Guion: Jeph Loeb.
Dibujo: Tim Sale.
Páginas: 224.
Precio: 28,50 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Abril 2024.
Superman es un personaje del que siempre se puede pensar que está en peligro de pasar de moda. Es así, no importa cuánto le queramos o el tiempo que hayamos pasado leyendo sus historias. Por eso hay continuos intentos de modernizar su figura, de actualizar su modo de actuar, de hacerle más juvenil o más actual, de cambiar su traje para adaptarlo a los nuevos tiempos. Pero cada vez que leemos (o releemos) una historia como Las cuatro estaciones, nos damos cuenta de que ese es un trabajo innecesario. Superfluo, en realidad. Superman es como es y no tendría que ser de otra manera… porque ya era excepcional en el momento en el que nació. Superman es el chico de Kansas en el que todo el mundo confía, es el muchacho de pueblo que quiere confiar a su vez en todo el mundo, es el héroe perfecto, el que siempre hace las cosas bien. Lo que hicieron aquí Jeph Loeb y Tim Sale, lo que hicieron en realidad con tantos personajes tanto de DC como de Marvel, fue enseñarnos eso, su humanidad, a través de cuatro personajes esenciales para entenderle: Jonathan Kent, Lois Lane, Lex Luthor y Lana Lang. Y todo con voces sinceras, que honran la trayectoria de los personajes, con historias que merece la pena leer, con imágenes icónicas. Todo es muy Superman. Pero del Superman de verdad, de ese que enamora a generaciones siendo quien es y nada más que eso.
Loeb logra algo fundamental en una historia como Las cuatro estaciones, y es encontrar la manera en la que cada personaje tiene que hablar. Eso es sobre Superman, claro, porque al final es el protagonista absoluto del relato, se trata aquí de conocerle y comprenderle, pero al final esta es una historia en la que conocemos al héroe a través de miradas ajenas. Ajenas por decirlo algo, claro, porque son personajes que tienen mucho que ver con el Hombre de Acero y, de hecho, son probablemente los que forjan su carácter con más fuerza. Hablamos de su padre adoptivo, de la mujer de su vida, de su mayor enemigo y de su primer amor. Nada menos. Y en todos se reconoce algo de Superman, y algo distinto además en cada caso, no solo por lo que sucede o por el avance del tiempo en esta aventura que nos sirve Loeb. No es exactamente un Año uno (¡gracias a quien corresponda por evitar el ya tan manido título!), pero funciona de esa manera en muchos sentidos, porque se trata de entender cómo Clark se transforma en el adulto que tiene que ser Superman, cómo entiende en quién puede confiar, cómo se convierte en el protector de Metrópolis y cómo hacer lo correcto es algo que sale de manera natural en él. Superman queda definido de una manera espectacular mediante un reducido crisol de mirada que resulta maravilloso.
En el cómic es fácil considerar a un dibujante como corresponsable absoluto de una obra, pero cuando hablamos de pareja tan bien compenetradas como la que formaron Loeb y Sale es imprescindible hacerlo. A veces con Sale la mirada se nos va hacia su estilo, hacia la forma en la que exagera la anatomía a conveniencia, pero en realidad Las cuatro estaciones nos demuestra que es mucho más que eso. La manera en la que los personajes hablan con sus poses y sus miradas es excepcional. Lois tiene algo, y es distinto a lo de Lana. El Clark de Smallville es diferente al de Metropolis. Es un espectáculo ver lo que propone, y más aún cuando muestra a Superman, siempre en poses de superhéroe, siempre en positivo, siempre asumiendo que es algo que está por encima de cualquiera de nosotros… hasta que se convierte en alguien como nosotros. Sale era un genio, y nos cansaremos nunca de reivindicar sus obras, especiales incluso cuando parece que está ejercitando una economía de diseño y de elementos que no es real pero que sí le permite crear viñetas de gran tamaño que funciona en una narrativa muy especial. Las cuatro estaciones es un tebeo esencial para cualquier seguidor de Superman, pero es a la vez algo mucho más que eso. No importa cuántas veces la leamos, cada vez sigue siendo una historia muy especial.
El volumen incluye los cuatro números de Superman: For All Seasons, publicados originalmente entre septiembre y diciembre de 1998. El único contenido extra son las cubiertas originales de Tim Sale.
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