Televisión – ‘Agatha, ¿quién si no?’

Título original: Agatha All Along.

Reparto: Kathryn Hahn, Joe Locke, Debra Jo Rupp, Sasheer Zamata, Ali Ahn, Okwui Okpokwasili, Patti LuPone, Evan Peters, Maria Dizzia, Paul Adelstein, Miles Gutierrez-Riley.

Música: Christophe Beck, Michael Paraskevas.

Plataforma: Disney+.

Episodios: 9.

Duración: 29-49 minutos.

Estreno: 18 de septiembre de 2024 – 30 de octubre de 2024 (Estados Unidos / España).

Es francamente extraño que se acuse a Marvel de ser siempre lo mismo, cuando ha dado sobradas muestras de diversidad a lo largo de los años, incluso sabiendo que hay algunas de sus películas que sí guardan similitudes. Pero en televisión, el estudio está arriesgando, a veces mucho, y hasta patinando, porque se trata de probar cosas nuevas y de abrir caminos. Agatha, ¿quién si no? lo hace, sin duda alguna. La vertiente mágica de Marvel hasta ahora solo se había explorado en condiciones a través de Doctor Strange (aquí, su crítica) y su secuela (aquí, su crítica), además de Bruja Escarlata y Visión (aquí, su crítica). Aparentemente desgajada de la segunda, la serie centrada en el personaje de Agatha Harkness es un experimento francamente divertido por muchos motivos. Puede ser, al menos hasta sus dos capítulos finales, un juego más o menos intrascendente para seguir adelante con un personaje que llamó la atención en su debut en el Universo Mavel, pero es en realidad una atractiva presentación y una vía abierta para que la magia siga siendo parte de este mundo que se cultiva ya por igual a través del cine y la televisión. Y en este caso, además, con la ambigüedad calculada de no saber hacia dónde se está yendo realmente, consecuencia de que algunas de las últimas grandes apuestas de Marvel no han tenido el eco buscado.

La culpa de todo esto, y hay que decirlo, la tiene Kathryn Hahn, que desde un aspecto alejado del tradicional de la Agatha del cómic ha puesto sobre la mesa su edad como un valor extraordinario. Qué difícil es darle el protagonismo de una serie de género a una mujer de apariencia normal, alejada de los cánones de belleza más espectaculares, y de ahora 51 años sin que parezca una concesión a las cuotas. De hecho, toda la serie se mueve en esos parámetros en su reparto, y que todo fluya con naturalidad tiene mérito. Que lo haga, además, poniendo las cartas sobre la mesa desde el primer segundo de la serie, pero manteniendo el suspense hasta (mínimo) el final del octavo episodio es algo que también hay que alabar. Puede dar la sensación de que hay momentos de comedia y terror mezclados sin demasiado concierto, pero el final demuestra que está todo medido. Que guste o no es otro asunto, pero no se puede negar valentía y frescura a la propuesta, la primera auténticamente mágica en Marvel, ya que en los precedentes mencionados hay un evidente componente superheroico que aquí no tenemos… ni necesitamos por ahora, a pesar de la batalla climática que acontece al final de la serie, bien coronado también por sus consecuencias, que es donde se mira al futuro de una manera evidente.

Agatha, ¿quién si no? es un viaje interesante y mítico, aunque esté jalonado con una cierta irreverencia que tampoco resultará extraña al aficionado de Marvel que se asome a su versión conjunta de imagen real. La serie recoge elementos útiles de lo precedente, en especial en un primer capítulo que recuerda el impacto que generó Bruja Escarlata y Visión, lógico, pues es donde se introdujo a Agatha, pero marca una vía propia desde el comienzo. Abusa quizá de los flashbacks para explicarnos la historia de la protagonista, pero la culminación de ese proceso en el capítulo final es tan notable que se le puede perdonar ese detalle, y sirve de base para expresar la enorme importancia que tiene todo el reparto de la serie, en especial las cinco brujas que forman el aquelarre y el muchacho que va con ellas a través de la Senda de las Brujas. La serie es justo eso, su viaje por ese camino, lo que van descubriendo en él y la forma en que los personajes van madurando o cambiando. En ese sentido, es interesante recordar a los personajes en su presentación y compararlos con lo que queda al final. A este lado de la pantalla, satisfacción por un trabajo original, que nos invita a ver nuevos horizontes en Marvel que no sientan la necesidad de romper con lo anterior pero que tampoco estén atados de pies y manos. Suenan vientos de cambio, pero así se entienden bastante bien.

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