‘Daredevil. Sentido radar’, de Sala de Peligro

Editorial: Base.

Autor: Enrique Machuca, Arturo Porras, Sergio Aguirre, Javier Pulido, Moisés Hassan.

Páginas: 144.

Precio: 15 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Marzo 2025.

Cuando aparece un libro cualquiera, un ensayo sobre un tema concreto, es importante no confundir lo oportunista con lo oportuno. El estreno de Daredevil. Born Again nos invita a pensar que un libro sobre Daredevil puede ser oportunista, una forma de atrapar a algún lector que quiera saber más sobre el personaje y esté dispuesto a gastar su dinero en cualquier cosa sobre él. No es el caso de Daredevil. Sentido radar, que, en cambio, es un libro oportuno. Y muy bueno. Aunque no lo anuncie en su portada, Enrique Machuca, Arturo Porras, Sergio Aguirre, Javier Pulido y Moisés Hassan, integrantes de Sala de Peligro analizan algo muy concreto en la trayectoria de Daredevil: la aportación de Frank Miller al Hombre sin Miedo y su mundo. Y eso es algo muy oportuno, desde luego, que encaja bien con la curiosidad que puede despertar la serie a quienes no se hayan acercado a los cómics que le dan sentido, pero que sobre todo es un regalo para el lector de siempre, al que bombardea con datos, con recuerdos, con hechos y, sobre todo, con un muy documentado relato de cómo Miller cambió para siempre a Daredevil para convertirlo en el personaje que es hoy en día, uno de los más claros referentes de Marvel en cuanto a la cultura urbana y, como evidencia el espléndido primer capítulo del libro, también en lo que se refiere a la fe religiosa.

Esto puede parecer una forma peculiar de entrar en una obra pretendidamente centrada en Daredevil, pero tiene sentido por lo que Miller cambió en el personaje. Y más que cambiarlo, lo explicitó, hizo que formara parte de una base que siempre estuvo ahí, pero que nadie realmente apostó por utilizar. Hace eso que el repaso a lo que el creador de Sin City o 300 (aquí, su reseña) hizo sea todavía más oportuno. Es cierto que en una obra escrita a diez manos podemos encontrar alguna valoración repetida, es algo casi lógico cuando se trata algo tan concreto y relacionado, pero el ensayo es modélico en cuanto al reparto de temas para cada uno de los capítulos, permitiéndonos abordar por separada un Born Again o la importancia de Elektra en esta fase decisiva de la historia de Daredevil. A un ensayo de esta naturaleza se le pueden pedir dos cosas fundamentales. La primera, es evidente, que sepa de lo que está hablando, que haya una aportación real al lector, información documentada y verificable, pero que no despierte dudas. La segunda, que entretenga, que nos cuente una historia atractiva, que se gane nuestro interés en cada movimiento que hace. Daredevil. Sentido radar cumple con ambas y provoca lo más sencillo de todo: que al terminar de leer el libro tengamos ganas de buscar esos cómics de los que habla para releerlos o para descubrirlos. Gran trabajo.