CÓMIC PARA TODOS

Entrevista con David Marto: «Vierto muchas experiencias propias en ‘El mapa de Chillida’, pero nunca se me pasó por la cabeza protagonizarlo»

En 2024 se cumplió el centenario del nacimiento de Eduardo Chillida y una de las iniciativas surgidas a través del Museo Chillida Leku fue un cómic. El mapa de Chillida (aquí, su reseña) es obra de David Marto y no es una biografía del escultor, aunque también lo sea en cierta medida. Es un libro de viajes y un libro muy personal, aunque el autor inventó a otro personaje para protagonizarlo. Es una forma excepcional de acercarse a la obra de Chillida, a la que todos podemos ver en las calles de incontables ciudades de su Gipuzkoa natal y de toda España, y es un canto de amor al arte y a la vida, no solo a su autor. Por todo ello, y por lo mucho que nos gustó el cómic, queríamos hablar con David para que nos contara cómo ha sido el proceso de creación del cómic y sus impresiones sobre Chillida, y esto es lo que nos ha contado.

¿Qué se siente al ver que El mapa de Chillida forma parte de los actos de conmemoración del centenario del escultor?

Me parece increíble, es una pasada. Pensar que aquel proyecto de cómic que presenté al Museo Chillida Leku a finales del año 2021 haya acabado siendo una de las publicaciones con las que celebrar el centenario de Eduardo Chillida es verdaderamente un honor para mí y algo que no esperaba. Yo hice la propuesta pensando en que, si gustaba, pudiera publicarse en 2022, cuando se cumplían 20 años de la muerte del escultor, pero no tenía muy claro que fuera a interesar. Ya se sabe que los dibujantes movemos siempre muchos proyectos y que los que salen adelante suelen ser pocos. Este es sin duda el más importante que he hecho hasta la fecha, y uno al que le tengo mucho cariño, pues Chillida es alguien a quien admiro.

Por lo que he leído y por lo que dices, tu propuesta gusta mucho al Chillida Leku desde el principio y que son ellos los que marcan esa fecha ideal de publicación. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos? ¿Te dejaron libertad, te dieron alguna directriz…?

Eso es, todo empieza con el envío de mi propuesta a Nausica Sánchez, la responsable de educación e investigación del museo, en la que le mostraba las diez primeras páginas del cómic acabadas y el guion de la historia. Cuando leí su respuesta casi me pongo a llorar, el proyecto había gustado mucho y tanto ella como la directora del museo querían tener una reunión por videollamada conmigo. Así empezó todo. Y después trabajar con ellas ha sido increíble, me han dado una libertad absoluta en todo momento y me han ido haciendo las correcciones necesarias cuando algún dato no era del todo correcto o me equivocaba en algún punto. Cada cierto tiempo, yo les iba actualizando y enviando distintas versiones del cómic según avanzaba, así ellas podían revisarlo, ver por dónde iba y me corregían los posibles fallos. También actuaba de esta forma con Norma Editorial una vez que entró a formar parte del proyecto.

¿Cómo entras en la obra de Chillida, cuál es tu primer recuerdo sobre sus esculturas y por qué decides que un cómic puede ser una buena idea para enseñárselas a la gente?

El primer recuerdo que tengo de una obra de Chillida viene de mi adolescencia. En Toledo contamos con la escultura Lugar de encuentros V, y al igual que la protagonista de mi historia, yo también me subí en ella y la usé como refugio, pero en mi caso junto con dos amigas del instituto una tarde en la que quedamos para dar una vuelta, hablar y comer chucherías. Después conocí algo de su obra mientras estudiaba Bellas Artes, pero donde realmente empecé a empaparme de ella y a interesarme por su arte, su figura y ese mensaje tan poético y tolerante, es durante los años que trabajé en la tienda del Museo Reina Sofía. Empecé con un catálogo de una retrospectiva que había habido en el museo hacía muchos años, me metí de lleno en su obra y acabé enamorándome de ella. Después vinieron muchos otros libros y distintas visitas para ver sus esculturas de cerca. Decidí usar el cómic para contar una historia sobre Chillida por varias razones: la primera es que desde pequeño he dibujado historietas y siempre he querido publicarlas, llevo bastante tiempo moviendo proyectos, pero hasta ahora no había podido publicar con ninguna editorial, aunque si me he autoeditado y participado en fanzines. Y la segunda razón es que me encantan los cómics que nos acercan figuras de artistas, su arte y su pensamiento, y yo quería emular esos tebeos que a lo largo de los últimos años han publicado el Museo del Prado y el Thyssen-Bornemisza para complementar y divulgar algunas de sus exposiciones.

¿Por qué decides que, en lugar de hacer una biografía de Chillida, la mejor manera de retratarlo es a través de un recorrido por la geografía española, buscando sus obras?

Desde el principio tuve claro que no me interesaba hacer una biografía, quería algo menos encorsetado, porque pensaba que hacer un cómic así podía atraer menos al lector. Por eso decidí combinar la historia de Chillida con una propia, lo que también me permitía jugar y tener más libertad. Así fue como llegué a Marta, la protagonista, una chica que recorre España visitando algunas de las esculturas públicas del artista mientras se adentra en su obra y que tiene su propia motivación. Mezclar su historia personal con la del escultor servía para darle más variedad a la historia, hacerla más entretenida y fácil de leer. Creo que de esta forma el lector va viajando y conociendo a Chillida junto a ella y eso me gusta mucho.

Siendo en parte una biografía, la de Marta siguiendo los pasos que le hubiera gustado dar con su abuelo, y habiendo tantos autores que cuentan en primera persona su descubrimiento de un campo concreto, ¿por qué decides crear un personaje de ficción y no asumir tú mismo el rol de protagonista y conductor de la obra?

La idea de protagonizar yo mismo esta historia nunca se me pasó por la cabeza, es algo que no me gusta, demasiado protagonismo, yo prefiero estar detrás del telón. Y aunque es verdad que vierto muchas de mis experiencias e ideas en Marta, también pongo cositas de otras personas, gente de mi alrededor, anécdotas que me han contado. Por lo tanto, elegir a otro personaje me permitía alejarme un poco de este, pero también que hubiera representación femenina, dar visibilidad e intentar no llenarlo todo de hombres… eso hubiera sido aburrido y poco realista. Es mucho más interesante así, y me permitió mencionar levemente un tema como es el de una mujer viajando sola, experiencia que debería ser totalmente segura para ellas.

Mencionas en el libro el breve paso de Chillida por la Real Sociedad, y eso, que a veces se omite cuando se habla del escultor, es algo que seguro que agradecen los aficionados. ¿Te imaginas haciendo algún tebeo futbolero en el futuro…?

Sí, Eduardo Chillida era una persona muy deportista y competitiva. Creo que su paso por la Real Sociedad marca un antes y un después en su vida, ya que si no hubiera sido por la grave lesión que sufrió quizás hubiera seguido con su carrera como portero. No sé si me imagino haciendo un cómic sobre fútbol, pero me encantaría trabajar en uno sobre baloncesto. Yo soy muy aficionado al deporte de la canasta, he jugado desde pequeño en distintas categorías y sigo muchos de los partidos de la liga ACB, Euroliga y NBA, también las competiciones de selecciones. Y soy súper fan del manga Slam Dunk, ¿cómo no? Así que me encantaría poder hacer algo relacionado con este deporte. Si hay algún guionista o editorial interesada en crear algo juntos estoy abierto a escuchar propuestas (risas).

Indicas en el libro que has pasado por casi todos los escenarios que recreas en el libro para ver las esculturas de Chillida. ¿Cuáles te han faltado? ¿Y cuál es tu obra favorita?

Sí, a lo largo de estos años he ido visitando muchos de los lugares que aparecen en el cómic y alguno de los que no salen, como Santiago de Compostela, que también tiene su propia obra. Pero me han faltado dos obras que tengo muchas ganas de ver en directo, Gure aitaren etxea, en Gernika, y Monumento a la tolerancia, en Sevilla. Me cuesta bastante decidirme por una sola obra de Chillida, porque no me limito a pensar solo en las esculturas públicas, también me encantan todos esos grabados, dibujos, gravitaciones y lurras que hizo. Pero ateniéndome al recorrido del cómic, creo que podría quedarme con Elogio del horizonte, la obra monumental de Gijón que se encuentra en el Cerro de Santa Catalina y te conecta con la tierra, el mar y el cielo. Estar allí, delante o dentro de ella, y dejarse llevar es toda una experiencia que recomiendo.

El diseño del libro es bastante peculiar, distinto a lo habitual. ¿Fue una decisión de Norma o consensuada? ¿Qué te parece cómo ha quedado?

El acabado del libro fue decisión de uno de los editores de Norma, quería buscar un diseño bastante artesanal que lo acercara a la obra de Chillida. Es un libro-objeto muy cuidado y bonito. La combinación del cartón crudo de las cubiertas con la tela del lomo y la estampación manual de las imágenes de portada y contraportada, le dan ese aire de pieza única. Realmente no hay ninguno igual, aunque sean todos iguales. Creo que es un acabado súper original que consigue perfectamente lo que se pretendía, a mí me gusta bastante.

Una vez te has empapado de la obra y también de la vida de Eduardo Chillida, ¿qué te imaginas que podría haber pensado él de haber podido ver tu cómic?

La verdad es que para mí sería todo un honor que el propio Eduardo Chillida pudiera leer el cómic y decirme lo que piensa, comentarlo y ver si le gusta… Estoy seguro de que una conversación con él sobre esto o cualquier otro tema, arte, vida, filosofía, su forma de ver el mundo, sería súper interesante. Esta misma pregunta se la hice yo a Mikel Chillida, nieto del artista y director de desarrollo de Chillida Leku, durante la presentación que hicimos en el propio museo. Él me dijo que si su aitona leyera el cómic está seguro de que le gustaría y que incluso le ruborizaría. Así que me quedo con sus palabras, son todo un halago.

Este ha sido tu primer cómic como autor completo. ¿Cómo has vivido la experiencia? ¿Hay algo que cambiarías, algo con lo que no hayas estado cómodo, algo que hayas anotado para el próximo…?

La experiencia ha sido todo un carrusel de emociones, buenas y no tan buenas, porque es un proyecto que se ha alargado en el tiempo, empecé a mediados de 2021 y acabé a principios de 2024, y que he tenido que compaginar con otro trabajo. Este último punto es el que más me ha costado, sobre todo cuando la fecha de entrega se acercaba, porque compaginar dos trabajos, intentar descansar y tener tiempo libre fue muy difícil sobre todo en esta última fase que duró varios meses. Por suerte he tenido a mi familia y amigos conmigo, acompañándome, empujando, también a mi psicólogo. Parece que lo pinto muy duro, y lo ha sido a veces, pero también muy satisfactorio. Para mí escribir, documentarme, dibujar, darle vueltas a los dibujos y las composiciones de página o de las propias viñetas, a veces sorprenderme con un resultado satisfactorio que ayudaba a ganar confianza, son algo genial. Amo todo ese proceso, hacer cómics e ilustrar es una de las cosas que más disfruto en la vida y de las que más me motivan. Es mi gran pasión, no puedo vivir sin ello. Lo que me gustaría intentar para el próximo es tomármelo con más calma, presionarme menos y descansar más. Al final creo que a los autores, gente creativa y demás, nos cuesta mucho desconectar y creo que es muy importante hacerlo. También sería de gran ayuda poder vivir únicamente de nuestro trabajo y no tener que dedicarnos a ello durante el tiempo libre que nos deja nuestra forma de sustento principal, pero esto lo veo muy, muy lejano.

¿Qué tienes en el futuro más inmediato? ¿Estás ya trabajando en alguna obra de la que nos puedas contar algo?

Ahora mismo estoy trabajando en la adaptación a cómic de un capítulo del libro Lecciones robadas editado por la Fundación Vinatea y que trata el tema de la memoria histórica. Varios autores estamos colaborando para hacerlo en viñetas y se publicará a finales de año. Por otro lado, tengo un proyecto de cómic infantil llamado Carla y el centauro que empecé hace tiempo y que estoy desarrollando más. Dándole una vuelta al guion y a algunos de los diseños de los personajes, pero no sé cuándo podré dedicarle el tiempo que me apetece. Además, voy compaginando todos estos proyectos personales con los encargos de ilustración que van saliendo o mi participación en el fanzine Contrapelo, que puede leerse de forma gratuita y del que ya llevamos cuatro números. El último de ellos salió hace apenas dos semanas, pueden descargarse aquí.

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Esta entrada fue publicada en 9 mayo, 2025 por en David Marto, Entrevista, Norma y etiquetada con , , , .

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