Guion: Darcy Van Poelgeest.
Dibujo: Ian Bertram.
Páginas: 200.
Precio: 25 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Junio 2025.
Cuando la ciencia ficción alcanza niveles tan elevados como los de Precious Metal, los que había en Little Bird, a la que precede cronológicamente aunque sea en realidad una continuación, cabe plantearse si una lectura es suficiente para asimilar el torrente de sensaciones y de información que hemos recibido durante el viaje. Y la respuesta muy probablemente para todo el mundo sea que no, porque al finalizar ese primer repaso a lo que nos cuentan aquí Darcy Van Poelgeest e Ian Bertram es bastante probable que nos sintamos apabullados, exhaustos y hasta perdidos. Pero ojo, son sensaciones buscadas, con las que los autores nos hacen conectar claramente con un protagonista que vive su epopeya precisamente así, sin ser capaz de asimilar todo lo que le está pasando en tiempo real, en un mundo cargado de mitología, de fantasía, de circunstancias que van definiendo lo que sucede y que asimilamos casi por inercia. ¿Hace falta leer Little Bird para entenderla mejor? Probablemente no, aunque desde luego nos prepara para lo que ofrece Precious Metal, pero sí es conveniente en todo caso tener la doble experiencia puesto que se trata de dos puntos de vista del mismo mundo opresivo y radical, en el que seguimos los pasos de un cazador y en el que la ansiada presa no es más que un niño.
Podríamos citar incontables referencias en la historia de Van Poelgeest, pero la más obvia es la de Alejandro Jodorowsky. Esta ciencia ficción quiere ser, no necesariamente consciente, un regreso a las raíces de El Incal (aquí, su reseña) y otros mundos de su escritor, pero al mismo tiempo quiere entrar en terrenos de distinto atrevimiento como los de la mismísima Akira (aquí, reseña de su primer volumen). Vamos a dejar ahí el juego de las referencias, porque al final eso es algo que cada lector va a interpretar a su mamera. Lo que sí está claro es que Van Poelgeest busca que esta historia nos vaya marcando de distintas maneras. Lo quiere hacer con su manifestación de un futuro violento, pero también con la apertura de miras que supone para el protagonista ir descubriendo de verdad lo que esconde ese mundo. ¿Ritmo? Brutal, sí, pero precisamente por eso hablamos de la necesidad de una segunda lectura, porque corremos el riesgo de dejar pasar elementos que potencia Precious Metal en su conjunto. Y es que hay muchos temas, muchas sensaciones que se esconden detrás de un impacto continuo y de escenas pensadas para que desviemos la mirada, toda una metáfora de lo que sucede en nuestra propia sociedad cuando el poder quiere esconder algo. Y ahí está la clave. Es ciencia ficción, por supuesto, pero no quiere alejarse de algo mucho más tangible que todo eso.
Si en el guion de Van Poelgeest hemos querido trazar la influencia de Jodorowsky, no podemos hacer menos con el dibujo de Bertram, que nos deja sensaciones que remiten directamente a la era más gloriosa de Metal Hurlant, a Moebius, a una ciencia ficción distinta, en la que se apostaba por naturalizar elementos impensables en planos de lo más cotidianos. Quizá esa sea la clave más interesante de Precious Metal, que va colocando en la viñeta detalles que, vistos desde una realidad cercana a la del lector, no tendrían que estar ahí, pero que asimilamos como normales por el sensacional trabajo que hay en el libro. Cuando nos queremos dar cuenta, hemos aceptado algo tan radical que nos parece hasta lógico, comprendemos la física de este mundo sin más explicaciones que las visuales de cada momento, y Bertram ha conseguido que nos dejemos llevar en los momentos más violentos y espectaculares sin que pensemos que es imposible lo que estamos viendo. Esa es la magia de Precious Metal, que nos convence de lo impensable sin que reaccionemos más allá de lo que los sentidos nos van pidiendo a cada momento. Por eso, la lectura de esta obra parece tan visceral y por eso parece imprescindible una más racional que la complemente más adelante, para que encontremos el sentido real de lo que quiere transmitir una obra muy inteligente.
El volumen incluye los seis números de Precious Metal, publicados originalmente por Image Comics entre junio y noviembre de 2024.
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