‘Alma’ 1, de Shinji Mito

Editorial: Norma.

Guion: Shinji Mito.

Dibujo: Shinji Mito.

Páginas: 216.

Precio: 10 euros.

Presentación: Rústica con sobrecubierta.

Publicación: Julio 2024.

Hablar de un mundo postapocalíptico en el que convivimos humanos y robots es un caramelo goloso. Tanto, que es la base de incontables historias de ciencia ficción, un escenario al que muchos autores recurren sin miedo alguno a que se pueda tachar sus obras de poco originales. Con Alma, de Shinji Mito, podemos tener esas sensaciones, al menos en lo que se refiere a este primer volumen, pero es cierto que introduce ciertos elementos que aportan frescura y, sobre todo, intrigan a un lector que puede salir bastante convencido de seguir leyendo al final de este tomo. Eso es, seguramente, lo más trascendente de una historia que, hasta este punto, elude demasiadas explicaciones y quiere que sintamos más que entender, busca que comprendamos al personaje central, uno que se lanza en busca de nuevos asentamientos humanos. El componente filosófico está menos acentuado de lo que puede parecer en un principio y por el título de la serie, el alma de la máquina siempre ha sido un tema capital en la ciencia ficción, y la apuesta que parece hacer Mito está más bien en la acción, como se ve por los personajes que va presentando con el devenir de las páginas y con la clara intención que hay detrás de que los principales sean mujeres de aspecto atractivo y armas tomar, otro arquetipo que, no obstante, luce bastante bien en sus páginas.

A Mito, como a tantos otros autores de ciencia ficción, se le agradece que no pierda tiempo en explicar lo que prefiere mostrar. En Alma no importa demasiado cómo hemos llegado al momento de su presente, de qué manera la Tierra se ha convertido en un erial devastado en el que sobreviven algunas comunidades en las que conviven personas y entes mecánicos que adoptan su aspecto. Convence ese aire de normalidad, uno en el que es fácil que haya identidades ocultas que añadan misterio a la trama. Y convence también que los misterios o las decisiones se muestren siempre en secuencias de buena acción, que asientan el tono que claramente busca Mito para su historia. Por todos estos motivos, puede faltar un cierto poso, una base sobre la que afianzar una historia más que un retrato, pero parece evidente que esta primera se va a ir sustentando con lo que vaya sucediendo en sucesivos capítulos, manteniendo esa idea de mostrar antes que explicar. Y hay, claro, una vocación de llevar la historia a un terreno a medio camino entre lo juvenil y lo adulto. Lo primero, con su protagonista, que busca un claro reflejo en el lector que se asome al relato; lo segundo, con el propio escenario, agreste y violento, en el que hay pocas concesiones al buenismo o a la esperanza.

Por esto, y por esa clara intención de que Alma sea un manga de acción más que cualquier otra cosa, es por lo que se guía el dibujo de Mito. Con mucho detalle, más del que a veces suele ser habitual en el género, el autor sabe establecer de una manera convincente las características de su mundo, construido con acierto incluso desde los arquetipos que utiliza sin miedo. En los personajes también hay mucho detalle, y eso hace que la identificación con el protagonista pueda ser tan certera como la manera en la que explota el atractivo de sus personajes femeninos, sin copiar modelos para que todos ellos parezcan iguales y explotando sus características individuales para que podamos identificar a cada una de ellas claramente y en todo momento. La acción está bien llevada, encaja bien en la historia y es lo que permite avanzar incluso cuando los misterios se van revelando. Alma no busca innovar, sino entretener, al menos como punto de partida. Aunque pueda parecerlo si nos ponemos a buscar referentes, esto no limita la serie en su presentación, sino que nos da una cierta comodidad y evita que nos hagamos preguntas que, seguramente, habrá que hacerse si no llegan respuestas en los próximos volúmenes. La base, de momento, es adecuada, dinámica y con puntos de interés que tendrán que confirmarse.

Shueisha comenzó a publicar originalmente Alma en 2019.

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