‘Mazinger Z’ 3, de Go Nagai

Editorial: Norma.

Guion: Go Nagai.

Dibujo: Go Nagai.

Páginas: 416.

Precio: 16 euros.

Presentación: Cartoné

Publicación: Junio 2024.

El tercer y último volumen de la serie original de Mazinger Z cierra una aventura maravillosa. La de Go Nagai, la que sirvió para establecer a uno de los grandes mitos del manga, uno de esos personajes que cualquiera reconocer al primer vistazo, pero también la nuestra como lectores, porque es indudable que vivir o revivir esa experiencia, la de leer estas historias, es un viaje al pasado maravilloso, uno de esos ejercicios de nostalgia que merece la pena hacer sin miedo alguno a que el paso del tiempo añada un componente de decepción. No la hay en Mazinger Z porque sus aventuras siguen siendo espléndidas, ejemplo perfecto de lo que hay que hacer cuando hay mechas involucrados, cuando tiene que haber páginas y páginas centradas en las batallas de unos robots gigantescos. Y sí, hoy en día hemos visto cientos de historias de este calibre, en el cine y en el cómic, de procedencia japonesa y americana, pero la de Nagai se mantiene como una referencia indiscutible en el género. Las pruebas están aquí impresas, en una edición que hace justicia a uno de los mangas más trascendentes de su época, uno que todavía tiene la capacidad de sorprender con lo bien montado que está su universo para que haya las dosis necesarias de acción, drama y comedia, para que no solo nos enamoremos de Mazinger Z, algo que es fácil, sino de todo su mundo.

No es sencillo ofrecer un final a algo como Mazinger Z, pero Nagai quiso hacerlo, como se ve en las páginas que cierran este tercer volumen. No es fácil encontrar nuevas ideas que sirvan de sustento a las batallas de un robot gigantes, y quizá lo que buscaba el autor con ello era evitar la siempre tan temida repetición. Lo cierto es que en las más de mil páginas que hemos visto, las de esta andadura original, no hay nada que nos indique que estábamos cerca de agotar la fórmula. Las bestias mecánicas tuvieron siempre una variedad envidiable, se mantenía la constante aparición de villanos carismáticos, con regresos deslumbrantes y por mucho que en alguna ocasión pudieran parecer ingenuos, y el propio mundo de Koji Kabuto añadía siempre elementos de diversión. Manda, por supuesto, la necesidad de ver en acción al Mazinger Z, y Nagai nos brinda todo lo que necesitamos y más, sin miedo alguno a llevar al robot al límite, y aunque eso suponga empezar de cero sin mirar demasiado al pasado reciente. Hay una continuidad, sí, pero no importa tanto como en otras series y, sobre todo, otros mercados. Y en esa acción, Nagai vuelca un sentido climático extraordinario, haciendo que ninguna de las batallas del Mazinger pueda parecer sencilla o banal. Siempre está todo en juego, y se nota.

Ya hemos dicho que ver al carismático robot en acción es, y no podía ser de otro modo, el gran reclamo que tiene una serie como Mazinger Z. Las escenas de combate entre gigantes mecánicos son tan intensas que por momentos no vemos al rotot protagonista como un ser artificial, por muchos que sus rasgos faciales no se alteren nunca. Nagai consigue que esa sensación, la de los gestos, la de los ojos entornados, la de la tensión en la boca, la aporte su piloto, Koji. Y eso le sirve también para la comedia más adolescente, que también está presente en las páginas de Mazinger Z. El resto está en la prodigiosa imaginación que hace que nos creamos que criaturas mecánicas que parecen imposibles se muevan ante nuestros ojos con una facilidad inmensa, Nagai hace que veamos posible el más extravagante de los ingenios que lanzan a escena los villanos de la función. No resistirían seguramente un análisis técnico, pero qué bien quedan en la página impresa. Hay tanto carisma en los diseños, muy locos algunos, que han perdurado durante décadas. Y durante muchas más se seguirá leyendo un manga que, por fin, podemos tener en la estantería en una edición que le hace justicia. Termina aquí la historia original de Mazinger Z, pero es precisamente aquí donde comenzó una leyenda. Si eso no es motivación suficiente para entrar en su mundo… Todo un mito.

Mazinger Z comenzó a publicarse en 1972. El único contenido extra es una entrevista con Go Nagai.

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