‘Batman. La noche de los hombres monstruo’

Editorial: ECC.

Guion: Steve Orlando, Tom King, Tim Seeley y James Tynion IV.

Dibujo: Riley Rossmo, Rogê Antônio y Andy MacDonald.

Páginas: 144.

Precio: 13,50 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Septiembre 2024.

Es inevitable, lo es ya desde hace muchísimos años, que el cómic mire al pasado para reconstruir los relatos que han tenido éxito, eco o recuerdo en tiempos posteriores. Y es igualmente inevitable que se establezcan comparaciones entre cada una de esas historias, sobre todo porque hoy en día muchas de ellas se hacen con la ambición de superar a las originales, y eso no es un trabajo fácil. Pasa con La noche de los hombres monstruo, que no es la primera vez que se actualiza en el mundo de Batman, pero que parecía lógico tratar toda vez que el reinicio de los personajes del universo DC es cíclico y sucede cada pocos años. Lo que vamos a encontrar en esta versión, además de un evento de autoría plural con formato de crossover entre las distintas series del Caballero Oscuro, es mucha adrenalina, monstruos más grandes, más exagerados, que entran además en un terreno más personal. ¿Y es mejor o peor que los antecesores? No importa demasiado, lo que tiene trascendencia, al menos desde los despachos, es aprovechar la nostalgia y una idea del pasado para construir la versión moderna de sus personajes, en este caso la que nació con el llamado Renacimiento de DC. Y lo que se busca aquí es un espectáculo, un blockbuster, mucho más que una historia trascendente o que haga perdurar a Hugo Stranger en este nuevo escenario.

Tom King, Steve Orlando, Tim Seeley y James Tynion IV son los escritores encargados de dar forma es este evento, es lo que es aunque se trate de confinarlo en los títulos de Batman, y todos ellos parecen ser conscientes de la naturaleza de la historia. Es más fácil coordinar una aventura de acción que algo más ambicioso, y probablemente es más atractivo comercialmente hablando un relato en el que primen los monstruos gigantes, por mucho que tengan de tópicos y por poco que parezcan encajar realmente en la versión más aceptada de Batman, que la confrontación psicológica que Hugo Strange es capaz de plantearle al Caballero Oscuro. Con esas premisas, es bastante sencillo que nos lo pasemos bien en este relato. Quierre entrar el relato en continuidad, quiere seguir desarrollando la siempre complicada relación entre Batman y Nightwing, o la oposición de Batwoman por el liderazgo de las operaciones de la Batfamilia en Gotham, y algo hay de Hugo Strange, aunque tarde en llegar, sí, pero no nos engañemos, lo trascendente es ver a los monstruos campando a sus anchas por la ciudad. Esta es una historia que bebe mucho más de Godzilla y sus expansiones que de las apariciones anteriores de Hugo Strange en el relato del que se acuerda La noche de los hombres monstruo o en posteriores tebeos en los que jugó un papel determinante.

Y siendo esto así, con tres dibujantes en los créditos del cómic, resulta inevitable pensar que Riley Rossmo es el que lleva de alguna manera la voz cantante. Su estilo es perfecto para los monstruos que vemos, pero también es algo fresco para Batman y su mundo. Entramos con él en la historia, y seguramente eso ayuda a que su influencia sea tan notable en lo que después hacen Rogê Antônio y Andy MacDonald. En ese sentido, el espectáculo está servido, es palomitero y muy entretenido, no son páginas en las que nos vayamos a detener pensando en si estamos viendo algo que marcará el futuro de sus personajes, porque hacen bastante fácil que nos conformemos con la diversión puntual. Podríamos llegar a decir que La noche de los hombres monstruo es una obra muy de su tiempo, porque tiene un objetivo muy concreto, lectura que cumpla con sus propósitos de entretener, porque sabe ser tan coral como se demanda hoy en día dentro de la continuidad que impone los grandes universos de superhéroes, y porque tiene consecuencias muy concretas y limitadas que no obstaculicen trabajos paralelos o futuros. En otras palabras, no molesta, y se lee con agrado, aunque de antemano es fácil tener claro que hay más serie B que obra de culto en la propuesta que nos lanzan sus múltiples auores.

El volumen incluye los números 7 y 8 de Batman, 5 y 6 de Nightwing y 941 y 942 de Detective Comics. El contenido extra lo forman las portadas originales de Yanick Paquette, Tim Sale, Ivan Reis y Rafael Albuquerque, y un portafolio de diseños de Riley Rossmo.

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