‘Roncas’, de Elva Lombardía

Editorial: Grafito.

Guion: Elva Lombardía.

Dibujo: Elva Lombardía.

Páginas: 104.

Precio: 17 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Octubre 2025.

No os dejéis engañar. Roncas no es una historia sobre ronquidos, sino sobre parejas. O, aún mejor, de la búsqueda de pareja. O, aún mejor, una suerte de Mujer blanca soltera busca que no tiene nada de thriller ni de intereses inmobiliarios, sino de objetivos vitales. Roncas es una metáfora de la vida real trasmitida a través de la vida real de su autora, Elva Lombardía, es una manifestación de lo difíciles que son hoy en día las cosas cuando se mezclan realidades económicas, sueños profesionales, emociones personales y relaciones sentimentales. Y que Lombaría haya optado por contarlo a través de vivencias propias es una manifestación más de la cercanía que genera el cómic y de la empatía casi inmediata que puede surgir. Si Roncas fuera solo sobre eso, sobre los ruidos que ella hace durmiendo, habría sido un gag, pero elevar ese episodio a categoría le da al tebeo una intención superior a la que parece tener. Sí, es una comedia costumbrista, claro, es la vida de alguien que quiere ganarse la vida dibujando y tiene que hacerlo trabajando medía en un call center mientras trata de entender qué necesidades afectivas tiene y cuáles completan aquellos a los que encuentra en una app gráficamente denominada Adopta un lerdo. Hay mucha vida encerrada en estas páginas, mucha vida moderna, muchos problemas del primer mundo también, pero todo es divertido.

Es de lo que se trata, claro, Lombaría quiere que nos riamos incluso de sus desgracias. Entiéndase el término desgracias, porque Roncas no es precisamente un drama. No le falta su componente social, no lo infravaloremos, porque la autora retrata francamente bien las posibilidades reales que tienen los treintañeros de hoy en día para encontrar una vivienda digna, para trabajar en aquello que saben hacer y para lo que se han formado o, incluso, para pensar en la formación de una familia. La excusa es la comedia, pero esos elementos también forman parte de la misma. Es más, son lo que hacen que nos podamos reír del resto. Fundamentalmente, de lo emocional. ¿Pero es Roncas una comedia romántica? No del todo, escapa bien del encasillamiento, pero es indudable que ahí está el motor de la historia, en las parejas que va sumando la protagonista, en cómo afectan a su vida y a sus intenciones, en cómo se relaciona con ellos y en la divertidísima forma en la que se convierten en arquetipos que se asoman poco a poco a la realidad, como si fuéramos nosotros mismos, los lectores, los que fuéramos descubriendo (y evaluando) la catadura moral y de pareja que pueden tener. Es interesante cómo nos hace partícipes de las decisiones que toma e introduce a las amigas como canalización de esas ideas que podemos tener a este otro lado de la página.

Comedia, sí, y el dibujo es clave para que no nos dejemos llevar por los tintes dramáticos que tiene el relato. Lombardía dibuja una evidente caricatura, pero busca transmitir emociones muy auténticas. Eso hace que la diversión se prolongue más allá de los efectos que provoca el gag que da título a la historia y el protagonismo que tiene quien lo destaca. Si hay algo llamativo en el aspecto visual de Roncas está en el color. Lombardía escapa de una paleta, digamos, tradicional para la historia que está contando, elude los colores brillantes y alegres que le habrían permitido trasladar emociones de una manera más directa, y deja que sean los personajes los que hablen. Los personajes y las situaciones, porque las herramientas que utiliza para transmitir ciertas ideas son muy interesantes, como sucede en alguna de las escenas de sexo o con las broncas de pareja. Ahí es donde Lombardía aprovecha plenamente todas las posibilidades que le ofrece el cómic para contar esta historia y hacerlo de la manera más divertida posible. Roncas no tiene un final real, porque al final lo que hace es capturar una etapa concreta de la vida personal de su autora, y quizá eso deje con la sensación de que podríamos haber seguido acompañando a la protagonista por esta tan divertida como inquietante montaña rusa emocional, pero lo mostrado aquí habla muy bien por sí solo.

El cómic se puede comprar en preventa en este enlace.

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