Guion: Chip Zdarsky.
Dibujo: Giuseppe Camuncoli, Andrea Sorrentino.
Páginas: 112.
Precio: 19,50 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Noviembre 2024.
Cada vez resulta más complicado encarar historias de los superhéroes de toda la vida, porque casi siempre queda la sensación de que hay que saber y aplicar demasiadas cosas para entender algo. Cuando se leía La broma asesina (aquí, su reseña), El regreso del Caballero Oscuro (aquí, su reseña) o El largo Halloween (aquí, su reseña), por citar alguna de las obras emblemáticas de Batman, se podía hacer sin miedo, sin contexto, saltando a la piscina sin saber si había agua. Ahora, leer por ejemplo Joker. Año uno, que es el tomo que tenemos entre manos, no solo implica conocer La broma asesina, sino que también es vital haber leído Tres Jokers (aquí, su reseña), El Caballero, Año zero (aquí, su reseña) y hasta el Batman de Grant Morrison en lo que al Joker concierne. No se trata de decir que la historia de Chip Zdasky, Giuseppe Camuncoli y Andrea Sorrentino sea mejor o peor por este motivo, pero sí es importante destacar que ese es el camino que han escogido las grandes editoriales, en este caso DC, incluso en historias que, por su título, parecen estar indicadas para nuevos lectores, y que por su extensión, apenas un centenar de páginas, podrían ser una lectura más accesible de lo que realmente es. Y eso, insistimos, no tiene nada que ver con la ambición de una historia que quiere hablar del pasado, del presente y del futuro del Joker.
Teniendo toda esta información en la cabeza es más sencillo entender lo que Zdarsky quiere hacer en este Año uno que, como tantas otras veces anteriores, no cubre realmente un año. El lapso temporal no solo no es importante, sino que además no es fijo. Sí, nos asomamos a los primeros momentos en los que el que acabará siendo el mayor villano de Batman sale de la famosa cubeta de ácidos que le transformó, pero la historia busca otros rincones. De hecho, casi parece más interesante, por lo diferente que es, la mirada que lanza hacia el futuro, porque es donde están los mensajes más intensos de la relación entre Batman y el Joker, y donde, además, no se desvía la atención de una trama centrada en Jim Gordon que casi parece más deudora del Año uno de Batman (aquí, su reseña) que de cualquier historia del Joker ya mencionada. Es complicado encontrar el hueco preciso en el que colocar este Año uno, pero se puede dar por seguro que eso mismo estaba en las intenciones de Zdarsky a la hora de lanzar esta historia, que muy probablemente tenga una ambición que se sitúa por encima del nivel de respuestas que ofrece. Lo que no se puede negar es que en la intención del escritor parece estar esa intención de complicar aún más las cosas en la nebulosa que hay sobre el origen y la identidad del Joker, jugando con lo ya existente y dejando aún puertas abiertas.
Parte de esa confusión buscada se vuelca, con habilidad, en la parte gráfica. Contar con dos ilustradores tan distintos como Camuncoli y Sorrentino es ya una garantía de que va a haber un contraste entre dos partes de una misma historia. Hay más riesgo en las páginas del segundo, pero no porque su trabajo sea mejor que el de su colega, sino porque en sus páginas es donde se muestra a un Joker más atrevido en muchos sentidos. En realidad, los dos tienen que lidiar con versiones distintas del Joker, extrañas para quienes tengan en la cabeza relatos más clásicos, y los dos entienden bien el momento que les toca dibujar, cada uno en su estilo. Eso hace que este Joker. Año uno sí tenga una frescura visual sobresaliente, porque teniendo tantas referencias, algunas de ellas de hecho plasmadas en viñetas como la que Camuncoli hace para recordar a La broma asesina, no es tan fácil ofrecer algo con tanta personalidad. La obra en su conjunto la tiene, eso está claro, ya sea por ambición o por ejecución, pero es cierto que tiene las limitaciones editoriales ya mencionadas del momento en el que vivimos, algo que hace que la comprensión completa de la obra dependa de otras lecturas. Es el Joker, en todo caso, y es un paseo por sus más oscuros secretos, lo que hace que la obra ya tenga puntos de interés, ideas atractivas y, por supuesto, riesgos que correr y que no todos los lectores aceptarán de la misma manera.
El volumen incluye los números 142 a 144 de Batman, publicados originalmente por DC Comics en abril de 2024. El único contenido extra son las cubiertas originales de Giuseppe Camuncoli, David Finch, Gleb Melinkov, Greg Tocchini, Stevan Subic, Tiago Da Silva, Yasmine Putri, Derrick Chew, Kevin Wada, Alan Quah y Matteo Scalera.
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