la primera, pueden estar muy lejos de un realismo que nos haga sentir empatía por sus personajes, sobre todo por las premisas, no tanto por el desarrollo de los protagonistas, pero aún así hay una cercanía atronadora, permítasenos el uso de ese término cuando además Niimura es un maestro en las narraciones mudas, varias de las cuales se cuelan en este libro, aunque sea en parte de alguna de las historias. Lo más curioso de todo es que Henshin no tiene un hilo argumental definido… ni lo necesita. No son trece historias que vayan de algo concreto, aunque, sí, la transformación de la que hablábamos al principio está ahí. Hay variedad, hay incluso disparidad, pero dentro de unas reglas que son fáciles de entender y seguir, las que hacen de Niimura un narrador maravilloso, uno al que reconocemos de obras magnas como Yo soy una matagigantes (aquí, su reseña), pero uno también que sorprende.

Lo hace también con su dibujo. ¿Es reconocible? Indudablemente. Pero a la vez es fresco, y eso hace que los personajes se desenvuelvan en entornos propios, de los que se convierten en inseparables. Nada tiene que ver el tono visual que tiene Not Good, el primero de los relatos, con cualquiera de los que coloca a un autor de manga con gafas en el centro de lo que sucede… aunque sea también perfectamente identificable como propio de Niimura. La caricatura, la exageración, está siempre al servicio de la historia y eso, como hemos mencionado antes, explota de una manera maravillosa cuando el autor decide contar la historia sin palabras, dejando que sea el lector el que maneje el tiempo que quiere dedicar a cada viñeta. Y en realidad esa es la trampa de Niimura en la que vamos a caer sin remedio: él manda, aunque nos deja la sensación de que no es así. Son sus personajes, y de repente hace que los sintamos como propios. Las excusas de las que arrancan las historias son incluso extravagantes, y sin embargo la empatía se desborda. Y así, Henshin, que parece una obra menor por ser una antología, se convierte en una lectura que se está deseando repetir desde el mismo momento en el que cerramos el libro por primera vez, respetando además el orden de lectura que Niimura nos impone con absoluta naturalidad.

El único contenido extra es un portafolio de bocetos y diseños de Ken Niimura.

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.