‘Impenetrable’, de Alix Garin

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Editorial: Norma.

Guion: Alix Garin.

Dibujo: Alix Garin.

Páginas: 304.

Precio: 32 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Septiembre 2025.

Que después de una historia tan emocional como No me olvides (aquí, su reseña), Alix Garin nos ofrezca algo como Impenetrable es digno de elogio. Pero no por lo que suele elogiarse, la valentía de exponerse en primera persona, contando algo que le ha sucedido personalmente a ella y que sigue formando parte de esos tabúes que rodean a la sexualidad, y sobre todo a la sexualidad femenina, sino por la forma en la que lo ha hecho. Impenetrable no es una historia fácil, ni de contar, ni de leer. Se sufre con ella y Garin lo sabe con tanta certeza que incluso acaba incorporando ese mismo tema a la parte final de su novela gráfica. El libro es una confesión y una catarsis. No es un libro de autoayuda, no es un ejemplo de nada más que de una experiencia personal, pero es indescriptible lo bien que ha sabido transmitir emociones de una intensidad bárbara. Garin ya jugó a eso mismo en No me olvides, pero seguramente no estábamos preparados para el nivel que alcanza en Impenetrable. Y lo hace sin caer en morbos innecesarios, sin jugar la baza de la lástima, haciéndonos partícipes de su búsqueda de soluciones y de la desesperación de no poder encontrarlas, incluso de las decisiones que puedan ser moralmente cuestionables, que las hay en este relato que no parece ocultar nada y que desnuda a su autora mucho más allá del escándalo fácil de la desnudez.

Nadie más que Garin sabrá hasta qué punto ha ficcionado lo que nos cuenta o la fidelidad que tiene cada escena al momento real que ella misma vivió, pero es imposible leer Impenetrable sin tener la sensación de que es una obra desgarradoramente sincera. Y lo es, además, sabiendo colocarse ella en el papel protagonista, indiscutible, imprescindible, pero sin renunciar a que los lectores vean, entiendan y sientan desde el otro lado de una relación hermosa, pero insatisfecha. Lo fácil habría sido contar todo desde un ominoso yo, y sin embargo, como muy bien cierra el libro, lo que nos está contando es una historia de amor que involucra a dos personas. Pocas veces habremos visto manifestaciones tan abrumadoras de la falta de deseo sexual, pocas veces nos habrán despertado tantas sensaciones como pasa en la lectura de Impenetrable. Es casi ya una moda que autores de cómic, y sobre todo autoras, se abran de esta forma para contar aspectos de sus propias vidas, pero esos cómics no siempre se sienten tan justificados como sucede aquí. Es verdad que vemos parcialmente el proceso de creación de No me olvides, pero el hecho de que Garin sea la protagonista no se debe a su talento como narradora. Y sin embargo es justo eso lo que nos deja este libro, un éxito rotundo desde un punto de vista personal, pero también temático y social.

Garin ya había demostrado en No me olvides que su estilo, sin sentirse preso del realismo más fotográfico, era perfecto para contarnos aspectos de la vida cotidiana, emociones y sensaciones que nos pueden embargar a cualquiera. Lo que hace en Impenetrable, no obstante, va mucho más allá de eso. Imaginar cómo es el dolor físico y mental que sufre no es fácil. Son imágenes de un poder arrebatador, visualmente fascinantes y tan intensas como las debió de sentir la propia autora durante las vivencias que relata. Esas manos aprisionando un cuerpo que no siente placer, esa llama que se reaviva en su interior, ese torrente sensorial que inunda su mente cuando empieza a redescubrirse, todo forma parte de un fascinante enfoque que da al libro no solo unidad, sino también continuidad y sentido, con un uso del color sencillamente magistral como colofón a un trabajo que impresiona. Impenetrable es la consolidación de una autora todavía muy joven, que no llega a la treintena, y que ya ha demostrado una madurez descomunal para afrontar retos muy complicados de sacar adelante. Y no, no hablamos solo de la valentía de exponerse en primera persona, sino de la manera en la que ha sabido dar forma a emociones muy íntimas, de tal manera que sigan siendo suyas, pero que a la vez puedan conectar con las de otras personas.

Le Lombard publicó originalmente Impénétrable en septiembre de 2024.

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