‘Batman. Las 10 noches de la bestia’, de Jim Starlin y Jim Aparo

Editorial: ECC.

Guion: Jin Starlin.

Dibujo: Jim Aparo.

Páginas: 96.

Precio: 18 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Noviembre 2024.

Si en algo fueron prolíficos los años 80 y 90 para Batman fue en la creación de personajes maravillosos, villanos que funcionaban francamente bien en historias autoconclusivas, de mayor o menor extensión, pero que no pensaban tanto en el futuro, sino en el aquí y el ahora. Las 10 noches de la bestia sigue esa senda, porque en ella Jim Starlin y Jim Aparo nos mostraron a un rival magnífico para el Caballero Oscuro, KGBestia, un despiadado asesino soviético que va a Gotham en busca de presas. Hay que tener claro que no es un sesudo análisis político de la época, aunque lógicamente tenga un contexto que vale la pena valorar y de hecho no tiene pudor alguno en introducir a Ronald Reagan, entonces presidente de los Estados Unidos, como un personaje más de la trama. Y hay que valorar que eso sirva para construir una buena historia, una de buenos y malos, una de un Batman que era mucho más cercano que el actual, más aventurero, más dinámico y, de alguna manera, mucho más disfrutable, sobre todo en este formato, en pequeños arcos argumentales de unos pocos números que sí, vivían dentro de una continuidad, pero se sostenían de manera independiente para disfrute de cualquier lector de entonces y de ahora. Con sus defectos, que por supuesto los tenía, era un cómic de superhéroes mucho más cómodo para el lector.

Las 10 noches de la bestia tiene un ritmo notable. Starlin de queda con lo que le interesa de la idiosincrasia de Batman, entendiendo de una manera notable que un gran reto para el protector de Gotham no tiene por qué ser necesariamente algo que le afecte de manera personal. KGBestia es un rival magnífico en el intelecto y en el cuerpo a cuerpo, y hay numerosas pruebas que Batman tiene que superar en este sentido a lo largo de la historia. Podemos debatir sobre si la conclusión de ese duelo es moralmente aceptable, o incluso qué pensamos de la mayor polémica que genera este relato, la famosa vía con la que KGBestia escapa de Batman cuando este le tiene atrapado, pero lo que es indudable es que el relato se compra casi sin querer, desde la breve y misteriosa presentación del personaje, desde el marco social y político que se describe de manera inmediata y, por supuesto, desde el adrenalítico primer enfrentamiento entre Batman y KGBestia. Es una historia de notable violencia, pero Starlin se las arregla para que la disfrutemos como lo que es, parte de un enfrentamiento personal entre un héroe y un villano clásicos, aun con ese marco estratégico del que hablamos, y en el que participa el presidente Reagan de una manera que hoy, probablemente, generaría ríos de tinta y que entonces parecía incluso lo más normal del mundo.

Aparo es uno de los autores fundamentales del Batman de los años 70 y 80. De alguna manera, conseguía que sus figuras, por estáticas que pudieran parecer en un primer vistazo, acabaran convenciéndonos de una manera casi indiscutible. Aparo siempre supo conseguir que Batman fuera un personaje de las sombras, pero a la vez accesible, como mandaban los guiones de la época, y su presencia con civiles, policías y agentes secretos tenía una naturalidad que hoy se antoja casi imposible. El diseño de KGBestia puede parecer algo demasiado propio de los años 80, pero con el color de entonces no parece que entorpezca la lectura o que no haga creíbles sus habilidades. Las coreografías de pelea de este relato son fantásticas, están muy bien pensadas para que funcionen, y la forma que tenía Aparo de contar la historia es sobresaliente, como se puede ver, por ejemplo, en el sencillo pero tremendamente eficaz recurso con el que da por concluido el enfrentamiento entre Batman y KGBestia. A estas alturas, decir que Las 10 noches de la bestia es un pequeño clásico es bastante correcto, porque es una historia que ha sobrevivido muy bien al paso del tiempo, que está firmada por dos grandes y que introdujo a un personaje que, sin mayores momentos de gloria que el presente, sí que se ha mantenido en la mitología de Batman.

El volumen incluye los números 417 a 420 de Batman, publicados originalmente por DC Comics entre marzo y junio de 1988. El único contenido extra son las cubiertas originales de Mike Zeck.

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