‘Weimar. Tiempos inciertos’, de Txuss Martín, Pau Pedragosa y Rafael Morata

Editorial: Norma.

Guion: Txuss Martín, Pau Pedragosa.

Dibujo: Rafael Morata.

Páginas: 232.

Precio: 29,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero 2025.

Es cada vez más frecuente que exposiciones de salas y museos encuentran en el cómic un apoyo importante a la hora de explicar sus contenidos, y eso es algo de lo que nos debemos alegrar. Supone una apertura gigantesca para un mundo, en el de las viñetas, a veces ninguneado desde esos mismos ámbitos, y cada pieza que tenga ese origen debemos valorarla como algo notable. Weimar. Tiempos inciertos lo es. Es el complemento ideal para la exposición del mismo título, Tiempos inciertos. Alemania entre guerras que acoge CaixaForum, comisariada precisamente por los dos escritores del cómic, Txuss Martín y Pau Pedragosa, dibujado por el debutante en estas lides Rafael Morata. Juntos elaboran una obra densa, ambiciosa, repleta de datos y hechos históricos que nos permiten ver un retrato extraordinario de la transformación social, artística y política de Alemania entre las dos grandes guerras del siglo XX, un repaso en el que no faltan grandes nombres de la cultura y la ciencia, pero en el que también hay una fascinante historia personal de fondo que adapta La montaña mágica, de Thomas Mann, dando protagonismo a un soldado amnésico que representa que se convierte en representante del alemán medio en ese periodo tan convulso y fascinante de la historia germana.

La decisión de dar a Hans ese papel principal es muy inteligente. Al no tener recuerdos, no tiene prejuicios, no tiene una visión sesgada, es una hoja en blanco sobre la que se vuelcan ideologías, teorías, corrientes y obras con una fuerza inusitada. Nosotros, como lectores, nos ponemos muy fácilmente en ese papel, y eso hace que la obra avance con una fluidez casi impropia de un tebeo que se siente necesitado de tantos estímulos para crear una visión completa que busca de un país en un arco temporal de dos décadas. Hans es un hulo conductor espléndido, la forma en la que vamos viendo distintos personajes, el devenir de la famosa Bauhaus, el éxito del propio Thomas Mann, el impacto del cine, de Metrópolis o de El gabinete del Doctor Caligari, por supuesto las teorías filosóficas de Heideger o los avances científicos de Albert Einstein. Es un periodo increíblemente rico para la inestabilidad política que vivía una Alemania oprimida por los acuerdos de paz y que se convirtió en el caldo de cultivo más aterrador para el nazismo, el régimen más asesino del siglo XX. No es fácil el equilibrio entre la historia personal, el marco cultural y el devenir social y político, pero el esfuerzo para lograrlo es grande y apreciable, incluso en los momentos en los que el lector se puede sentir algo apabullado por tanta información.

El dibujo de Morata es muy eficaz en ese sentido porque funciona desde la misteriosa escena de apertura en el dormitorio del propio Thomas Mann y con la presentación de Hans, el protagonista de este viaje. Sin estar demasiado atado al retrato de los personajes reconocibles que van apareciendo durante el relato, estos funcionan muy bien, y cualquier comparación con fotografías que el lector tenga en la memoria o pueda buscar en libros o páginas web se sostiene con mucha solvencia. Quizá es más interesante por ello la referencia sociocultural, la que tiene que ver con lugares, con arquitecturas, con el cine o con la escultura, con elementos que ayudan a que nos sintamos dentro de este tiempo entre guerras que detalla la obra en el que necesariamente tenemos que sentirnos para que la obra, por encima de todo, tenga credibilidad y sirva como ese marco en el que todos tenemos que sentirnos un poco como Hans, descubridores de una realidad sumamente interesante. Weimar. Tiempos inciertos es una obra que, visualmente, quiere trasladar como en el guion la importancia de los movimientos artísticos que tienen importancia, y eso hace que se rompa con frecuencia y con gusto la sucesión de bustos parlantes. Con mucho contenido histórico, con un buen acabado y con reflexiones interesantes, es una lectura intensa, entretenida y muy aprovechable.

El único contenido extra es un dosier sobre la época descrita en la obra.

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