Guion: Lilly Murray.
Dibujo: Becky Cameron.
Páginas: 32.
Precio: 15,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Julio 2024.
No es habitual que el mundo del arte, y menos de un arte que requiere un cierto nivel de conocimiento, sea la base de un libro infantil, y precisamente por eso hay que aplaudir lo que hacen Lily Murray y Becky Cameron en La gatita de Monet. Hay una gata en la vida del pintor, sí, aunque no era una mágica, sino una de cerámica. Esa gatita tiene su propia historia, y seguro que algún día se podría contar de una manera bien distinta a la que ofrece este libro, pero lo que tenemos entre manos es sumamente agradable desde el enfoque escogido. Es una aventura mágica, una en la que seguimos los pasos de un pintor entrado en años que sigue a su gata de cerámica a través de sus cuadros, después de que esta cobre vida. Pero es que son los cuadros de Monet, él es el protagonista de la historia, y eso abre un segundo nivel para lectores de mayor formación que es sencillamente delicioso. El poder educativo del cómic vuelve a manifestarse aquí de una manera deliciosa, porque los lectores de menor edad disfrutarán con la imaginación y la fantasía de ese magnífico viaje, pero a la vez se verán sumergidos en una obra artística a la que seguro volverán en el futuro y que, hoy, es todo un deleite para lectores de mayor edad y experiencia artística. Murray y Cameron equilibran muy bien los dos lados de la historia y por eso el libro es tan simpático.
Cuando hablamos del equilibrio que tiene, probablemente estemos hablando desde un punto de vista adulto, claro. A los chavales lo que les interesa es el movimiento, la acción y la diversión., ver a una gata traviesa que va saltando de un escenario a otro mientras su dueño va tras ella tratando de cogerla. Eso, tanto en el guion como en el dibujo, está bien llevado, de manera tan sencilla como correcta. Pero la gracia está en saber a quién estamos viendo, de quién es la obra pictórica que con tanto gusto se recrea también en estas páginas. Porque sí, es un libro infantil y está dibujado como tal, pero no solo no se renuncia a plasmar el impresionismo de Claude Monet, uno de los fundadores de esa corriente artística, sino que se honra de una manera muy delicada, sin que el trazo más infantil de los protagonistas altere en nada el efecto pictórico de los cuadros que se representan. Así que, sí, un lector de corta edad se lo va a pasar bien con este breve libro, pero uno que ya peine canas va a apreciar el trabajo y sobre todo la intención que hay en La gatita de Monet. Enseñar puede ser divertido, y aquí desde luego lo es, porque el álbum sirve para empaparse de las sensaciones que buscaba el impresionismo mientras vivimos una aventura tan sencilla como apasionante, que se escapa en cierta manera del entorno habitual del libro infantil sin traicionar para nada su espíritu.
Michael O’Mara Books publicó originalmente Monet’s Cat en mayo de 2020.
En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.