Entrevista con L. Ángel Palomeque Lizano: «El suicidio es un tema importante en ‘Segmento’, pero el eje principal es el amor a la vida y a ti mismo»

Da gusto encontrarse con una opera prima como Segmento (aquí, su reseña), que es capaz de adentrarse en temas tan complicados como el suicidio o el amor propio, mezclados con una trama de fantasía muy atractiva. Y es un gusto todavía mayor poder charlar con su creador, L. Ángel Palomeque Lizano, para que nos habla de la creación de Segmento, de cómo trabajó con esos temas y, por supuesto, con alguna pincelada sobre un futuro que ya se asienta en un debut no solo prometedor, sino muy interesante.

Siendo el primero, ¿qué sensaciones tienes ahora, después de ver publicado el cómic? ¿Satisfecho, feliz, liberado…?

Me acuerdo cuando me llegaron los primeros ejemplares de Segmento a mi casa, de golpe sentí una liberación enorme, meses de estrés por acabar el proyecto y los nervios de ser mi primera obra publicada se esfumaron en cuanto lo tuve en mis manos. También todo lo que vino después me pilló de nuevas, firmas, entrevistas, presentaciones… Un no parar de estímulos muy positivos que al principio cuesta asimilar. Así que sí, estoy bastante satisfecho y a la vez ansioso por empezar el siguiente. Está siendo una experiencia tan bonita y estoy tan contento con cómo ha quedado el cómic que no paro de pensar en cómo puedo mejorar para el siguiente.

No es frecuente que el suicidio sea el punto central de una obra de ciencia ficción o fantasía… ¿Por qué cogiste un tema que sigue siendo bastante tabú en la sociedad como base de Segmento?

El cómic siempre lo he enfocado como una historia realista, pero con toques de fantasía. Tenemos un protagonista que vive en Madrid, con aspiraciones y problemas que podríamos tener cualquiera de nosotros, como es el miedo al fracaso, la soledad, el duelo y el arrepentimiento. Es un cómic que quiere que te sientas identificado, en mayor o menor medida, y por eso los problemas que se presentan son problemas comunes actualmente, y uno de los grandes problemas al que nos enfrentamos en estos últimos años es el suicidio. Para hablar de cómo un hombre tiene que enfrentarse a todos los aspectos de su vida que no quiere o puede arreglar, tiene que tener una buena motivación para hacerlo, y que mejor que para salvarla. Es complicado hablar de un tema tan delicado, siempre tuve en mente que debía ser respetuoso y tratar el tema de la manera más justa y sensible. Pero aunque no sea un asunto agradable o fácil de tratar, sigue siendo un problema muy real y cada día más notable en nuestra sociedad.

Al ver cinco versiones de la misma persona, me pregunto si lo primero que hiciste a la hora de escribir el guion fue trazar esa cronología vital que te permitiera entender el momento inicial, los instantes previos al suicidio, o si eso es algo que fue fluyendo mientras escribías.

Hice la cronología primero, necesitaba tener todos los eventos y cambios en la vida de Firmo muy claros para poder crear las personalidades de las cinco versiones. Es muy complejo diseñar cinco personajes que sean la misma persona pero que se aprecien diferencias entre sí para distinguirlos. Y ya no solo que sean diferentes, esos cambios deben tener una evolución clara respecto a la anterior versión y así, cuando sabes toda la historia, puedes ver cómo nuestro protagonista ha ido cambiando y hundiéndose en el pozo en el que se encuentra al inicio del cómic. Esto me permitía muchas posibilidades cuando interactuaban entre ellos, porque todas las versiones tenían algún reproche o alguna proyección que hacer a las otras. Esta parte fue mi favorita en todo el proceso creativo.

Me parece interesante que, a pesar de ser una obra de mucha complejidad emocional, y no solo por partir del suicidio, acabe siendo una historia fundamentalmente optimista. ¿Eso lo tenías claro desde el principio? ¿Barajaste otras opciones para el final?

En realidad siempre fue el objetivo. Aunque el suicidio es un tema importante en la historia, el eje principal de esta siempre ha sido el amor a la vida y a ti mismo. Toda la trama gira en torno a que Firmo debe encontrar de nuevo ese amor que poco a poco ha ido perdiendo con los años. Un detalle que no se suele comentar y que resume bien el mensaje de la obra es la máscara que lleva la figura misteriosa. En ella vemos el segmento, la vida, rodeado por un corazón: el amor a la vida.

Vamos a hablar del extraño visitante que desencadena todo, Punto… ¿Cómo lo construiste? ¿Es la versión que vemos la que siempre tuviste en la cabeza o ha ido evolucionando mientras hacías el cómic?

Es de las cosas más fantásticas en el cómic, siempre tuve muy claro su diseño. Alguna vez me lo han comparado con el personaje de El Viaje de Chihiro y es verdad que hay cierta inspiración físicamente. Es un personaje al que le rodea el misterio, poco sabemos de él y así debía ser, ya que todo lo vemos desde las lentes de Firmo. Lo poco que sabemos es que es el encargado de poner punto final a la historia de Firmo, y que es lo suficientemente generoso para ofrecerle una nueva oportunidad. Es cierto que el único cambio que hubo en Punto es la razón por la que daba esta segunda oportunidad. En un inicio barajeé la idea de que fuese por entretenimiento, como un juego macabro en el que Firmo se había visto envuelto. Pero eso chocaba con el mensaje positivo y optimista del final. Su diseño nos cuenta un poco más de él, un manto amarillo que le cubre todo el cuerpo, este color representa la muerte y lo tóxico en esta historia. Y una máscara roja con dibujos agradables, lo que podemos ver es que su naturaleza aparenta ser mala pero sus intenciones son bondadosas. Necesitaba un elemento que moviese la trama hacia delante, con Punto conseguía la manera de viajar al futuro y reunir a Firmo con sus otras versiones. Pero con este personaje también creamos una pequeña mitología dentro de esta historia, tenemos un ser sobrenatural capaz de alterar la realidad y una prueba divina a la que nuestro protagonista se debe enfrentar para salvarse.

Vienes del mundo del storyboard. A la hora de trabajar en uno u otro medio, ¿cuáles son las principales diferencias que encuentras? ¿En qué momentos de ambos procesos te sientes más cómodo y en cuáles buscas más apoyos o referencias?

A pesar de ser muy similares al tratarse de la narrativa visual, hay una gran diferencia, el tiempo y el espacio. En mundo audiovisual, al hacer storyboards, tú narras en el tiempo, tus limites los van a imponer los segundos, minutos u horas que dispongas. Pero en cómic es diferente, debes narrar en un espacio limitado, tú manejas el tiempo del lector con el número de viñetas, la acción que dibujes o el tamaño de los diálogos. Creo que en ambos procesos las partes más cómodas suelen ser escenas más dramáticas, me gustan tanto hacerlas que la mano se va sola (risas). Las más complicadas suelen ser de acción diría, aunque creo que tengo mucho que aprender en ambos medios.

Viendo lo que cuenta el cómic y viendo que eres del 96, una pregunta casi obligada… Si lo que cuentas es lo que el momento actual le pude suponer al protagonista con uno, siete, trece, diecinueve y treinta años, ¿qué le diría ahora mismo tu yo actual a cada uno de tus tú de esas edades?

Pues intentaría seguir el ejemplo del mensaje de mi cómic, si no sería para matarme (risas) y sería majo con mis otras versiones. A los más jóvenes les animaría a que siguieran dibujando monigotes y cómics pochos que son claros plagios de Naruto y Dragon Ball, en un futuro ya he visto que nos ha ido bien. Y a la versión más mayor le diría que da igual si va bien o va mal, lo importante es que se ha intentado y que se seguirá intentando hasta el final. Uno de los mensajes del cómic es el de empatizar con nosotros mismos, no ser tan duro con nuestros errores. Y esto es algo en lo que cualquiera de nosotros podemos fallar en algún momento, así que no viene mal releerse el cómic de vez en cuando (risas).

Siendo el primer cómic, en el que parece más lógico ir a escenarios de confort, y teniendo el protagonista una edad cercana a la tuya, no sé si es lícito pensar que puede haber algunos elementos autobiográficos o de personas que conozcas. ¿Es así o Firmo en un personaje de ficción?

Firmo es ficción,  aunque hay ciertos elementos del personaje que son metáforas o exageraciones de sucesos o problemas que he visto en mi entorno o incluso míos. También es verdad que los problemas que tiene nuestro protagonista son muy comunes en general, así cualquiera podía empatizar con él.  Pero sí que he querido hablar sobre un personaje en una edad similar a la mía para que me fuera más fácil desarrollar los temas que nos afectan a mí y a mi generación. Y aunque no fuera el caso, siempre, hay algo de ti en lo que creas.

Ya sé que estás trabajando en un proyecto nuevo y tenemos ganas de verlo. ¿Algo que nos puedas contar sin revelar demasiado…?

Por ahora aún es pronto para contar mucho, pero trata sobre un hombre recordando un viaje que hizo en sus años como fogonero en los trenes de vapor en la época franquista. Pero aquí estará la miga, en ese viaje se encontrará un meteorito extraño… Me gustaría decir más, pero mejor sigo trabajando y así lo leéis antes (risas).