‘Cósmico. El bombero galáctico’, de Fon

Editorial: Sallybooks.

Guion: Fon.

Dibujo: Fon.

Páginas: 68.

Precio: 18 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Noviembre 2024.

El tebeo infantil es, con creces, el medio en el que resulta más fácil explicar la vida mediante el uso de la fantasía, y da gusto seguir viendo esta modesta edad de oro del género en la que vivimos, en la que no cesa la llegada de nuevos tebeos que buscan ganarse un hueco en el ocio de niños sobrealimentados de estímulos. Fon entra bien en ese terreno con Cósmico. El bombero galáctico, cuyo título ya es una clara explicación de los dos elementos de los que hablábamos. Por un lado, es una historia que busca concienciar sobre el peligro del fuego y los incendios, también y en positivo de la labor de los bomberos que se dedican a solventar catástrofes y ayudar a la gente. Por otro, es una aventura de fantasía desbordante, más lograda quizá en su planteamiento que en su resolución, pero siempre muy entretenida e inspiradora, que es de lo que se trata. Y todo desde la sencillez que se espera cuando se escribe y dibuja para un público de edad reducida, para el que el color y las figuras resultan muy atractivos. Se nota que el autor ha disfrutado dando vida a todos los elementos y personajes propios de la ciencia ficción que pueblan las páginas de Cósmico. El bombero galáctico, y eso se convierte en el primer reclamo de un tebeo muy entretenido que sabe cumplir con todas sus promesas.

Porque las hay, ojo, el cómic infantil es de hecho el contrato más claro que hay en el mundo de las viñetas porque hay un público muy determinado al que satisfacer. Fon no se sale de las premisas básicas en ese sentido: un protagonista de la misma edad que muchos de sus lectores, una fantasía que cruza dos mundos, en este caso el nuestro con el de un peculiar extraterrestre, ese bombero cósmico del título y un problema más o menos cotidiano, que los niños pueden ver y tratar de entender, explicado desde una óptica que les va a resultar accesible, con constantes golpes de humor para ayudarles. La historia se desarrolla por un doble camino que tampoco se sale de lo que suele proponerse en el género. Por un lado, el choque cultural, eso que tan bien funciona independientemente ya de la edad del lector. En este caso, son dos personajes infantiles, uno de la Tierra y muy cercano, otro extraterrestre, ingenuo y divertido. En el otro lado, el choque entre el bien y el mal… que además se desarrolla con un personaje que sabe cambiar de bando, lo que añade capas de relativa complejidad a la historia para que no caiga en lo manido o demasiado visto. Cósmico es original en ese sentido y es divertido, pero también inspirador, lo hemos dicho, porque la historia habla de amistad, de confianza, de superación de los límites personales.

Teniendo esas cuestiones que sí pueden entender y valorar los pequeños lectores, lo que queda es lo que se ve a primera vista, un tebeo de colores muy cálidos, de diseños tan sencillos como eficaces y de una fantasía apreciable e imaginativa. No olvidemos que, en el fondo, esto no deja de ser una historia de ciencia ficción en la que vemos naves y trajes espaciales, personajes de formas humanoides con la piel de colores y criaturas de fuego, así que la espectacularidad que imprime Fon es un elemento esencial para entender lo que alcanza Cósmico, y que sobre todo se desata en el acto final, que es el que culmina el sentido aventurero que tiene toda la obra, muestra también del buen uso de las onomatopeyas que hay durante todo el libro. Con todos estos elementos, es fácil concluir que Cósmico. El bombero galáctico es un notable tebeo para chavales que sean curiosos, que tengan ganas de divertirse, que disfruten con la ciencia ficción accesible y divertida que propone Fon, más que entretenida para los niños a los que se dirige y que deja muy tranquilos a los padres que apuesten por su libro para la lectura de sus hijos, porque el tema importa, porque sus valores son importantes y porque no pierde de vista lo esencial: el entretenimiento que los más pequeños necesitan para estar conectados a una historia durante más de 50 páginas.

El único contenido extra es un breve cómo se hizo.

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