Guion: José Luis Munuera.
Dibujo: José Luis Munuera.
Páginas: 96.
Precio: 18 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Septiembre 2024.
Si saliéramos a la calle a preguntar por la figura de Peter Pan, aunque muchos recordaran la novela de J. M. Barrie que le convirtió en un personaje universal, Peter y Wendy, la mayoría responderían pensando en la forma en la que Disney le llevó a la gran pantalla. Y Peter Pan nació antes de esa novela que le hizo popular, en otra que escribió el autor, titulada El pajatito blanco. Es a esa a la que se acerca Peter Pan de Kensington, del siempre muy estimulante José Luis Munuera, que ha encontrado un filón en adaptaciones libres que apelan a nuestros recuerdos, como hizo con su Cuento de Navidad (aquí, su reseña). Aquí traza una historia mágica y hermosa, pero también oscura, una en la que Peter es un personaje reconocible con cierta facilidad, pero que también supone una versión con cierta frescura. Munuera parece sentirse muy cómodo en la gestión de la nostalgia, pero incorporando siempre puntos de vista que van más allá de la simple adaptación de un relato popular, y el hecho de encontrar un origen distinto para un personaje tan carismático como Peter Pan hace de esta revisión una muy agradable, que complementa muy bien todo lo que podamos saber del niño que no quería crecer con una historia que podemos tomar como algo único o como una especie de precuela. En nuestros recuerdos encaja de cualquier manera.
Es verdad que en la historia de Munuera, como en la pretérita de Barrie, hay elementos que se repiten con respecto al cuento clásico de Peter Pan, insistimos, el que tenemos en la cabeza. Hay una niña, aunque cambia la edad, hay una inocencia que no cambia en un Peter que no sabe lo que es un beso, hay un viaje mágico a un lugar de fantasía, aunque aquí hay más oscuridad que en el Nunca Jamás que hemos idealizado y hay, por supuesto, una contraposición entre el mundo de los niños y el de los adultos. Pero Munuera es un escritor hábil, y con esa habilidad consigue que nos parezca que este relato sea completamente nuevo, que nos podamos creer que eso va antes de lo que conocemos o incluso de una manera completamente diferente, como si hubiera dos Peter Pan distintos que se parecen pero que a la vez tienen personalidades con ligeros matices distintivos. Por eso se entiende con tanta facilidad que el autor sea fiel al material de referencia, incluso pasado por el prisma de nuestros propios recuerdos, y que sea una versión a la que podemos entrar desde cero, con la mente en blanco, pensando en que vamos a ver algo novedoso. Lo es en cierta medida, en otros aspectos no, pero está tan bien contada que no hay problema alguno en hacerle las concesiones que necesite para disfrutarla.
Eso pasa también por el enorme acierto de Munuera al crear atmósferas propias. De la misma manera que supo entender el drama dickensiano de Cuento de Navidad, aplicando cambios tan radicales como convertir a Scrooge en una mujer, se siente plenamente capacitado para hablar de la niñez como lo hacía Barrie. La fantasía se oscurece, y eso en el dibujo de ve con bastante claridad, difuminando alguna de las amenazas para que de alguna manera recordemos que Barrie apenas describía a Peter de manera consciente, porque así generaba una fuerza con respecto al personaje que funcionaba muy bien. Munuera, como Disney, entiende que eso es algo que no puede hacer con su protagonista, pero sí se puede animar a jugar con esa narrativa en su universo. Vemos un Londres precioso, pero también vemos sus peligros en la noche. Y aunque sea algo que achacamos con más facilidad al cine y a la televisión que al cómic, hay una química espléndida entre sus protagonistas porque la gestualidad y las emociones son una de las especialidades de un Munuera que no por ello es menos espectacular en la puesta en escena. Hay tantas razones para disfrutar de Peter Pan de Kensington que lo mejor que podemos es hacer es encontrar las nuestras propias, conectar de manera personal con la historia y dejarnos llevar.
Dargaud publicó originalmente Peter Pan de Kensington en marzo de 2024. El contenido extra lo forman una introducción de Richard Comballot y unas notas finales de Sir James Hook.
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