‘Archivos expiatorios’, de Flavita Banana

Editorial: Astiberri.

Guion: Flavita Banana.

Dibujo: Flavita Banana.

Páginas: 208.

Precio: 20 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Abril 2025.

Primero fueron los Archivos estelares; después, los Cósmicos; luego los Espaeciales (aquí, su reseña); a continuación, los Lunares (aquí, su reseña); y ahora nos llegan para cerrar este ciclo de la carrera de Flavita Banana los Archivos expiatorios. En teoría, los Archivos acaban, pero volvemos a un lugar que nos es grato, en el que estamos tan cómodos como la autora, en el que encontramos nuevas reflexiones que podríamos considerar humorísticas, pero que en realidad esconden una filosofía de vida, una mirada muy personal hacia cuestiones que se asoman a nuestro día a día. ¿Sorpresas? No en cuanto a la fórmula, no en cuanto al espíritu, todo encaja muy bien en lo que Flavita Banana nos ha venido dando en estos años, pero sí, claro está, en el impacto directo de cada tira, única, singular, captura de un momento específico, pero que a la forma parte de temas profundos. Podemos no coincidir con su visión, no pillar su humor a las primeras de cambio, pero nos va a dejar algo en lo que pensar. Y eso es algo valioso, se mire como se mire, más aún cuando forma parte de un viaje tan largo y que ha convencido con criterio, con imaginación y generando efecto en el lector, que es algo que hay que tener muy en cuenta en obras de este estilo, herederas del humor gráfico que formaba parte ineludible de la lectura de un periódico hace no tantos años.

Estamos hablando de unas doscientes tiras más, lo que habla del esfuerzo de Flavita Banana para completar un viaje muy especial. Si hemos llegado hasta aquí, es lógicamente porque entendemos que el humor de la autora funciona. Si hablamos de un lector, es evidente que hay un disfrute. Nadie llega a cinco volúmenes de las mismas características firmados por la misma autora si no conecta con lo que nos está contando. Y ninguna autora publica esos cinco libros si no obtiene resultados editoriales y personales. No olvidemos que Flavita Banana toca temas hirientes, intensos, de enorme gravedad social, y lo hace con una acidez que obtiene tanto de la cercanía como de la distancia, depende de los temas y de los momentos, lo que ofrece una variedad gigantesca en la lectura de estos Archivos expiatorios. Es una antología, una además bastante larga, y eso hace que haya chistes mejores y peores, temas más y menos trascendentes, impactos más o menos fuertes, pero lo que no se puede negar en este y en cualquier libro de su autora es una coherencia de pensamiento, narrativa y de acción que se agradece mucho. Saber lo que vamos a leer, sin tener ni idea de lo que nos espera en la siguiente página, es una sensación muy agradable, nada fácil de conseguir y menos aún durante cinco libros.

Con su dibujo pasa lo mismo, es facilísimo perderse contemplando ese trazo de rotulador negro que conforma unas figuras distintas, con mucha personalidad, de esas que no necesitan un realismo muy marcado para hablarnos de la realidad, con una tipografía plenamente identificable ya desde el primer vistazo y unas formas que nos remiten de una manera clara al universo de Flavita Banana. Estando tan cómodos, ¿cómo no entrar en el juego que la autora nos propone en todas y cada una de las páginas de este nuevo libro? A veces con algo más detalle, otras haciendo que lo desdibujado tenga tanta voz como las mismas palabras que leemos, siempre aprovechando unos fondos blancos de enorme resonancia en su puesta en escena y haciendo que todo lo que dibuja tenga un sentido claro. Archivos expiatorios no se sale de una senda marcada hace ya muchos años y que da la sensación de que podría recuperar en cualquier momento futuro en el que Flavita Banana tenga la sensación de que ha encontrado otros doscientos momentos que retratar. Dicho así, uno se da cuenta de la titánica tarea que es sacar un libro de estas circunstancias. Y cinco suponen algo extraordinario que hay que valorar en su justa medida, con el gusto de saber que se puede volver a ellos en cualquier momento y nos seguirán pareciendo un lujo.

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