‘La verdad sobre el caso Vivès’, de Bastien Vivès

Editorial: Diábolo.

Guion: Bastien Vivès.

Dibujo: Bastien Vivès.

Páginas: 160.

Precio: 15,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Junio 2025.

Se puede hablar largo y tendido de lo que le ha pasado a Bastien Vivès, aunque seguramente este no es el sitio para decirlo. Desde aquí, lo único que podemos decir es que la condena a la pederastia y a la violencia sexual hacia menores de edad es algo incuestionable, como también que un creador necesita libertad para contar historias y el uso de elementos que retraten esas enfermizas conductas no convierte a ese autor en un pederasta. Dicho eso, La verdad sobre el caso Vivès es la sarcástica defensa que el autor de Polina (aquí, su reseña) o Una hermana (aquí, su reseña) construye ante todas las acusaciones que ha recibido, y que provocaron la suspensión de una exposición suya en Angulema y consiguientes problemas con la justifica. El mensaje de Vivès, contundente: no soy un pederasta, nos dice de manera continua. Pero el sistema sí está roto desde su punto de vista. Lo que narra el tebeo no es la polémica que se suscitó a su alrededor, sino lo que él percibe que sucedió después, cuando le tocó afrontar las consecuencias. Esta verdad que anuncia el título es una broma más, es una respuesta cargada de cinismo, es la exposición de una rueda que casi es tan enfermiza como los comportamientos que dice perseguir, y en la que las mentes enfermas suelen ser las de quienes dicen luchar contra todo esto.

Sí, es un mundo extraño en el que vivimos, uno que Vivès interpreta con muy mala leche… y seguramente con mucha razón. La suya no es solo la visión de un autor preocupado por una deriva conservadora y censora, sino la de la víctima de esas iras, y es muy interesante valorar el cómic desde ese doble punto de vista. Hay en estas páginas un indudable ánimo revanchista, un claro propósito de responder a todo lo que le ha tocado vivir, a la experiencia de tener que rebatir las acusaciones de pedofilia que surgen de una obra artística y literaria que, siempre lo hemos dicho, es brillante. Vivimos tiempos en los que la frontera entre la descripción y la exaltación es interesadamente manipulada con demasiada facilidad, y ojo, esto no es una defensa de Vivès, sino un lamento parejo al que expresa el autor motivado por un puritanismo que encuentra motivos de delito en rincones artísticos que en la vida real no parecen molestar tanto. Vivès alimenta el debate echando gasolina al fuego. Provoca, se ríe literalmente en la cara de sus enemigos, el suyo es un tebeo que no tiene nada de documental, pero sí muchos y muy contundentes mensajes, leyéndose con su caso en mente, pero que también puede servir como un retrato de unos momentos convulsos para el arte, y más concretamente para un arte más progresista. Y no, antes de que alguien lo quiera inferir, la pedofilia no es progresista.

Vivès, en esto seguramente podremos estar muchos de acuerdo, es un narrador gráfico excepcional. Más que en sus obras más intensas y dramáticas, el referente visual más claro que hay en La verdad sobre el caso Vivès está en sus tebos más humorísticos, esos en los que explora el lenguaje de la tira cómica repitiendo en ocasiones un mismo dibujo, con mínimos matices, para expresar emociones con los bocadillos. En Vivès es asombroso lo mucho que puede decir con semejante economía de líneas. Sus dibujos son, en ocasiones, escasas manchas de tinta, pero hay que ser muy bueno para darle la forma que necesita para mandar un mensaje. La escena en la piscina del Bastien de 7 años puede ser el menor ejemplo de esta forma de narrar con el dibujo. Ese estilo puede dar la sensación de que es demasiado cómodo para el mensaje que quiere trasladar el autor, pero lo cierto es que lo lleva utilizando desde hace años con mucho éxito, así que parece lógico que sea el que utiliza para ponerse en el primer plano de la historia, de la misma manera que la historia le puso a él en el foco de la actualidad. Puede que en el fondo Vivès, el provocador que haya en él, haya disfrutado hasta con los peores momentos, pero es que hasta con eso nos ha legado un tebeo espléndido, un notable alegato de defensa y un grito de preocupación bastante sonoro.

Charlotte Editions publicó originalmente La vérité sur l’affaire Vivès en octubre de 2024.

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