‘Fungirl’, de Elizabeth Pich

Editorial: Fandogamia.

Guion: Elizabeth Pich.

Dibujo: Elizabeth Pich.

Páginas: 256.

Precio: 20 euros.

Presentación: Cartoné

Publicación: Mayo 2024.

El de Fungirl es un humor para sentirte incómodo, porque esa chica divertida del título, que es de todo menos divertida, tiene la capacidad de hacer y decir lo peor que podría hacer y decir en cualquier situación de la vida. Ese es el planteamiento del que parte Elizabeth Pich en su primer gran trabajo en solitario, y deja una de esas obras que impactan desde el principio. Puede que ser por la personalidad de su protagonista, puede que ser por el estilo de unas figuras que vemos habitualmente sin boca y con una cierta sensación de inexpresividad que al final resulta ficticia. O puede que ser por el humor salvaje, casi violento, que se desprende de cada una de las situaciones que vemos y que tienen que ver, además, con aspectos muy trascendentes de la vida, como la muerte (consigue trabajo en una funeraria), la amistad (y se puede imaginar fácilmente que pasa con esos amigos dada la tendencia de la protagonista a meter la pata) o el sexo (no necesariamente el suyo propio). Que nadie se deje engañar por el aspecto de sitcom que tiene, incluso dividida en episodios que cobran sentido por separado y en conjunto, porque esto es una comedia de corte bien diferente a lo que podría desprenderse de esa idea narrativa inicial, por mucho que Pich quiera darnos una sensación de comodidad que hacer añicos a la primera de cambio.

Parece casi seguro que la lectura de los primeros episodios de Fungirl va a provocar que arqueemos la ceja, de manera casi continua además. Es, por decirlo de una manera entendible, un tebeo raro. Raro en el buen sentido, en el de pensar qué demonios le está pasando por la cabeza a su protagonista para soltar frases que, en la vida real, sentarían mal casi a cualquiera. Y sin embargo aquí forman parte de una construcción que parece sólida, la de un microverso en el que ella tiene casa, encuentra trabajo o tiene amigos. No es que tenga ningún tipo de habilidad conocida, ni social ni de ningún otro tipo, no encaja ni por asomo en el prototipo de heroína, y sin embargo nos engancha para que sigamos al pie del cañón durante un par de cientos de páginas, que no es poca cosa. Ayuda mucho que Pich estructure la historia en segmentos más o menos cerrados, porque cada uno de ellos tiene una razón de ser, pero eso no signifique que renuncie a una continuidad, a una suerte de viaje iniciático que no, no es el viaje del héroe, pero sí tiene mucho de aprendizaje personal que da un poso a una historia que, en todo caso, se sustenta en el humor cínico que le da sentido. Cínico y a veces hasta desagradable, no hay que olvidar que la protagonista tiene muy pocos filtros y, desde luego, un don para liarla.

Llama poderosamente la atención desde el principio que Fungirl apuesta por un estilo muy, muy sencillo, pero no porque eso merme las opciones que tenga el libro de destacar, no, al contrario. Su estilo invita a entrar con cierta facilidad en el tono que requiere la historia, nos lleva a un cierto aspecto de cómic underground de humor en el que es sencillo estar cómodo. Pero a la vez juega con una exageración bastante notable, que potencia el gigantesco sarcasmo del que hace gala la autora durante todo el libro. El color nos lleva a esa misma sencillez, y sin embargo también entra en el juego narrativo con la misma elegancia. Este último término quizá no es el más adecuado por la temática de la obra, pero lo cierto es que sí se puede aplicar a la narración, a cómo Pich acomoda situaciones rocambolescas pero que parten de ideas muy cotidianas, como por ejemplo su comienzo, donde la comida se le quema y tienen que venir los bomberos por estar masturbándose nuestra protagonista. Así va un poco todo en Fungirl, que no es divertida en sí misma, el personaje, ojo que el tebeo es bestial, porque sí alcanza esa condición por medio de todo lo que le pasa y por cómo lo cuenta Pich. Rara es un rato, de eso tampoco hay duda, pero se el mejor de los sentidos, porque pocos habrá entre quienes empiecen este viaje que decidan retirarse antes de ver su final.

Silver Sproket publicó originalmente Fungirl en noviembre de 2021.

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