‘Cross Heart’, de Ana C. Sánchez

Editorial: Planeta Cómic.

Guion: Ana C. Sánchez.

Dibujo: Ana C. Sánchez.

Páginas: 320.

Precio: 9,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: febrero 2025.

Hace ya más de quince años que Cross Heart comenzó a convertirse en una realidad, y ver ahora esta obra en una reedición como la que tenemos entre las manos es reconfortante. Lo es porque se trata de la primera obra de Ana C. Sánchez, y sirve para que podamos hacer ese viaje en el tiempo y comprobemos hasta donde puede llegar una historia que originalmente fue un webcómic y después fue autoeditada. El mensaje que deja eso, ahora que se incorpora al catálogo de una gran editorial, es claro: si un cómic, o en este caso un manga, es bueno, puede encontrar su camino. Sánchez firma una obra cargada de emociones y sentimientos, una que en 2008, cuando se comenzó a publicar, tuvo un componente rompedor que ahora, quien descubra la obra en nuestro tiempo, se notará un poco menos. Quienes ya la habían leído, recordarán que en aquel tiempo, aunque no hace tanto, hablar de violaciones, de la vergüenza de la víctima, o de unos sentimientos románticos entre dos adolescentes, entre dos muchachas carentes de experiencia en el mundo, era algo novedoso… e interesante, porque la lectura abría la mente con una naturalidad preciosa a algo distinto, que se salía de la cotidianidad de muchos lectores. Sin grandes artificios, sin más decisiones trascendentes que llevar la historia a un escenario lejano, Cross Heart se abría camino con sinceridad.

Esa es la auténtica clave del manga, y se mantiene como su corazón y su esencia a pesar del tiempo transcurrido: es una obra abiertamente sincera. Eso, a pesar de jugar con un escenario muy concreto y bien definido, en el que las piezas tienen que ser necesariamente estas para que la historia tenga sentido (no lo tendría, por ejemplo, si los padres de Kotomi estuvieran presentes) y no tengamos la sensación de que hay algo forzado, y eso deriva en una universalidad de la historia, por increíble que pueda parecer, y más en ciertos ámbitos, que la historia de amor entre dos chicas que rebose semejante nivel de autenticidad. Uno puede imaginarse que Sánchez estableciera diálogos precios con sus dos personajes principales para entender qué harían y dirían en cada una de las situaciones que se van produciendo en el libro, cómo encararían esos sentimientos que se convierten en el centro de Cross Heart, porque el resultado es sobresaliente. Se nota en los diálogos, pero también en el comportamiento, y la mejor muestra la tenemos en que eso, lo emocional, es la base de la reconstrucción en color de la historia que se añade a este volumen como complemento. Ahí vemos a Haru y Kotomi, son ellas y a la vez no lo son, ha cambiado su experiencia, su momento, la forma en la que llegan a conocerse las dos muchachas, pero no son sus almas.

La comparación entre las dos historias sí permite establecer una evolución de Sánchez como dibujante, pero si miramos atentamente las dos versiones de la historia nos daremos cuenta de que el motor de ambas es el mismo, uno que ya hemos mencionado: el de la sinceridad. Los personajes de la autora son auténticos, transmiten muchísimo, sea en su primigenia versión, una más sencilla y, dentro de la misma estética manga que tan bien le sienta, un poco menos realista, o en la más moderna, con acabados más definidos, con más detalle tanto en los personajes como en los fondos. Cross Heart es, en todo caso, una notable opera prima, valiente por los temas que toca y por lo bien que sabe llevar las emociones y los sentimientos a un dibujo cargado de matices, en el que los primeros planos y el lenguaje corporal, que son las apuestas claras de Sánchez, lo dicen absolutamente todo. Es una obra que no tiene miedo a sentir y eso, aunque con los años hayamos visto historias que se puedan asemejar a esta, en 2008 no era algo tan frecuente. No es nostalgia, es contexto. Y puede que la propia evolución de la autora nos haga pensar que ha pasado mucho tiempo, sobre todo si hablamos del dibujo, pero sigue siendo una historia muy bien narrada en lo argumental y en lo visual. Es una delicia tener una edición como esta de Cross Heart para redescubrirla.