Guion: Al Feldstein, Johnny Craig.
Dibujo: Jack Kamen, Wally Wood, Joe Orlando, George Evans, Frank Fraazetta, Rory Krenkel, Marie Severin, Reed Crandall, Johnny Craig.
Páginas: 216.
Precio: 17,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Junio 2024.
A veces, cegados por la bruma del tiempo, es tentador meter a todos los cómics de los años 50 que estuvieron en el radar de los sectores más ultraconservadores de la sociedad americana en un mismo saco, pero incluso siguiendo el mismo formato de revista, de historias cortas, hay diferencias entre las distintas cabeceras de EC, incluso aunque los mismos autores repitieron en unas y en otras. Shock SuspenStories, por ejemplo, ahora que tenemos entre manos el segundo volumen, se distingue por sus historias más realistas. No quiere decir esto que abandone la fantasía, el terror o la ciencia ficción como argumentos ocasionales, incluso para coronar relatos que pueden nacer de emociones más que cotidianas, pero donde funciona de verdad es aquellos microversos en los que plantea relaciones personales, tríos amorosos, lealtades que acabarán con las más irónicas de las traiciones. Ahí es donde ese shock del título funciona mejor que en ningún otro momento y con la sensación de que los autores nos han conducido exactamente por donde pretendían, con un misterio equilibrado y más moderno de lo que seguramente se les reconocía en su momento, cuando para unos eran tebeos de simple escapismo y para otros un peligroso elemento de subversión juvenil. Ni uno, ni otro, seguimos admirando estos comics ahora por lo que son, notables piezas de misterio.
Como en tantas otras publicaciones, Al Feldstein es el nombre que más veces vemos en la autoría de los guiones de los que se nutre Shock SuspenStories. Y, como siempre, lo primero que tenemos que destacar es la enorme versatilidad de su trabajo. Con un ritmo casi industrial, hay tal variedad en sus relatos que parecen escritos por bastantes personas distintas. Pero no, era Feldstein el que se encargaba de la tarea, incluso adaptando como ya se anticipa de nuevo en la portada un relato de Ray Bradbury. Ese detalle, no podemos dejarlo pasar nunca, habla de la categoría de la publicación, que no renunciaba a ser ese arte efímero que el cómic seguía siendo para muchos a mediados del siglo pasado y que aspiraba a conseguir la atención de los lectores de muchas maneras. Feldstein lo consigue aunando realidad y ficción de una manera muy elegante, pero detengámonos en lo que hemos destacado: las relaciones personales. No hay más que ver la primera de las historias, una ácida y mordaz crítica a la sociedad de la imagen, personificada en dos mujeres físicamente espectaculares que disfrutan exhibiéndose ante el mundo y cómo reaccionan sus maridos ante ese deseo de atención. Si esa no es una mirada moderna y a la vez analítica de la sociedad de entonces (y la de ahora), poco más podemos añadir para destacar el impacto y la vigencia de estas historias.
En el dibujo volvemos a tener a los sospechosos habituales de EC: Wally Wood, Jack Jamen o Joe Orlando, con una presencia importante en este volumen de Reed Crandall, y el resultado es tan satisfactorio como lo ha sido en cualquier de los otros volúmenes que hemos visto de los clásicos de esta época o, sin ir más lejos, en el primero de Shock SuspenStories (aquí, su reseña). Hay un delicioso atrevimiento visual en estos tebeos, porque al final se asoman a las facetas más turbias de la realidad que describen, y lo hacen sin tener que pasar a momentos demasiado escabrosos, por mucho que algunos se escandalizaran en su momento. Hay terror, hay violencia, hay mucho que rascar, pero el mérito que tenían estos dibujantes en su conjunto, con sus matices individuales por supuesto, es que sabían jugar con la imaginación del lector. Y es así incluso aunque haya una reiteración, lógica por otra parte, de primeros planos, la mejor herramienta que usan estas historias y por tanto sus ilustradores para trasladar al lector las mismas emociones que tienen que sentir los personajes. Shock SuspenStories es una serie que honra su título, que proporciona esos datos de diversión, misterio e intriga con golpes de efecto final que tan bien sientan cuando estamos hablando de una publicación en forma de revista. Y seguimos queriendo más.
El volumen contiene los números 7 a 12 de Shock Suspenstories, publicados originalmente entre febrero de 1953 y enero de 1954. El contenido extra lo forman un prólogo de Dean Kamen y las cubiertas originales.
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